(ESP/ENG) Disfrutando el clásico del béisbol cubano en el Estadio Latinoamericano

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Antesala

Uno de los privilegios que me han dado los play off semifinales del béisbol en Cuba es poder disfrutar del clásico del béisbol cubano, el encuentro emblemático de este deporte y que más se disfruta a lo largo y ancho del país.

Es cierto que muchos que no son de estos dos equipos quieren que sus equipos ganen el campeonato, pero si usted hace una encuesta y pide la final soñada en nuestro torneo la inmensa mayoría va a decir que el enfrentamiento sea entre Santiago de Cuba e Industriales.

Cuando eso sucede el país se divide en dos: Oriente y Occidente. De una parte, los que le van a Santiago de Cuba que representa a la región oriental y de la otra Industriales representando a la región occidental del país. Y, en esta ocasión no pude disfrutarlos en una final, pero sí en una semifinal, lo que no es problema alguno porque estos equipos se enfrentan a matar o morir, en cada uno de sus encuentros.

Pero, la publicación de hoy no es para analizar el play off de estos equipos, quizás lo haga en una publicación posterior, sino, valorar el encuentro por dentro: el estadio, las aficiones, las iniciativas por cada una de las aficiones, las ofertas, los cánticos y todo lo demás que hace posible que veamos esa maravilla deportiva llamada béisbol.

Breve Historia competitiva y resultados

Cuando se revisa la historia del béisbol cubano estás en presencia de dos de los equipos que más torneos nacionales han ganado y en el caso de Industriales es el equipo con más trofeos en sus vitrinas.

Grandes jugadores de la pelota nacional han pasado por estos clásicos y nombres como los de Braudilio Vinent, Antonio Pacheco, Orestes Kindelán, Manuel Alarcón, Elpidio Mancebo por los orientales o los de Pedro Chávez, Rey Vicente Anglada, Pedro Medina, Agustín Marquetti, Santiago Changa Mederos, Armando Capiró por los Industriales servirían para entender la calidad de los clásicos beisboleros cubanos.

Es cierto que ya no están esos nombres ilustres, pero la rivalidad se mantiene y la entrega sin límites presiden los encuentros deportivos.

Comprando la entrada al estadio

Cuando llegué al estadio tuve que comprar las entradas para poder pasar. Es cierto que el precio es simbólico y que no había muchas personas en la cola, pero al entrar al estadio todos los palcos estaban ocupados, por lo que tuve que ir para las gradas, como decía mi papeleta.

Las aficiones

Una vez dentro del estadio vino uno de los dilemas de todo el que va al Estadio Latinoamericano: ¿Dónde sentarse?, pues cuando se juega el clásico hay dos opciones: O eres de Santiago o eres de Industriales.

En mi caso, es verdad que vivo en La Habana, donde juegan los Industriales, pero mi equipo de Las Tunas es de la parte oriental del país y Santiago es quien representa a esa área geográfica del país. La decisión fue la siguiente: como andaba solo estaría una parte del juego en la parte de primera base donde jugaba el equipo visitador (Santiago de Cuba) y después estaría en la parte de tercera base donde jugaba el equipo de casa (Industriales)

Iniciativas por bandos.

No muchas iniciativas se presentaban por parte del estadio, pero, los aficionados de uno y otro bando imaginaban canciones, coros, frases que hacían reír a los más serios aficionados. De igual manera, cuando uno de los equipos iba a consumir su turno al bate comenzaba la conga de ese equipo como una manera de alentar a sus peloteros.

Por una cuestión de respeto o regla no escrita la otra afición aguardaba en silencio y solo gritaba si su equipo a la defensa sacaba un out, se hacía una gran jugada o el pitcher ponchaba a algún bateador.

Los cánticos de uno y otro lado.

Algo que embellece estos clásicos son los famosos cánticos. Hay uno en particular que es legendario y lo corean los equipos orientales. Resulta que a los Industriales les dicen los Leones de la capital y como saben los leones rugen. Pues bien, cuando a los lanzadores de Industriales le batean o el equipo está perdiendo los aficionados corean: Ruge Leona, Ruge Leona.

Sin embargo, en esta ocasión escuché una respuesta de los aficionados industrialistas que no había escuchado y que seguro fue fruto del ingenio popular y decían: Chicharritas, Chicharrones, Industriales, los campeones.

Los niños y sus padres.

Una de las cosas que más me llamó la atención fue la gran cantidad de niños que había en el estadio presenciando el juego acompañados de sus padres. Esto me hizo acordar la etapa en que mi papá me llevaba al estadio para ver los juegos de béisbol.

La piel en el terreno.

Presencié un juego de béisbol peleado y, más allá del resultado final y los errores cometidos por uno y otro equipo lo que no faltó fue entrega y pelea por la camiseta. Cuando le pregunté a uno de los peloteros cómo sería ese clásico me respondió: Será un play off de vida o muerte y seguro que cada jugador dejará la piel en el terreno.

¿Qué le faltó a este encuentro para que fuera un espectáculo de más calidad?

Se debiera pensar en la venta de franelas, gorras y otros suvenires con los emblemas y colores representativos de ambos equipos. De esta manera los aficionados situados en la grada de los orientales pintarían el estadio de rojo y negro y en el otro lado estría representado el azul de los industriales.

Entre innings se pueden hacer iniciativas variadas que hagan más amena la estancia en el juego y variar las motivaciones de los aficionados.

Un comentario final

Es cierto que nuestro deporte nacional atraviesa por una crisis estructural y el béisbol no escapa de ella. Pero, cuando uno aprecia espectáculos como este se da cuenta que este, más que un deporte significa sentimiento y tradiciones, costumbres y cultura, pasiones y emociones. Lo vivido en este clásico me reflejó eso y mucho más.

