[ESP-ENG] EL SEÑOR DE LOS GATOS (II)
Foto de Alexandre Debiève en Unsplash
Toda vida humana tiene algo único. Algo que uno prepara durante mucho tiempo, algo que cuida, que va formando poco a poco, que mima.
Every human life has something unique. Something that you prepare for a long time, something that you take care of, that you shape little by little, that you pamper.
— Sándor Márai
E S P A Ñ O L
SEGUNDA PARTE
Han pasado varios años ya desde aquella horrible tragedia, en la que Paulina presenció el cadáver de su marido consumido de una manera atroz. Su hijo, quien es rodeado por sombras perversas e incólumes, se pasea libremente por los caminos de la Tierra. Ella, confinada a un sanatorio de alta seguridad, no puede olvidar los traumas; se manifiestan en espantosas pesadillas, en las que casi siempre termina gritando como aquella noche donde todo ocurrió. Los psiquiatras la dopan con calmantes y la dejan dormida de nuevo; hundida en ese abismo de recuerdos llenos de maldad y odio.
Damián, al ser huérfano y menor de edad, quedó bajo el cuidado del Orfanato de San Jaín, a cientos de kilómetros del pueblo donde vivía. No pasó ni un mes desde su estadía en que las personas del lugar quedaran embelesadas por su personalidad y habilidades. Ya no era un niño de ocho años, ahora era un adolescente con genialidades y talentos que persuadían a las personas que lo rodeaban. Demostraba gran derroche en las artes plásticas, en la literatura, en la música y hasta el dramatismo teatral. Su inteligencia pisaba los terrenos de la filosofía y las ciencias, comprendiendo estos conocimientos y explicándolos con facilidad; como si se tratara de un erudito académico con grandes doctorados.
Su inteligencia dotada llamó la atención de varias familias que quedaron intrigadas por su prodigiosa personalidad, sin embargo, Damián las rechazaba, pues decía que estaba esperando a la familia adecuada. El favoritismo hacia él provocó la envidia de algunos chicos del orfanato, quienes miraban a Damián con desprecio; más que un rival, era para ellos una amenaza, y anhelaban en lo más profundo de sus corazones que se largara del lugar.
Entre ellos estaban Carolina y Fernando, dos gemelos adolescentes que miraban a Damián con celos, pero en el fondo lo admiraban pues sus talentos eran maravillosos, sin embargo, no podían permitirse adularlo como el resto de las personas dentro y fuera del orfanato. A pesar del mal que yacía dentro de esas paredes, la vida allí fue tranquila, pero cuando Damián cumplió quince años, algo en él volvió a despertar, y comenzó a poner en practica aquellas habilidades ocultas que esgrimía de niño.
Mientras tanto, Paulina fue liberada por haber cumplido su sentencia. Habían pasado siete años ya, en su rostro parecía haber quedado cicatrices de aquel horrible día. Pasó sus últimos minutos confinada en completa calma, mientras era reorientada lentamente en la sociedad. En ese papel de mujer tranquila rehabilitada, investigó por su cuenta el paradero de su hijo Damián. Precavida, encontró información en el periódico de un niño prodigio con muchos talentos; una pista concreta, y decidió finalmente ir hasta el orfanato antes de que sea demasiado tarde.
Una noche, todo volvió a ocurrir. La luna había adquirido un color similar al oro. El viento y su densidad se sentía diferente y las sombras parecían tragar los distintos senderos hacia el orfanato, luego de ellas emergieron formas felinas y palpables, que se acercaban sigilosas a las ventanas y puertas del lugar. El llamado casi imperceptible de los maullidos de los gatos fue escuchado por Damián, preparado para el momento de probar sus nuevas habilidades. Se sentía ansioso y excitado durante ese punto de la noche, y los gatos compartían esa euforia; el potente sentimiento de su señor.
Fue Carolina quien descubrió el inicio de una catástrofe que amenazaba la vida de todos. Despertó porque sentía una sensación que la estrangulaba, trató de despertar a su hermano, pero este estaba profundamente dormido. Salió de la habitación hasta la sala donde pudo encontrar a Damián parado frente a la gran ventana. Su primera reacción fue acercarse, pero se detuvo, pues sentía que algo muy raro estaba pasando.
