Hispaliterario 19 / Amante
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No basta tener buen ingenio; lo principal es aplicarlo bien.
— René Descartes
Desde pequeño, siempre he sido objeto de burlas por mi aspecto físico. Los murmullos sobre mi fealdad deambulaban a mi alrededor como multitudes de personas sonrientes e hirientes. De niño, era el chisme de mis tías; quienes se la pasaban susurrando sobre mis ojos desviados y mis dientes chuecos.
En mi adolescencia me nombraban «el chiflado», pues parecía una caricatura con mis lentes de gran aumento, mi pelo corto y excesivamente peinado, y mis aparatos de ortodoncia que me hacían parecer a un intento de Frankenstein.
En la adultez, me decían «La cosa», caminaba cojeando como un Igor o un Cuasimodo por culpa de mis pies disparejos. Tenía muchas alergias que hacían que mi nariz goteara como un grifo, y la gente se incomodaba por mi sonrisa retorcida y mis ojos descoordinados. Aunque en el desempeño académico siempre me fue muy bien, después de terminar la universidad se me dificultó conseguir trabajo por mi aspecto físico.
Estuve acostumbrado toda mi vida a las burlas y a los sobrenombres, pero hubo momentos en que me afectaba y mi mente divagaba en rabia y frustración. Un día, mis sentimientos en súplica invocaron a una entidad mientras yo navegaba en el subconsciente del sueño. Me referiré a eso con el pronombre «Ella», pues no estaba seguro de su sexo.
Vestía como una musa griega con una lanza de bronce reluciente en su mano izquierda. Sus músculos definidos resaltaban en todo el esplendor de su enorme cuerpo, provocándome intimidación y perplejidad. Su rostro estaba cubierto por una pañoleta blanca con un agujero que dejaba al descubierto uno de sus ojos. El brillo de su pupila disparó directamente en el centro de mis ojos obligando a estos a acomodarse y quedar coordinados.
Se acercó a mí; alta e imponente. Me tomó con uno de sus fuertes brazos y unió mi cuerpo con el suyo. Se levantó un poco la pañoleta del rostro desvelando sus hermosos labios carnosos, y me dio un beso, justo en la boca; uno muy apasionado, ardiente y extenso. Nunca nadie me había besado así, de hecho, nadie me había besado nunca en la vida.
Colocó un cuchillo en mi mano y luego se marchó con gracia. Yo extendí mi brazo suplicando de que volviera, pero después caí en cuenta de que el sueño se terminó. Desperté un poco aturdido y miré a mi alrededor con una profunda decepción. Sentí que mi mano sujetaba algo y me di cuenta que era el mismo cuchillo que me dio aquel ser; solo que cubierto de sangre. Espantado, lo solté dejándolo caer al suelo. Me lavé las manos y la cara, busqué por mi cuerpo si tenía alguna herida; nada. Salí de mi habitación suspirando del miedo y encontré a mi madre en la sala viendo la televisión. Ella veía una noticia sobre el asesinato brutal de una chica hallada con apuñalamientos en su habitación.
Su nombre era Carolina Olivares, de veinticuatro años de edad; estudió conmigo en la secundaria. La recuerdo muy bien porque fue una de las personas que más me humilló en la vida; burlándose cruelmente de mi aspecto físico y mi forma de ser.
Al ver la noticia, me quedé inerte como una estatua y el aliento de mi garganta se escapó. «¿Acaso fui yo? ¿Yo la maté? ¡Eso es imposible!», pensaba en tortuosas suposiciones, luego terminé en argumentar que el cuchillo ensangrentado fue pura casualidad. Me calmé. Seguí con mi rutina y continué el día como siempre.
Al llegar la hora de dormir, no dejaba de pensar en la extraordinaria sensación que el beso de esa criatura me otorgó. Quería experimentarlo de nuevo y pensé en eso hasta que me quedé dormido.
De repente, quedé sumido entre nubes; eran como enormes almohadones flotantes muy suaves al tacto. Sentí a alguien abrazándome por detrás y era Ella. Sus manos se deslizaban por mi pecho y abdomen como dos seductoras serpientes. Acercó su rostro al mío, de nuevo reveló sus labios y me dio otro de sus magníficos besos.
