Fuente

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Brasas

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Contempla como las brasas
te queman. Una a una se deslizan
por los cabellos y filamentos
de la creación.
Y se desligan o se consumen
lentamente, aquellas que no conocen la guerra;
aquellas dóciles como animal domesticado.

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Fuente

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No hay un lazo que les permita seguir
con la vida, porque su propósito
es tan nulo como la intención de quemar.
No abrasan testimonios, ni palabras certeras
y mitigan el espacio con dulce ardor.
No alcanzaron el terruño de un sueño,
por eso se infectan y mueren, pero
queda allí la caricia, la sensación
de que estuvieron devorando el tejido,
haciendo de su terreno su hogar.

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Fuente

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Pudimos despreciar
sus ardientes halagos,
pero es la compasión
lo que impide que, por impulso,
despreciemos la mordida
que atañe contra nosotros,
como un ataque.
Contempla como la brasa
nos calcina lentamente
hasta que la piel ya no alimente
su calor.

Amanece y el cielo
consume las cenizas
de un cuerpo incinerado
por un torbellino de fuego.
Oleajes de calor desvanecen
la límpida estepa
purificada por el silencio.
Las voces celestes
hablaron conmigo
antes de fundirme
en las brasas;
me dijeron que
mis restos respirarían
de nuevo para renacer.