(ESP/ENG) HISPALITERARIO 36: LA MUCAMA DE HOJALATA

Esta semana @Hispaliterario nos reta a escribir sobre Literatura de lo absurdo. Aquí el link para participar

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VERSIÓN ESPAÑOL

En una fría mañana, Dulcerata, se sacude repentinamente en su cama. Se levanta sin escuchar el despertador y, se dirige a su cocina. Allí, una escalera móvil aparece repentinamente. La detalla. Tiene fulgurantes destellos de luz dorada, pero, sus ojos se abren grandemente cuando observa que, conecta su cocina con el universo.

En ese preciso instante distinguió a unos astronautas que caminaban sobre ella, ascendiendo poco a poco hasta la luna. A la escalera flotante parecía que llegasen más pasajeros. Agudiza la vista y cuenta cinco personas más…

-¿A dónde irán? Solo los navegantes espaciales autorizados pueden ir allá.

Dulcerata cavila tranquilamente mientras detalla los momentáneos pasajeros.

-Es el oso Golondrín. Está tocando su flauta mágica. Además, está acompañado por su amigo, el ratón sin alma, el de humeantes ojos carmesí, que se pasea por su blanco pelaje. Simplemente, forman un dúo fantástico que, con su espectáculo, deleitan a todos los locos espectadores. Los otros, mi vecino Asdrúbal, con su gato imaginario, y mi amiga Claudina, con su traje de cristal verde esmeralda.

De repente, un aroma a café parece impregnar el ambiente…
Dulcerata se voltea siguiendo la pista.

-¡Qué raro! No hay nada. Ni siquiera la mucama se ha levantado. Me gustaría saborear una taza de café en este momento.

Como adivinando su petición, la escalera comienza a agitarse. Se ondula al ritmo de la flauta mágica. Todos los pasajeros siguen el compás de la música. Una inusual y fugaz figura va caminando lentamente. El contoneo de la silueta sobre sus zapatos, de tacón alto, rememora un certamen de belleza.

Dulcerata fija la vista… Es una mucama de hojalata dirigiéndose hacia la luna. Su traje presenta visos azulados. En sus manos lleva a una sonriente taza colmada con crema batida. La taza guiña uno de sus ojos. Dulcerata piensa que la está saludando e invitando a que la acompañe. Acepta el reto. Se sube a la escalera. Ella está deseosa de participar en una aventura. Sin pensarlo dos veces, ascendió, peldaño a peldaño, hasta toparse el restaurante El Café Lunar. Allí la mucama de hojalata, junto con unas criaturas, de trajes plateados, servían café a todos los invitados…

La incomodidad del alma estremece a Dulcerata. Se había acostado muy tarde. Mientras, su teléfono móvil comienza a recibir mensajes continuamente.

ENGLISH VERSION

On a cold morning, Dulcerata suddenly jolts out of bed. She gets up without hearing the alarm clock and heads for her kitchen. There, a moving staircase suddenly appears. She takes a closer look. It has glittering flashes of golden light, but her eyes widen greatly when she sees that it connects her kitchen with the universe.

At that precise instant he distinguished some astronauts walking on it, ascending little by little to the moon. More passengers seemed to be arriving on the floating staircase. He sharpens his eyes and counts five more people...

-Where will they go? Only authorized space navigators can go there.

Dulcerata muses quietly as she details the momentary passengers.

-It's Golondrin the bear. He's playing his magic flute. Moreover, he is accompanied by his friend, the soulless mouse, the one with the smoky crimson eyes, who wanders through his white fur. Simply put, they form a fantastic duo who, with their show, delight all the crazy spectators. The others, my neighbor Asdrubal, with his imaginary cat, and my friend Claudina, with her emerald green crystal suit.

Suddenly, a coffee aroma seems to permeate the air...
Dulcerata turns to follow the scent.

-Strange! There's nothing. Not even the maid is up. I'd like to savor a cup of coffee right now.

As if guessing his request, the staircase begins to shake. It undulates to the rhythm of the magic flute. All the passengers follow the beat of the music. An unusual, fleeting figure is walking slowly. The swagger of the silhouette on her high-heeled shoes is reminiscent of a beauty pageant.

Dulcerata fixes her gaze... It is a tin maid walking towards the moon. Her costume has a blueish tinge. In her hands she holds a smiling cup filled with whipped cream. The cup winks at one of her eyes. Dulcerata thinks he is waving at her and inviting her to join him. She accepts the challenge. She climbs the ladder. She is eager to take part in an adventure. Without a second thought, she climbs, rung by rung, until she comes upon the restaurant El Café Lunar. There, the tin maid, together with some creatures in silver suits, served coffee to all the guests...

The discomfort of the soul shakes Dulcerata. She had gone to bed very late. Meanwhile, her cell phone starts receiving messages continuously.

Translated with DeepL.com (free version)

La mucama de hojalata por María del Carmen Sánchez Copyright© 2024

22 de julio, 2024