No sé cómo explicar lo que sentía; era como si un fuego me quemara, pero sin dejar ningún tipo de dolor; solo placer. Era como si todas mis frustraciones y rabias quedaran satisfechas volviéndose cenizas, y acto seguido a la escena, yo terminaba extasiado de placer. Esta vez, Ella colocó una pistola en mi mano y después se marchó.
Cuando desperté, esa misma arma estaba junto a mí. Mis ojos se desorbitaron y temblé de miedo. ¡Definitivamente todo esto es real! Salí a la sala y vi a mi madre espantada frente al televisor.
—¡Ay, hijo! ¡Parece que hay un asesino serial suelto, ten mucho cuidado cuando salgas a la calle! —Dijo ella, mientras yo tragaba una bocanada de saliva. No dije nada y asentí con la cabeza.
Esta vez, las noticias informaban sobre la muerte de un joven a orillas del bosque. Con tres disparos en su cuerpo: uno en la frente y dos en el pecho. El nombre de la víctima era Nicolás Chárter, de veintiséis años, lo conocía muy bien; de hecho, fue una de las personas que más me fastidió en la universidad.
Estaba asustado, pero a la vez sentí un alivio; era como si todo eso que tenía guardado por fin consiguiera deleite. Sonreí secretamente y los miedos se disiparon; reemplazados por un deseo de venganza insaciable. Me han conocido con muchos sobrenombres, pero ahora gracias a mi amante, me conocerán por un apodo mucho peor.
FIN
It is not enough to have good ingenuity; the main thing is to apply it well.
— René Descartes
Ever since I was a child, I have always been teased about my physical appearance. The whispers about my ugliness wandered around me like crowds of smiling, hurtful people. As a child, I was gossiped about by my aunts; they would whisper about my averted eyes and crooked teeth.
As a teenager, I was called "the kook" because I looked like a caricature with my high-magnifying glasses, my short, overcoiffed hair, and my braces that made me look like an attempt at Frankenstein.
In adulthood, I was called "The Thing", I walked with a limp like an Igor or a Quasimodo because of my uneven feet. I had many allergies that made my nose run like a faucet, and people were made uncomfortable by my twisted smile and uncoordinated eyes. Although I always did very well academically, after I finished college I had a hard time getting a job because of my physical appearance.
I was used to the teasing and name-calling all my life, but there were times when it got to me and my mind wandered in anger and frustration. One day, my feelings in supplication invoked an entity as I navigated the subconscious of sleep. I will refer to it with the pronoun "She," for I was unsure of her sex.
She dressed like a Greek muse with a gleaming bronze spear in her left hand. Her defined muscles stood out in all the splendor of her huge body, causing me intimidation and bewilderment. Her face was covered by a white scarf with a hole that exposed one of her eyes. The gleam of her pupil shot straight into the center of my eyes forcing them to adjust and become coordinated.
She approached me; tall and imposing. She grabbed me with one of her strong arms and joined my body to hers. She lifted her scarf a little from her face revealing her beautiful full lips, and kissed me, right on the mouth; a very passionate, ardent and extensive one. No one had ever kissed me like that, in fact, no one had ever kissed me before in my life.
He placed a knife in my hand and then gracefully walked away. I held out my arm pleading for him to come back, but then it dawned on me that the dream was over. I woke up a little groggy and looked around in deep disappointment. I felt my hand holding something and realized it was the same knife that being gave me; only covered in blood. Frightened, I dropped it and let it fall to the ground. I washed my hands and face, I searched my body to see if I had any wounds; nothing. I left my room sighing with fear and found my mother in the living room watching TV. She was watching the news about the brutal murder of a girl found stabbed to death in her room.
Her name was Carolina Olivares, twenty-four years old; she studied with me in high school. I remember her very well because she was one of the people who humiliated me the most in life; cruelly mocking my physical appearance and my way of being.
When I saw the news, I remained inert like a statue and the breath in my throat escaped. "Was it me? Did I kill her? That's impossible!", I thought in tortuous suppositions, then ended up arguing that the bloody knife was pure chance. I calmed down. I went about my routine and continued the day as usual.
When it was time to go to sleep, I kept thinking about the extraordinary sensation that the creature's kiss gave me. I wanted to experience it again and I thought about it until I fell asleep.
Suddenly, I was engulfed in clouds; they were like huge floating pillows, very soft to the touch. I felt someone hugging me from behind and it was Ella. Her hands slid across my chest and abdomen like two seductive snakes. She brought her face close to mine, again revealed her lips and gave me another of her magnificent kisses.
