La pequeña Sofía se encontraba en un Centro Comercial, comprando cosas para la casa en conjunto a su familia, al pasar frente a una tienda de mascotas, dos cachorros Golden jugando entre sí, llaman su atención. Al llegar a la casa, trata de convencer a sus padres de tener uno, al principio estos están reacios en hacerlo, pero se dan cuenta que el perrito que tienen, el cual fue adoptado, ya se está poniendo cada vez mayor, por lo que una compañía no le vendría mal, así que aceptaron y pusieron manos a la obra.

Llegaron a la tienda y al momento de escoger uno de los cachorritos, más bien uno de ellos escogió a la hermana de la pequeña Sofía, porque le empezó a morder la mano, así que este fue el elegido. Además de él, compraron unos juguetes y más comida, tanto para él como para el otro perrito que tenían en casa.

Al estar en casa, le presentaron el nuevo miembro de la familia al perrito que tenían, al principio no le agrado, incluso se peleaba con él, pero poco a poco se fueron ganando la confianza de uno con el otro.

Bethoven, nombre que le pusieron a ese cachorro, jugaba todo el tiempo con su juguete favorito, era muy agradable verlo. Ella sabía que adoptar era otra opción, pero Sofía quería tener un Golden, era su ilusión y fue la mejor decisión, porque fue el perro más noble y fiel amigo, no solo de la niña, también de los posteriores perritos rescatados de la calle que en la casa vendrían a vivir.

Ahora que él no está, Sofía lo extraña mucho, lo honra cuidando con mucho amor a sus hermanitos adoptados, siempre lo tendrá presente. Te amo y te extraño mi fiel amigo.