[ESP-ENG] Reprimido

En el momento en que mi madre me llamó por la ventana, sentí un frío recorrer todo mi cuerpo, me había arrepentido de cometer ese acto que desesperadamente me consumía por dentro…


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Pixabay de intographics Edición PicsArt


Vivo con mi madre desde que tengo uso de razón, tengo 56 años pero mi aspecto es de un hombre mucho mayor, siempre fue así, y aunque ya la señora Esther, mi madre, está sobre los 78 años no puede valerse por ella misma, debo cuidarla, soy paciente y le tengo cierto temor o tal vez respeto, no lo sé.

Aunque detrás de eso, escondo lo que nunca pude ser gracias a sus represiones desde niño, tal vez porque soy su único hijo. "Fernando, párate derecho", "no salgas a jugar", "quédate callado mientras hablan los mayores", "no te ensucies", todas esas cosas y el hecho de criarse entre gente adulta me hizo madurar muy rápido.

Mi niñez no fue como la de cualquier otro niño, no salía a jugar con los vecinos del barrio y mucho menos podía llevar compañeros del colegio a la casa, mi madre tan psicorrígida, cuadriculada y "extraña" nunca me dejó quemar etapas.

Tal vez porque papá la golpeaba siempre que llegaba borracho a casa y eso ocurría cada fin de semana, mi madre perdió el brillo en sus ojos y creo que también las ganas de vivir.

Tenía 12 años cuando supe que mi mamá tenía artritis, una artritis degenerativa, que empeoraba con los años, con las manos tullidas y las rodillas a punto de colapsar, entre doctores y terapias pasa sus días, y ni con toda la plata que se ha gastado ha podido mejorar de sus males.

Y creo que todo el dolor que siente a causa de su enfermedad de alguna manera lo desquita conmigo, siempre ha sido así, "porque me debes la vida, tienes que cuidarme", suele decir cuando me quejo por hacer alguno de sus mandados.

Cada vez que escucho eso, "se reinician mis ganas de ayudarla", o tal vez siento en el fondo que pronto morirá y terminará mi yugo. Lo cierto es que ese estilo de vida me hizo desde joven querer experimentar con mujeres muchos años mayor que yo.

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Pixabay de guvo59


Mi primer amor fue una profesora de la secundaria, era mi último año, y para ese tiempo tenía las hormonas lo suficientemente alteradas como para desear estar con una mujer por primera vez.

Entonces me enamoré de mi profesora de historia, una señora de 40 años, para ese entonces tenía 16 años de edad, y no me importaba para nada, creo que el haberme rodeado siempre de gente mayor despertó en mí el gusto por mujeres de edad.

Lo mejor es que ella me correspondió, y aunque estaba casada, fue mi primera mujer, nos veíamos a escondidas para estar juntos en la intimidad de un viejo hotel que estaba muy retirado del centro de la ciudad, aunque tenía sólo 16 años mis rasgos me hacían parecer mayor, por lo que nunca me pedían identificación para entrar.

Disfruté mucho esa aventura fortuita, desde ese momento supe que me gustaba mucho ese tipo de mujeres, mucho mayores que yo y con esa cuota de experiencia. Pero había algo en mi que no quería mostrar, algo opuesto a lo que sentí en ese momento.

Pasó el tiempo y sentía que necesitaba compañía, entre los mandados de mi madre y hacer diligencias para ella se me iba la vida, así que compagine con una señora de 67 años, quien es hoy mi compañera.

A quien con el tiempo ya no veo con los mismos ojos, es como la hermana mayor que nunca tuve, así que así mismo la trato, tal vez tengo compañía o en esas ganas de sentir que alguien cuida de mí como nunca lo hizo mi madre, intento llenar ese vacío con una mujer que es mucho mayor que yo.

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Pixabay de shauking


Mi madre tiene unos apartamentos en alquiler y una pensión alimentaria que le da el gobierno, la cual me encargo de cobrar y administrar, no tengo que trabajar, aunque ya cuidar de ella ¡si que es un trabajo!.

Llego siempre para final de mes a los apartamentos a cobrar la cuota mensual por el alquiler, pero un día me tope con que mi madre había alquilado el último apartamento a un primo que hace años no veía, y para mi sorpresa ya tenía esposa e hija.

Cuando sale esa mujer, joven, tal vez de unos 25 años, con una bebé en brazos, tenía una piel tan blanca, unos labios hermosos, sonrisa tenue y actitud calmada, de inmediato me presente.

-¡Hola mi nombre es Fernando, bienvenida!, debes ser la esposa de mi primo.

Ella con algo de timidez, asintió con la cabeza.

-Isabella… ese es mi nombre, dijo en voz baja.

Yo estaba perplejo, solo la observaba, que hermosa mujer, además había algo en ella que apreciaba mucho más, esa frescura, la juventud, ¡si era eso!, lo suave que se veía su piel, sus piernas firmes y rostro sin arrugas.

Ella había despertado en mí algo que ninguna otra mujer había hecho, de inmediato todo se convertiría en una obsesión. Sólo esperaba que amaneciera, y así volver a ver su rostro.