Empezó a escuchar gritos que provenían de las habitaciones del lugar; unos eran de niños, otros de adultos, y estos eran tan terribles que provocaron que Carolina quedara paralizada. Sintió una mano en su hombro repentinamente y una mano que tapaba su boca: era su hermano, Fabio, quien poseía en sus ojos un horror punzante.
—¡Debemos irnos de aquí, ahora! —musitó Fabio con la voz quebrada—. ¡Los… los gatos… están por todas partes! ¡Ay que irnos ya!
En ese momento, decenas de gatos, con las patas y los hocicos manchados de sangre, bajaban por las escaleras hasta la sala para encontrarse con Damián, el cual tenía un aspecto diferente en su mirada; los chicos notaron que era algo monstruoso y humano a la vez, algo difícilmente de describir. Damián posó su mirada en ellos, al parecer eran los únicos del orfanato que habían sobrevivido. Los chicos no tenían escapatoria, pues se hallaban rodeados de gatos y casi tenían a Damián enfrente. Comenzaron a llorar y suplicar que no les hiciera daño, pero ya era demasiado tarde, el destino de ambos estaba sentenciado.
De repente, emergiendo entre las sombras, apareció Paulina con un cuchillo en mano que clavó en la espalda de Damián; atravesándolo. El demonio emitió un sonido estruendoso y espeluznante, que despertó las pesadillas de los testigos incautos. Los gatos comenzaron a bufar al unísono y empezaron a retorcerse y a comportarse de manera agresiva.
—¡Vengan conmigo, ya! —Gritó Paulina a los gemelos, y estos obedecieron inmediatamente impulsados por el miedo y las ganas de sobrevivir.
Salieron del orfanato todos juntos, alejándose muchos metros de distancia. La tierra comenzó a temblar y el cielo adquirió un tono purpura y negro a la vez. Paulina y los gemelos voltearon sus miradas hacia el orfanato, y observaron espantados una gran sombra con forma de felino, que se extendía como una nube evocando un maullido estremecedor. También observaron a los gatos huyendo del lugar hacia todas las direcciones, mientras el edificio se corroía por la intensa maldad.
Repentinamente, todo se calmó, pues la bruma se contrajo y volvió a los interiores del orfanato. Paulina huyó con Carolina y Fabio y estos jamás volvieron a ese sitio. Al día siguiente, las autoridades y los médicos investigaron el edificio. Encontraron los cadáveres desgarrados de los niños y los empleados residentes, también de la directora del orfanato; todos encontrados en sus camas. El caso fue tan perturbador, que el Estado tuvo que intervenir directamente. Las autoridades sospecharon de Paulina, pero hubo algo más que llamó la atención: el cuerpo de tres chicos no se encontraba en ninguna parte, sabemos perfectamente que Carolina y Fabio huyeron con Paulina, pero, ¿qué pasó con el cuerpo de Damián?
FIN
E N G L I S H
PART TWO
Several years have already passed since that horrible tragedy, in which Paulina witnessed the corpse of her husband consumed in an atrocious way. Her son, who is surrounded by perverse and unscathed shadows, wanders freely along the roads of the Earth. She, confined to a high-security sanatorium, cannot forget the traumas; they manifest themselves in dreadful nightmares, in which she almost always ends up screaming like that night where it all happened. Psychiatrists doped her with painkillers and left her asleep again; sunk in that abyss of memories full of evil and hatred.
Damian, being an orphan and a minor, was left under the care of the San Jain Orphanage, hundreds of kilometers away from the town where he lived. It was not even a month into his stay that the local people were enraptured by his personality and abilities. No longer an eight-year-old boy, he was now a teenager with genius and talents that persuaded the people around him. He was a great showman in the plastic arts, in literature, in music and even in theatrical dramatics. His intelligence treaded the grounds of philosophy and the sciences, understanding this knowledge and explaining it with ease; as if he were an academic scholar with great doctorates.
His gifted intelligence attracted the attention of several families who were intrigued by his prodigious personality, however, Damien rejected them, as he said he was waiting for the right family. The favoritism towards him provoked the envy of some of the kids at the orphanage, who looked at Damian with contempt; more than a rival, he was a threat to them, and they longed in their hearts for him to leave the place.
