Saludos infernales a todos los habitantes del averno de Hive, aquí dejo mi participación al Suspiria, concurso de literatura y arte de terror. 6ta. edición (Literatura y Arte): Suspiros.

Para cumplir con el reto que nos propone @suspiria, me inspiré en la película Suspiria (2018) del director italiano Luca Guadagnino y estelarizada por Dakota Johnson y Tilda Swinton.

Elaboré una historia dentro del universo de la trama de la película, la cual trata sobre una joven que soñaba ser bailarina en una de las academias de baile más importantes de toda Europa, pero que pronto se llevaría una gran sorpresa.

Mi idea, al principio, fue crear un relato escrito, pero como no quería perder la práctica con la narrativa oral, decidí hacerlo en formato audiovisual. Espero que lo disfruten, les dejo la versión escrita del cuento aquí abajo por si deseen leerla.

Lara era una joven hermosa que soñaba con convertirse en una bailarina famosa. Viajó desde su pueblo en Toulouse, Francia, a la capital de Alemania, ya que había sido invitada a participar en una serie de audiciones que realizarán en la academia de baile Tanz, una de las más prestigiosas de toda Europa.

A pesar de los horribles rumores que rodeaban la academia; de que el lugar era en realidad una fachada para un aquelarre de brujas, Lara estaba incentivada por la emoción de pertenecer y el día de la audición llegó muy temprano.

Allí conoció a otras veintinueve chicas que también fueron a audicionar y que venían de diferentes partes del mundo. Lara estaba nerviosa, ya que se dio cuenta que la competencia no sería fácil.

Después de esperar un rato, las matronas guiaron a las chicas al gran salón donde se llevarían a cabo las audiciones. Allí, las estaban esperando las tres figuras más importantes del mundo de la danza: Madame Markos; la directora de la academia, Madame Blanc, la coreógrafa y Miss Tanner, una de las matronas más viejas del sitio.

Todas las chicas temblaban de los nervios, incluso Lara; la cual sentía que el corazón se le iba a salir del pecho hasta que Madame Markos habló.

—Buenos días, chicas, bienvenidas. Las audiciones se llevarán a cabo de manera individual, iremos nombrando a cada una de ustedes y nos mostrarán sus mejores habilidades para la danza, con una melodía que les colocaremos. Madame Blanc, Miss Tanner y yo seremos jurados, y solo nos quedaremos con las aprobadas, las rechazadas, en cambio, no podrán ingresar.

Lara se hizo preguntas en ese instante: ¿Qué pasará con las rechazadas? ¿Y si no logra ingresar? ¿Y si regresa a casa sin nada? Mientras la chica se volvía un manojo de nervios, Madame Markos la nombró primero y le dijo que se situara en el centro del salón.

Ya ubicada, se preparó, y enseguida Miss Tanner reprodujo una música extraña. Al comenzar la melodía, Lara lo dio todo, gastó toda su energía y su gracia en cada movimiento que daba, no pensaba en otra cosa que pertenecer allí y de como sería su vida siendo una bailarina de la academia.

Al terminar su baile, miró a las tres jurados buscando aprobación, pero sus rostros estaban fríos e inexpresivos. De repente, Lara se desplomó al suelo y comenzó a convulsionar. Una herida se abrió en su pecho formando un enorme agujero que escupía aire con sangre. Madame Markos se levantó de su asiento, se acercó a Lara y se inclinó para estar frente a ella.

—Lo siento, querida, has sido rechazada por nuestra madre: La Madre de los Suspiros, ella es la que tiene la última palabra y no le gustó para nada tu bailecito. Ella es la que te está robando la vida en este instante, le encanta hacer sufrir a sus víctimas antes de arrebatarles el último suspiro. No es nada personal. Ah… es una lástima…, eres tan joven y bella, pero debiste haberte esforzado mejor.

Luego de eso, el cuerpo de Lara quedó inerte y murió sin saber lo que pasó. Madame Markos se colocó erguida y miró a las demás chicas, todas estaban temblando y gimiendo de miedo por lo que acababan de ver. Markos, dio dos pasos hacia ellas y con una mirada macabra de oreja a oreja les dijo:

—Bien… ahora… ¿Quién será la siguiente?