Ya que los apartamentos estaban detrás de la casa de mi madre, había una ventana en el segundo piso desde donde podía mirar perfectamente al patio donde lavaban y tendían la ropa los inquilinos.

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Pixabay de melancholiaphotography


Así que allí estaba yo, cada mañana esperando que Isabella saliera a hacer algo afuera y poder apreciar su belleza, pasaba horas esperando que saliera, mientras mi madre comenzaba a notar que había algo que me estaba desconectando de mis actividades diarias.

-¿Qué haces allí?, necesito mis medicinas, sabes que no puedo ir yo misma por ellas.

¡Qué susto me llevé!, justo en ese momento Isabella iba saliendo con su pequeña hija a tender ropa en el patio.

-¡Mamá, es que… solo estaba tomando aire!, dije tartamudeando.

Ella me miró con un gesto de incredulidad, casi no podía ocultar esa expresión de que sabía que algo me pasaba con esa chica.

-¡Ella es la esposa de tu primo!, mucho cuidado con lo que haces, dijo muy seria.

Así que lancé una carcajada en forma de burla, pero con esa risa nerviosa, que esbozas con rigidez en los labios.

Mientras hablaba con mi madre, Isabella había entrado nuevamente al apartamento, así que ya no podría verla, pero se acercaba el fin de mes, y tenía pensado hacer algo para pasar un rato con ella.

La noche anterior al fin de mes no pude dormir, soñé toda la noche con Isabella, y aunque mi madre me había advertido que no podía acercarme a ella, ni podía dejar de pensarla, se había convertido en una obsesión para mí.

Toda la vida había estado reprimido por mi madre, por primera vez quería hacer algo que me llenará de ganas de ser libre, quería hacer lo que me diera la gana con esa chica.

Amaneció, preparé el desayuno para mi madre y para mi muy temprano, sólo miraba el reloj en mi muñeca esperando que se hicieran las 9am para comenzar a cobrar el alquiler en cada apartamento.

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Pixabay de leemurry01


Cumplido el tiempo, llegué a el último apartamento que era el de mi primo, y tembloroso golpee la puerta tres veces

-¡ya salgo!, gritaron desde adentro.

¡Era ella!, mi corazón comenzó a acelerarse.

Abrió la puerta, y se asomó esa hermosa mujer, que desvelaba mis noches solo con el dulce color rosado de sus mejillas y su piel tan blanca como la nieve.

-¡Señor Fernando!, buenos días, ya tengo el dinero del alquiler.

De inmediato tuve un impulso, le tomé fuerte del brazo y luego la tomé por la cintura, ella estaba muy asustada, podía verlo en sus ojos.

-¿Qué hace?, ¡Suélteme!, voy a gritar… repetía eso muchas veces mientras temblaba de miedo, podía sentirlo, pero aun así no podía gritar para pedir ayuda.

Algo en mi interior me sacudió, ¿por qué le haría daño a esta chica?, solo por sacar a flote mis tan reprimidas emociones, no creo que ella pueda llegar a enamorarse de mí, tiene familia, ¿quien soy yo?.

A pesar de eso insistí y me acerqué aún más para besarla, quería hacer lo impensado…

Cuando escucho un grito de mi madre…

¡Fernando!... ven rápido.

Ese frío que atravesó mi cuerpo inmediatamente hizo que desistiera de cometer un gran error, solté a Isabella y salí corriendo de allí. Siempre fui el perrito obediente de mi madre, mi cerebro está condicionado a su voz, ¡solo tenía que escucharla para aterrizar nuevamente!.

A veces pienso que deje de vivir por darle vida a mi madre, sigo sin expresar lo que en verdad soy, "Un reprimido".


¡Muchas gracias por leerme!, por su apoyo y atención 💜


English

The moment my mother called me through the window, I felt a coldness run through my whole body, I had regretted committing that act that desperately consumed me inside?



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Pixabay from intographics PicsArt Edition

I live with my mother for as long as I can remember, I am 56 years old but my appearance is of a much older man, it was always like that, and although already Mrs. Esther, my mother, is over 78 years old she can not fend for herself, I must take care of her, I am patient and I have a certain fear or maybe respect for her, I do not know.

Although behind that, I hide what I could never be thanks to her repressions since I was a child, maybe because I am her only son. "Fernando, stand up straight", "don't go out to play", "stay quiet while the grown-ups talk", "don't get dirty", all those things and growing up among adult people made me mature very fast.

My childhood was not like that of any other child, I did not go out to play with the neighbors in the neighborhood and much less I could bring schoolmates to the house, my mother so psychorrigid, gridded and "strange" never let me burn stages.

Maybe because my father beat her whenever he came home drunk, and that happened every weekend, my mother lost the sparkle in her eyes and I think she lost the will to live.

I was 12 years old when I learned that my mother had arthritis, a degenerative arthritis, which worsened over the years, with crippled hands and knees about to collapse, between doctors and therapies she spends her days, and even with all the money she has spent she has not been able to get better from her ailments.

And I think that all the pain he feels because of his illness he somehow takes it out on me, he has always been like that, "because you owe me your life, you have to take care of me", he usually says when I complain about doing any of his errands.