Among them were Carolina and Fernando, two teenage twins who looked at Damien with jealousy, but deep down admired him because his talents were wonderful, however, they could not afford to flatter him like the rest of the people inside and outside the orphanage. Despite the evil that lay within those walls, life there was peaceful, but when Damien turned fifteen, something in him reawakened, and he began to put into practice those hidden abilities he wielded as a child.
Meanwhile, Paulina was released for having served her sentence. Seven years had already passed, and her face seemed to have scars from that horrible day. She spent her last minutes confined in complete calm, while she was slowly reoriented in society. In this role of a quiet woman rehabilitated, she investigated on her own the whereabouts of her son Damien. Cautious, she found information in the newspaper about a child prodigy with many talents; a concrete clue, and finally decided to go to the orphanage before it was too late.
One night, it all happened again. The moon had taken on a gold-like color. The wind and its density felt different and the shadows seemed to swallow the various paths to the orphanage, then from them emerged feline and palpable forms, creeping towards the windows and doors of the place. The almost imperceptible call of the cats' meows was heard by Damien, ready for the moment to test his new skills. He felt anxious and excited during that point of the night, and the cats shared that euphoria; the potent feeling of their master.
It was Carolina who discovered the beginning of a catastrophe that threatened everyone's lives. She woke up because she felt a strangling sensation, she tried to wake her brother, but he was sound asleep. She went out of the room to the living room where she could find Damien standing in front of the big window. Her first reaction was to approach him, but she stopped herself, as she felt that something very strange was going on.
She began to hear screams coming from the rooms of the place; some were from children, others from adults, and these were so terrible that they caused Carolina to be paralyzed. She suddenly felt a hand on her shoulder and a hand covering her mouth: it was her brother, Fabio, who had a piercing horror in his eyes.
-We must get out of here, now! -The... the cats... are everywhere! We must go now!
At that moment, dozens of cats, their paws and snouts stained with blood, were coming down the stairs to the living room to meet Damien, who had a different look in his eyes; the boys noticed that it was something monstrous and human at the same time, something difficult to describe. Damien rested his gaze on them, apparently they were the only ones from the orphanage who had survived. The boys had no escape, for they were surrounded by cats and Damien was almost in front of them. They began to cry and beg him not to hurt them, but it was too late, their fate was doomed.
Suddenly, emerging from the shadows, Paulina appeared with a knife in her hand and plunged it into Damian's back, piercing him. The demon emitted a thunderous and horrifying sound, which awakened the nightmares of the unwary witnesses. The cats began to snort in unison and began to squirm and behave aggressively.
-Come with me, now! -Paulina shouted to the twins, and they immediately obeyed, driven by fear and the will to survive.
They left the orphanage all together, walking many meters away. The earth began to tremble and the sky took on a purple and black hue at the same time. Paulina and the twins turned their gazes towards the orphanage, and watched in horror as a large shadow in the shape of a feline spread out like a cloud, evoking a shuddering meow. They also observed the cats fleeing the place in all directions, while the building was corroded by the intense evil.
Suddenly, everything calmed down, as the mist contracted and returned to the interiors of the orphanage. Paulina fled with Carolina and Fabio and they never returned. The next day, the authorities and doctors investigated the building. They found the torn bodies of the children and the resident employees, as well as the director of the orphanage, all found in their beds. The case was so disturbing that the state had to intervene directly. The authorities suspected Paulina, but there was something else that caught their attention: the bodies of three children were nowhere to be found, we know perfectly well that Carolina and Fabio fled with Paulina, but what happened to Damian's body?
THE END
Escrito por @universoperdido. 23 de Junio del 2022
Written by @universoperdido. June 23, 2022
Other stories of my authorship | Otros relatos de mi autoría
¿Eres escritor? ¿No encuentras un lugar adecuado para colocar tus trabajos literarios? Unete a Literatos, una comunidad en Hive donde puedes publicar tus cuentos, poemas, ensayos literarios y novelas inéditos de tu propia autoría.
Toda la vida humana tiene algo único. Algo que uno prepara durante mucho tiempo, algo que cuida, que va formando poco a poco, que mima.
!Me ha encantado!
Gracias por leer @doriantaylor y tienes razón, todo se va gestando hasta que explota.