Esto lo aprendí desde muy pequeña.

Si no estudiaba para un examen, iba a obtener una mala calificación. Recuerdo aquella vez en que no estudié, y en la noche me arrodillé ante la Virgen del Valle. Nunca he creído en santos, esta era la primera vez que lo hacía. Le pedí que pudiera aprobar el examen con "A".

Ahora que soy adulta, pienso que es absurdo aprobar cuando no sabes nada del tema y esperas que todo te caiga del cielo. En ese momento solo era una pequeña niña que quería jugar en la tarde y no estudiar para el aburrido examen.

Como era de esperarse, reprobé. Recuerdo esa nota: "D".

Miraba esa hoja de papel como si esa fuese la peor noticia de mi vida, como una película de terror, como uno de mis peores miedos.

Siempre fui buena estudiante, así que una nota baja para mí era lo peor (aún lo es).

Allí lo entendí. Más tarde, en mi adultez, volví a entenderlo.

Si no trabajas por lo que quieres, nadie lo hará por ti. Si no te mueves, si no llevas a cabo una acción, no pasará nada.

Es una mentira darle tiempo al tiempo

Mejor dicho... Creo que usamos muy mal esta frase.

El tiempo sirve para tomar un respiro, un descanso, pensar. Pero, no hará nada por sí solo si no hacemos algo al respecto.

Y te lo digo porque soy del tipo de persona que le gusta tomar su tiempo. Para pensar, para hacer las cosas, para aprender, para procesar sucesos o información, entre otras cosas que son importantes para mí.

A veces creemos que la suerte existe porque no reconocemos nuestro esfuerzo, ni el de otros

Quise escribir sobre ello porque vivo en un país donde esto suele suceder, y más desde la crisis.

Todo aquel que logra algo es catalogado. Pero, no todo es así. Hay personas como yo que han trabajado mucho, y que trabajamos mucho día a día.

Nadie lo nota. En mi caso trabajo en silencio, solo mi familia sabe lo que hago y ustedes en mi blog cuando les doy alguna actualización. El resto de las personas a mi alrededor no saben ni siquiera en qué trabajo.

Solo porque no me gusta hablar de mis metas personales o de cosas que no deseo compartir hasta que se cumplan.

De forma que al lograr determinadas cosas, solo causa una gran sorpresa.

Nadie sabe todo el trabajo que hay detrás.

Un ejemplo de ello fue cuando gané el segundo lugar en un concurso de poesía. Trabajé un montón en mi poema, a pesar de que no tenía mucho tiempo debido a que trabajaba y estudiaba. Dedique cada tiempo libre para pensar, pero por sobre todo hacer algo distinto.

Por lo general, suelto escribir poemas de versos libres. Me gustan. Solo que en esa ocasión quería seguir una estructura, algo que no había hecho antes.

Investigue sobre los sonetos, practique, practique. Investigué más porque había cosas que no lograba hacer, conseguí un software que cuenta cada sílaba, practiqué...

Cuando lo tuve listo, lo envié.

Tiempo después me llamaron porque había ganado el segundo lugar en la categoría juvenil. Te imaginarás la emoción que sentí, me quedé sin palabras y no podía creerlo.

Le agradecía a Dios por darme la sabiduría para hacerlo y administrar el tiempo.

Y todo esto fue gracias a ello, a ese trabajo y dedicación.

Porque la suerte no existe, sino la consecuencia de cada acción buena o mala.

Si hacemos algo, generará una reacción

Newton nos habla sobre ello en su tercera ley, y esta la ponemos en práctica cada día. Si hablamos, la otra persona nos responderá. Si golpeamos a alguien, esa persona nos responderá de alguna forma (una mirada, otro golpe, o una denuncia).

Esta ley, y la conciencia misma, nos hace ver el mundo es de un punto de vista distinto. Cuando creamos esa conciencia todo cambia. Entendemos por completo cómo podemos obtener mejores cosas en nuestra vida mediante las acciones.

Por mi parte, he cometido algunos errores, incluso errores en con mis amistades, otros con mis familiares. Creo que a veces digo lo que pienso, y algunos de esos pensamientos no son agradables (por lo general cosas muy tontas). Quizás hayas visto algunos en redes, otros aquí en mi blog.

Porque creo que esa conciencia quizás nunca la terminamos de desarrollar, y vamos de acuerdo a la madurez, entendiendo las cosas, trabajando en nosotros mismos.

Este camino no es fácil. Para nada.

En él me he dado cuenta de que he hecho cosas maravillosas, pero también otras de las que no puedo sentirme orgullosa.

Pero creo que ese es un buen paso para empezar. A partir de allí personalmente he tomado decisiones, las cuales te contaré más adelante cuando haya alcanzado algo que sea significativo para contar.

Sin duda es un tema bastante extenso, ya tengo ochocientas palabras, y no me había dado cuenta de que había escrito tanto hasta que miré inconscientemente al contador de palabras de Peakd. Creo que podría continuar hablando de ello, pero, prefiero dividirlo en otros post para que puedas leerlo cómodamente.

Por ahora, me despido. ❤️