Un descanso ¡por favor! | A break please!

¿Alguna vez te ha "temblado el ojo"?

A mí sí, y fue algo que nunca me había pasado. Resulta que estabas trabajando de sol a sol, porque es de esas empresas donde tienes que trabajar de lunes a domingo. Además de ello, sabes a qué hora entras, pero, nunca a la que sales del trabajo.

Mi rutina consistía en ser administrador, también a veces tenía que cubrir otras labores cuando nos quedábamos cortos de personal.

Algunas veces teníamos los domingos libres, pero, aun así, sentía que no descansaba. Al poco tiempo empecé a notar que me temblaba el ojo por las mañanas, las migrañas no paraban y cada vez me sentía más cansada.

A pesar de ello, debía de llegar estudiando, porque estudiaba y trabajaba. No era fácil.

Dormía poco, porque la verdad había tantas preocupaciones en mi mente que esta tarea que se supone es tan simple, se me hacía complicada.

Después de unos meses dejé el trabajo por diversos motivos: el pago, demasiados problemas, y la falta de descanso.

Esta última fue la más importante para mí, porque no me sirve de nada ganar dinero si siento constamente que me voy a desmayar por la falta de descanso.

Ahora tengo un trabajo virtual donde me pagan lo mismo y puedo descansar tranquilamente.

Aunque, no siempre fue así...

Trabajar de forma virtual se convirtió en algo pesado para mí, no me organizaba. Solo comía y a ponerme a trabajar, hasta llegar al punto donde todo mi día transcurría en la PC.

Esto no solo afectó mi ciclo de sueño, sino también mi vida en general, porque no me sentía satisfecha. Me sentía vacía. Solo comer y pasar el día en la PC me parecía absurdo, no es la vida que quiero, ser esclava de algo no está bien para mí.

Poco a poco fui buscando otras cosas que hacer que me dieran un ingreso decente. Organicé mi horario, y ahora la verdad me siento mejor.

Me di cuenta de que en gran parte esto era mi culpa, por lo que me puse a escribir cuáles eran mis fallas. Llegué a la conclusión de que estaba siendo desordenada, y usando parte de la noche para el trabajo.

También coloqué en una balanza mis labores.

• ¿Cuánto me da esta actividad mensualmente?
• ¿Cuánta energía uso para ello?
• ¿Tiene beneficios a largo plazo?
• ¿Aporta en algo a mi vida personal?

Estas preguntas me ayudaron mucho a tomar mejores decisiones.

Cabe destacar, para completar, trabajaba de noche en la computadora o el teléfono, lo que debo admitir que es un desastre desgastante, lo que a su vez aniquila el ciclo de sueño.

Como verás, esta es una parte de mi historia laboral, la cual te confío con el objetivo de decirte que no eres un robot. Sé qué decimos "duermo luego", o "con dos horas de sueño, más que suficiente", pero, el problema es que esos malos hábitos solo dañan nuestra salud poco a poco sin que nos demos cuenta.

Sin contar que te hace envejer más rápido. Estas matando tu cuerpo con esos malos hábitos.

Y que en realidad es más importante que te acuestes a dormir para descansar que el trabajo.

Debido a que un cerebro fresco piensa mejor, toma mejores decisiones y hace las cosas de forma óptima. Más no desde la frustración, como sucede cuando estamos cansados por no dormir.

Así que, además de organizar mi horario, cuando me siento cansada, voy y me acuesto. Al día siguiente consigo hacer eso que no pude el día anterior. Además de que cuido de mí al hacer esto.

Porque el trabajo te da dinero, es cierto, pero, cuando no tienes salud, te costará más de lo que ganas con él, que descansar por un momento, cuidando tu cuerpo y disfrutando realmente de la vida.