Saludos, guerreros de #Hive y hermanos de batalla de #SWC. Hoy les traigo una historia de superación, donde el cansancio y el desánimo no pudieron detenerme en mi camino hacia la mejora. El día comenzó mucho más temprano de lo habitual. Me levanté antes de que el sol despuntara en el horizonte, con una misión clara: inscribirme en la universidad. Este será mi primer semestre, el primer paso de un nuevo viaje tras haber terminado el bachillerato hace poco. Pasé toda la mañana en la calle, de pie, lidiando con trámites y preparándome para este nuevo desafío. Llegué a casa agotado, con la energía reducida después de una mañana tan intensa. A pesar del cansancio, sabía que el día no había terminado. Me tomé un momento para estudiar un poco, siguiendo mi rutina de entrenamiento mental, y luego llegó la verdadera prueba: el entrenamiento físico. Mi cuerpo estaba cansado y mi mente algo desanimada por algunas cosas que habían pasado, pero decidí que nada de eso importaba. El entrenamiento no se negocia. Con esa mentalidad, me lancé a la batalla. El entrenamiento de hoy fue de "jale", trabajando front y Hefesto, y contra todo pronóstico, fue mucho más productivo de lo que esperaba. Me sorprendí a mí mismo con lo bien que ejecuté cada movimiento. Además, estoy trabajando en dominar el "One Arm Front", un desafío que pronto podré mostrarles con orgullo. Aunque las circunstancias no eran las ideales, la disciplina me guió una vez más hacia el éxito. El entrenamiento fue duro, pero satisfactorio. Las pequeñas victorias diarias son las que realmente forjan el espíritu de un guerrero. Aquí les dejo el video, y como siempre, gracias por su apoyo constante. ¡Hasta la próxima batalla!