Saludos, guerreros de #Hive y hermanos de hierro de #SWC. Hoy les traigo el relato de mi entrenamiento en casa, un día donde la calma y la disciplina se unieron en una batalla silenciosa. El día comenzó con tranquilidad. Me desperté y, como parte de una nueva rutina que estoy consolidando, me puse a leer por un rato. Aunque llevo un tiempo dedicándome a la lectura, recién ahora he empezado a establecer un horario claro por las mañanas. Después, desayuné y me sumergí en las tareas del día, notando que, a pesar de la rutina diaria, el día fluyó con una productividad sorprendente. Estudié un poco más, manteniendo la mente afilada, hasta que llegó el momento del entrenamiento. Entrenar en casa siempre ha sido un reto en cuanto a motivación, y hoy no fue la excepción. No tenía el ánimo en su punto más alto, pero sabía que debía cumplir con la disciplina, así que lo hice más por obligación que por deseo. A pesar de ello, logré llevar el entrenamiento con determinación, porque incluso en los días más triviales, el acto de no rendirse es una victoria en sí misma. Este fue un día sin grandes emociones, pero lo considero necesario. A veces, es precisamente en esos días "triviales" donde encontramos el espacio para organizarnos, calmarnos y prepararnos para lo que vendrá. La calma antes de la tormenta, la pausa que permite al guerrero reinventarse y volver más fuerte en la próxima batalla. Espero que disfruten el video y, como siempre, gracias por su apoyo constante. ¡Hasta la próxima batalla!