Every time I hear that, "my desire to help her restarts", or maybe I feel deep down that soon she will die and my yoke will end. The truth is that this lifestyle made me from a young age want to experiment with women many years older than me.


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Pixabay from guvo59

My first love was a high school teacher, it was my senior year, and by that time I had my hormones sufficiently altered to want to be with a woman for the first time.

Then I fell in love with my history teacher, a 40 year old lady, by that time I was 16 years old, and I didn't mind at all, I think that having always surrounded myself with older people awakened in me the taste for older women.

The best thing is that she reciprocated, and although she was married, she was my first woman, we used to meet secretly to be together in the intimacy of an old hotel that was very far from downtown, although I was only 16 years old my features made me look older, so they never asked me for identification to enter.

I enjoyed that fortuitous adventure very much, from that moment on I knew that I really liked that kind of women, much older than me and with that kind of experience. But there was something in me that I didn't want to show, something opposite to what I felt at that moment.

Time passed and I felt that I needed company, between my mother's errands and running errands for her my life was going, so I made up with a 67 year old lady, who is today my companion.

Who with time I no longer see with the same eyes, she is like the older sister I never had, so I treat her the same way, maybe I have company or in that desire to feel that someone takes care of me as my mother never did, I try to fill that void with a woman who is much older than me.


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Pixabay from shauking

My mother has a few apartments for rent and an alimony given to her by the government, which I am in charge of collecting and managing, I don't have to work, although taking care of her is a job!

I always arrive at the end of the month to the apartments to collect the monthly rent, but one day I found that my mother had rented the last apartment to a cousin I hadn't seen for years, and to my surprise he already had a wife and daughter.

When that woman came out, young, maybe 25 years old, with a baby in her arms, she had such a white skin, beautiful lips, faint smile and calm attitude, I immediately introduced myself.

-Hello, my name is Fernando, welcome, you must be my cousin's wife.

She with some shyness, nodded her head.

-Isabella... that's my name," she said softly.

I was perplexed, I just watched her, what a beautiful woman, besides there was something in her that I appreciated much more, that freshness, youth, yes it was that, how smooth her skin looked, her firm legs and face without wrinkles.

She had awakened something in me that no other woman had done, immediately everything would become an obsession. I was just waiting for the sun to rise, so I could see her face again.

Since the apartments were behind my mother's house, there was a window on the second floor from where I could look perfectly into the courtyard where the tenants washed and hung out their clothes.

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Pixabay from melancholiaphotography


So there I was, every morning waiting for Isabella to come out to do something outside and be able to appreciate her beauty, I spent hours waiting for her to come out, while my mother began to notice that there was something that was disconnecting me from my daily activities.

-What are you doing there, I need my medicines, you know I can't go get them myself.

What a scare I got, just at that moment Isabella was going out with her little daughter to hang clothes in the yard.

-Mom, I was just getting some air," I said stammering.

She looked at me with a gesture of disbelief, she could hardly hide the expression that she knew something was wrong with me and that girl.

-She is your cousin's wife, be very careful what you do, she said very seriously.

So I burst out laughing in a mocking way, but with that nervous laugh, which you stiffly outline on your lips.

While I was talking to my mother, Isabella had gone back into the apartment, so I wouldn't be able to see her anymore, but the end of the month was approaching, and I had planned to do something to spend some time with her.

The night before the end of the month I could not sleep, I dreamed all night about Isabella, and although my mother had warned me that I could not get close to her, nor could I stop thinking about her, she had become an obsession for me.

All my life I had been repressed by my mother, for the first time I wanted to do something that would fill me with the desire to be free, I wanted to do whatever I wanted with that girl.

It was dawn, I prepared breakfast for my mother and myself very early, just watching the clock on my wrist waiting for 9am to start collecting rent in each apartment.

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Pixabay from leemurry01


The time was up, I arrived at the last apartment which was my cousin's, and shakily knocked on the door three times.

-I'm coming out," they shouted from inside.

It was her, my heart began to race.

She opened the door, and that beautiful woman, who kept my nights awake only with the sweet pink color of her cheeks and her skin as white as snow, came out.

-Mr. Fernando, good morning, I already have the money for the rent.

I immediately had an impulse, I grabbed her arm tightly and then grabbed her by the waist, she was very scared, I could see it in her eyes.

-What are you doing, let me go, I'm going to scream... she repeated that many times while she was shaking with fear, I could feel it, but still I couldn't scream for help.

Something inside me shook me, why would I hurt this girl, just to bring out my repressed emotions, I don't think she could ever fall in love with me, she has a family, who am I?

In spite of that I insisted and got even closer to kiss her, I wanted to do the unthinkable?

When I heard a scream from my mother...

Fernando!... come quick!

That cold that went through my body immediately made me desist from making a big mistake, I let go of Isabella and ran out of there. I was always my mother's obedient puppy, my brain is conditioned to her voice, I just had to listen to her to land again.

Sometimes I think that I stopped living to give life to my mother, I still don't express what I really am, "A repressed".


Thank you so much for reading me, for your support and attention 💜


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