Ámame como en una novela turca | Love me like in a Turkish novel

Por segunda vez veo una novela turca, hay pocas producciones nacionales en la TV, así que transmiten novelas de Turquía, y la intensidad de los sentimientos en ellas logran captar la atención del público. Así que, debo admitir que estoy enamorada de estas producciones.

Entre mis pensamientos del día vino a mi mente la forma en la que recibimos amor. Y al verla cada noche, me inspiro a escribir algunos versos en mi bloc de notas personal. Quizás termine siento un poema de verso libre, un soneto, o una canción. Aún no lo decido.

Pero, dos escenas en particular llamaron mi atención. La primera, la hija del protagonista, siempre está demandando atención. No lo comprendía debido a que vi capítulos muy adelantados, hasta que decidí buscarlas a través de Internet y comencé a verla desde el inicio.

Puedo incluso ponerme en sus zapatos, los cambios en su vida son difíciles, y ella solo quiere el amor de su padre. Por lo que, cualquier cosa que signifique perder su atención será dolorosa para ella.

Este hombre, además de ser muy adinerado, tiene un maravilloso hobbie: Tallar en madera el rostro de algunas personas.

Trabajaba en una escultura del rostro de su hija hasta que vio a la mujer de la que se enamoraría profundamente. Lo dejo de lado, y empezó la nueva obra.

Así que, a veces dejamos de lado cosas importantes por otras. Es algo un poco difícil de comprender, e incluso, donde las decisiones son complicadas.

Sin embargo, se puede simplificar con equilibrio.

Cada momento tiene su lugar en el tiempo. Y esto es importante verlo. Los padres, la pareja, los hijos, los amigos. Todos son importantes, sin duda alguna, pero, cada uno de ellos tiene su lugar, y su momento perfecto.

El ser humano por lo general es caprichoso. Queremos llevar la contraria a todo para demostrarnos algo a nosotros mismos, o, solo tomamos decisiones sin pensarlas demasiado.

Pero, al final del día, siempre es bueno recapitular para reflexionar en la forma en la que damos amor, y en cómo las personas a las que tanto queremos se sienten al respecto.

Viéndolo desde este punto de vista, puede que se piense que es agotador. También se puede vincular un poco con complacer. Y mi pensamiento personal es que sí tiene que ver un poco con ello. Conocer a la otra persona y poder hacerla sentir bien. Amada. Desde esta forma de pensar, amar es lo más hermoso que existe. Y muy satisfactorio.

Otro de los aspectos más resaltantes en estas novelas es la intensidad del amor. El título de mi post no es casualidad, me fascinan estas producciones por el amor que se tienen, las miradas, y como son capaces de hacer de este sentimiento tangible para el espectador. Es fascinante.

Si tan solo amaramos así... Es lo que pienso en ocasiones. Pero no, vivimos en un mundo que consiste en llevar todo a través de la pantalla, amores vacíos.

O peor, no conocemos a la otra persona, no abrimos nuestro corazón porque tenemos miedo. Y no es para menos, hoy en día provoca pánico pensar en enamorarse, y que te rompan el corazón de la peor forma posible. Lo sé, lo entiendo.

El mundo necesita más amor verdadero, gestos reales, palabras que te hagan sentirlas en la piel, un amor tangible, un amor de una novela turca empalagosa que te hace querer enamorarte, y creer de nuevo.