Cuando estaba pequeña una tía hizo un comentario que se me quedó grabado por mucho tiempo; hay un tío que le encanta usar mucha gorra y sombrero, tiene de todo tipo y colores, es una obsesión usarlo, así que una vez, vino una tía y dijo que si seguía usando tanto gorras y sombreros se va terminar quedando pelón.

Desde entonces, no he usado muchas gorras, aun cuando entendí que los problemas de calvicie se pueden originar por otros factores. Sin embargo, todo en exceso es malo, si todos los días las usas, perjudica de alguna manera el cuero cabelludo; en lo particular a mi no gusta ponerlas por mucho tiempo porque sudo demasiado mi cabello que, de por si él es muy grasiento, cuando utilizo una gorra, no me dura ni medio día limpio.

Creo que todo depende también del material en el que esta hecho una gorra, no es lo mismo una hecha de algodón que una de poliéster. Están también las viseras que era la que más usábamos cuando tocaba hacer deporte en el Colegio, pues no sudas mucho y sigue protegiendo tu rostro de los rayos ultravioletas, aun así, la cabeza se calentaba cuando el sol estaba en su máximo esplendor.

En conclusión, el uso de las gorras o cualquier otro accesorio que tape la cabeza, sea boina, sombrero…, trae sus beneficios como sus desventajas, claramente te protege del sol y evitas quemaduras, sobre todo en la zona del rostro que llegan a ser muy perjudiciales, no obstante, el usarlas todo el día puede ser contraproducente, porque a la larga si puede producir calvicie, ya que debilita la cabellera, aun así, si usas las gorras que estén holgadas, no llegan a dañar tanto, añadiendo que debes darle respiro a tu cabeza en ciertos intervalos de tiempo.