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El Lado Oculto

En la vida, siempre hay cosas a las que nos aferramos, que guardamos y atesoramos. Pero, todo tiene un lado oculto; los deseos, la ambición y la soberbia. Cosas que deseamos mantener bajo la alfombra o encerrarlas en un baúl donde nadie pueda encontrarlas.

Desearía no tener impulsos que me hagan pisar una mina, que me vuele entera, desearía vivir con el conocimiento de cómo hacer las cosa bien y cómo saber enfrentar las malas ideas que cruzan mi mente.

El deseo se manifiesta como envidia, queriendo lo que no me pertenece, admirando desde una esquina mientras que en el fondo solo deseo arrebatarlo. Soy una ambiciosa, y aunque puede que este bien, muchas veces la ambición puede llevarnos por el mal camino. Y sobre todas las cosas, la soberbia es la peor.

Fin de los 5 minutos

La soberbia poder hacerte una persona hostil, y sumamente desagradable. Es por eso, que mantenemos estos sentimientos a raya, e intentamos clausurarlos, y se convierten en nuestro lado oculto, en nuestro fantasma personal.

Sin embargo, hemos de convivir con ellos. Nuestro lado oculto, por más oscuro que sea, no puede ser reprimido. Al final, se convierte en un monstruo y es capaz de destruirnos internamente.