¿Flores amarillas? Para mí unas cachapas, por favor | Yellow flowers? For me some cachapas, please

Ayer fue un día muy lindo, nos levantamos temprano para esperar que nos vinieran a buscar para así visitar a una amiga de mamá.

No me había percatado de la fecha hasta que estábamos frente a la floristería. Flores amarillas por todas partes, los hombres con motos pasaban y algunos compraban. Cada vez que se escuchaba el sonido de aprobado de una tarjeta por la compra de un ramo, me sentía muy feliz por esa persona que recibiría ese detalle.

Llegaron a buscarnos, y la mañana transcurrió conversando, mientras comíamos panes con queso. Porque el almuerzo serían cachapas, solo que teníamos que esperar un poco, a que desgranaran el maíz y molieran los 10 kilos.

Después de un rato llegó la masa, y la verdad me sorprendí mucho, porque a las cachapas originales hechas de maíz solo se les agrega agua, azúcar y sal. Todo este tiempo he creído que hay que añadirles huevo y leche; sin embargo, de acuerdo con lo que me dijeron en el campo, se come así. Esto me gustó mucho, debido a que sientes el sabor de la mazorca de maíz, que es muy rica.

Y como es mi costumbre, estuve todo el rato en la cocina, aprendiendo a prepararlas, y a darles la vuelta. Sin miedo alguno, tome la espátula y la gire. Me emocionó tanto que no se partiera a la mitad, y que estuviese intacta, que continué haciendo unas cuantas.

Quizás creas que eso fue todo, pero no. La amiga de mamá tenía varias plantas que me llamaron la atención. Suculentas y cactus.

Le pedí una de cada una, y así terminó el día. Comimos, conversamos, aprendimos a hacer cachapas, y traje nuevas especies para mi jardín.

Lo mejor de todo es que en el día de las flores amarillas, a mí me regalaron deliciosas cachapas, que también son amarillas.