Nota: Las fotos fueron tomadas con mi teléfono Samsung J2 y utilicé el traductor DeepL Translate.

ENGLISH

Before the game

One of the privileges that the semifinal play-offs of baseball in Cuba have given me is to be able to enjoy the classic of Cuban baseball, the emblematic encounter of this sport and the one that is most enjoyed throughout the length and breadth of the country.

It is true that many who are not from these two teams want their teams to win the championship, but if you make a poll and ask for the dream final in our tournament the vast majority will say that the confrontation is between Santiago de Cuba and Industriales.

When that happens, the country is divided in two: East and West. On the one hand, those who go to Santiago de Cuba representing the eastern region and on the other Industriales representing the western region of the country. And, on this occasion I could not enjoy them in a final, but in a semifinal, which is not a problem because these teams face each other to kill or die, in each of their matches.

But, today's publication is not to analyze the play off of these teams, maybe I will do it in a later publication, but to value the game from the inside: the stadium, the fans, the initiatives by each of the fans, the offers, the chants and everything else that makes it possible for us to watch this sporting wonder called baseball.

Brief Competitive History and Results

When you review the history of Cuban baseball you are in the presence of two of the teams that have won more national tournaments and in the case of Industriales is the team with more trophies in their trophy cabinets.

Great players of the national baseball have played in these classics and names like Braudilio Vinent, Antonio Pacheco, Orestes Kindelán, Manuel Alarcón, Elpidio Mancebo for the Easterners or Pedro Chávez, Rey Vicente Anglada, Pedro Medina, Agustín Marquetti, Santiago Changa Mederos, Armando Capiró for Industriales would serve to understand the quality of the Cuban baseball classics.

It is true that those illustrious names are no longer there, but the rivalry remains and the unlimited dedication presides over the sporting matches.

Buying a ticket to the stadium

When I arrived at the stadium I had to buy tickets to get in. It is true that the price is symbolic and that there were not many people in line, but when I entered the stadium all the boxes were occupied, so I had to go to the stands, as my ticket said.

The fans

Once inside the stadium came one of the dilemmas of everyone who goes to the Estadio Latinoamericano: where to sit, because when the classic is played there are two options: Either you are from Santiago or you are from Industriales.

In my case, it is true that I live in Havana, where Industriales play, but my team from Las Tunas is from the eastern part of the country and Santiago represents that geographical area of the country. The decision was as follows: as I was walking I would only play part of the game at first base where the visiting team (Santiago de Cuba) was playing and then I would be at third base where the home team (Industriales) was playing.

Initiatives by sides

Not many initiatives were presented by the stadium, but, the fans of both sides imagined songs, choruses, phrases that made the more serious fans laugh. Likewise, when one of the teams was about to take its turn at bat, the conga of that team would start as a way to encourage their players.

As a matter of respect or an unwritten rule, the other fans would wait in silence and would only yell if their team's defense got an out, made a great play or the pitcher struck out a batter.

The chants from both sides

Something that embellishes these classics are the famous chants. There is one in particular that is legendary and is chanted by the Eastern teams. It turns out that the Industriales are called the Leones de la capital and as you know the lions roar. Well, when Industriales pitchers get hit or the team is losing the fans chant: Ruge Leona, Ruge Leona.
However, on this occasion I heard a response from the Industriales fans that I had not heard before and that was surely the result of popular ingenuity: Chicharritas, Chicharrones, Industriales, the champions.

The children and their parents

One of the things that caught my attention was the large number of children in the stadium watching the game accompanied by their parents. This reminded me of the time when my dad used to take me to the stadium to watch baseball games.

The skin on the field

I witnessed a hard-fought baseball game and, beyond the final score and the mistakes made by one team or the other, what was not lacking was commitment and fighting for the jersey. When I asked one of the players how this classic would be, he answered: "It will be a life or death play-off and I am sure that every player will leave their skin on the field.

What was missing from this game to make it a higher quality spectacle?

We should think about selling T-shirts, caps and other souvenirs with the emblems and representative colors of both teams. In this way, the fans located in the stands of the Easterners would paint the stadium in red and black and on the other side the blue of the Industrialists would be represented.

Between innings, various initiatives can be carried out to make the stay at the game more enjoyable and to vary the motivations of the fans.

A final comment

It is true that our national sport is going through a structural crisis and baseball does not escape it. But, when one appreciates shows like this one, one realizes that this, more than a sport, means feelings and traditions, customs and culture, passions and emotions. What I experienced in this classic reflected that and much more.

Note: The photos were taken with my Samsung J2 phone and I used the translator DeepL Translate.



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Nada mejor como observar el deportes que nos gusta en viví, insitu. Por lo visto la paso muy bien y eso es lo importante. Gracias por compartir tu experiencia con nosotros en este espacio deportivo.

¡Saludos!

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Así es @franz54. Y la buena noticia es que podré disfrutar de la final, al menos 3 partidos, en vivo también porque el equipo de la provincia donde vivo va a discutir la final. Gracias por sus palabras de aliento. Salud y saludos.

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El béisbol cubano es uno de los mejores del mundo de eso no hay duda. Para muestra los grandes ligas que tienen en la actualidad

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Muchas gracias por leer la publicación y por su comentario. Es cierto Lo que dices sobre la calidad de nuestro béisbol. Cuando se mira la historia del mejor béisbol del mundo hay varios latinos en esa lista y dentro de ellos están los cubanos. Bendiciones para usted y los suyos. Salud y saludos.

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