I don't know how to explain what I felt; it was as if a fire was burning me, but without leaving any pain; only pleasure. It was as if all my frustrations and anger were satisfied by turning to ashes, and immediately after the scene, I ended up ecstatic with pleasure. This time, she placed a gun in my hand and then left.
When I awoke, that same gun was next to me. My eyes bugged out and I trembled with fear - this is definitely all real! I went out into the living room and saw my mother freaking out in front of the TV.
-Oh, son, there seems to be a serial killer on the loose, be very careful when you go out on the street! -She said, as I swallowed a mouthful of saliva. I said nothing and nodded my head.
This time, the news reported the death of a young man at the edge of the forest. With three shots in his body: one in the forehead and two in the chest. The victim's name was Nicolas Charter, twenty-six years old, I knew him very well; in fact, he was one of the people who annoyed me the most in college.
I was scared, but at the same time I felt a sense of relief; it was as if all that stuff I had been holding back was finally getting delight. I smiled secretly and the fears dissipated; replaced by an insatiable desire for revenge. I have been known by many nicknames, but now thanks to my lover, I will be known by a much worse nickname.
THE END
Texto traducido con Deepl | Text translated with Deepl
Esta es mi participación al reto Hispaliterario 19 invito a @vikvitnik y a @juniorgomez a participar.
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Saludos @universoperdido hermosa historia es importante buscar ayuda y apoyo para superar las emociones negativas y construir una autoestima saludable. El bullying puede tener un impacto duradero en la vida de una persona, pero es posible superarlo y encontrar la felicidad y satisfacción en la vida, siempre es un placer leerte
Saludos, tienes toda la razón amiga. Cuando dejas que todos esos sentimientos se queden ahí acumulados, llegará un día en que explotarás, no solo de manera externa sino interna también. Gracias por leerme, me alegra que te haya gustado mi historia.
Un relato en el que una persona que sufría todo tipo de burlas comienza a perder la razón hasta aceptar que quería saciar sus deseos de venganza sobre quienes lo torturaban en todas las etapas de su vida. Con la aparición de la amante, sus deseos se podían volver realidad de una manera jamás imaginada por él.
Me gustó mucho este relato, tanto por la intensidad como por la forma en que está escrito. Es realmente un placer leer tus escritos literarios.
Por cierto, gracias por tenerme en cuenta para participar en el Hispaliterario.
Gracias @vikvitnik para esta historia tenía varias tramas, pero está me gustó más. También es un placer para mí leer tus opiniones. Saludos y que bueno que te has animado a participar.
Que increíble historia, corta pero muuuy intensa😳..me encantó leerla, y me aterra pensar lo que le depararán a las próximas víctimas, creo que este tipo de personas nunca se imaginan los efectos y las consecuencias que tendrán al tener este tipo de conductas hacia la apariencia o condición física de los demás, como el suicidio o futuros asesinos como el protagonista. Gracias por compartir tu talento amigo @universoperdido un gusto como siempre!!🤗💖
Ciertamente, el bullying es algo que se debe de erradicar, repercute no solo internamente, sino también de manera externa. Gracias por leer mi historia, ha sido un placer.
I like your story. Where the young man after his companions called them by different nicknames, in that dream he tasted revenge, putting on a new one "La Aleta". Have a happy afternoon
Thanks for your comment, my friend. I'm glad you liked my story. Happy afternoon to you too.
Que cuento más impactante. Me quedé con deseos de seguir leyendo más. Me gustó mucho el suspenso que tiene la historia...
Saludos!
Gracias, quería llevarlo todo a una perspectiva escalofriante y veo que lo he logrado. Gracias por leerme y por tu comentario.
¡Saludos!
Un relato certero, centrado, con la tensión necesaria para mantenernos a la expectativa; muy bien utilizado el recurso del sueño para combinar realidad y ficción.
@tipu curate 2
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¡Muchas gracias por el comentario y el apoyo @jesuspsoto ! ¡Saludos!
Tus relatos nunca dejan de sorprenderme. La trama de la historia además de ser muy vigente está muy bien construida y la desarrollas con maestría.
Saludos y mucho éxito!
Gracias, amigo, tu comentario me alegra el día.
¡Saludos y éxitos para ti también!