A European migrant beggar manages to get a job in 1933 during the time of the Great Depression, having the responsibility of managing and caring for a movie theater on the verge of bankruptcy while struggling with his health problems

   En la época de la gran depresión de los Estados Unidos, este obrero recorre las solitarias calles de la ciudad en busca de alimento, o al menos la posibilidad de encontrar un trabajo que le asegure un bajo ingreso para mantenerse en medio de la crisis, como inmigrante europeo, su labor es mucho más ardua, ya que las grandes empresas prefieren conferir los puestos a obreros norteamericanos y sobre todo a los que tienen familia. Sin embargo, siempre existen lugares que requiera de la mano de obra barata de alguien solitario que esté dispuesto a asumir las responsabilidades que nadie más quiere. El gélido aire invernal se introduce lentamente hasta los pulmones de Anthony, disminuidos por tantos años de fumar cigarrillos, tornando su piel azulada ante la falta de oxígeno lo cual le ha hecho merecedor del apodo de Blue, además su condición le impide realizar tareas forzadas en los pocos espacios de construcciones que dominan los sindicatos de la mafia, con los cuales tiene afinidad por su sitio de procedencia.

  El Scenic Theater de Dakota del Norte, fue en sus tiempos uno de los cines más resaltantes reflejando la llegada de la modernidad, pero la fuerte crisis económica también afecta sus escenarios dejándolo sin público, prácticamente abandonado y al borde de la quiebra, en este terrible año de 1933, donde la intensidad del hambre en las calles dejaba fuera del aparato productivo a todos los sitios destinados al entretenimiento, la sala de proyecciones decidió eliminar a casi todo su personal, viéndose obligada a contratar a alguien que trabajara por un porcentaje de la entrada sustituyendo a un sueldo, ya que no podían asegurar el público suficiente para cubrirlo. Este fue un empleo que le cayó como anillo al dedo a Anthony, quien se encargaría desde ese momento de las funciones de la tarde y la noche, obligando además a limpiar por completo el cine antes de cerrarlo, luego de la última proyección.

  El cinema como bien se lo habían advertido, era un lugar desolado, en la tarde la taquilla era de unas 15 personas; en las películas nocturnas se convertía en algo mucho peor, asistían menos de 10 normalmente; casi todos borrachos deprimidos que no encontraban un mejor sitio para desahogar sus angustias, hombres pervertidos para masturbarse en los asientos, intentando espiar a las parejas que se escondían en las zonas oscuras del cine para hacer el amor, ante la ausencia de hoteles baratos disponibles, definitivamente este espacio reunía toda clase de comportamientos reprochables de la fauna humana, expuestos a la ausencia de dinero más brutal de la que se tenga registros en la historia del país. Finalmente, la última función ha terminado y el dependiente se dispone a limpiar todo el desastre de las alfombras una vez más, con el objeto de dejar todo a tono para el día siguiente, pero esta noche parece radicalmente distinta, el ambiente repentinamente toma un aire siniestro que le causa un extraño sentimiento de angustia a Blue, durante el barrido de la basura en la alfombra bajo la penumbra.

  En su caso, es normal tener mareos esporádicos por la ausencia de oxígeno en su cerebro a consecuencia del enfisema pulmonar que lo está matando lentamente, pero lo que le sobrevino hoy, fue un torbellino que lo derribó en una silla mientras todo a su alrededor daba vueltas como un carrusel, en el evento se manifestó muy cerca de su oído una voz susurrante que le hablaba muy bajo cuando se encuentra inmóvil desplomado en el asiento intentando respirar de manera forzada, a los pocos segundos, siente como una mano helada con filosas uñas se mueve por su cuello de un lado a otro crujiendo los huesos iguales a una cascabel, como si quisiera pintarle una sonrisa al mismo tiempo que lo hería superficialmente, la cosa a sus espaldas se acercó mucho más a su oreja mientras Anthony se estremecía impotente frente a un hecho tan atroz, fue cuando una lengua delgada, seca y carrasposa que se desplazaba por el contorno de su pabellón auditivo como si lo estuviera saboreando, introduciendo un sentimiento tan espantoso dentro de su ser que inevitablemente se orinó en los pantalones, esperando que todo el evento finalizara cuando se produjo una carcajada espantosa.

  Apenas pudo recuperar el control de su cuerpo, el responsable del cine se levantó gritando de desespero, mientras observaba su piel erizada y sus manos temblorosas, buscando la llave adecuada para abrir la puerta consiguiendo salir de allí lo más pronto que pudo, jurando nunca más volver. No obstante, al encontrarse en la soledad de las calles oscuras, recordó lo terrible que sería regresar a la indigencia nuevamente, en definitiva un hecho que no podría permitirse, ya estaba consciente de que su tiempo de vida se acortaba y no quería morir junto a un contenedor de basura en medio de la nada, viendo como su cadáver sería devorado por perros hambrientos, como ha relatado el periódico era la forma de fallecer de los mendigos. Sin más alternativas, esa noche se alojó en un refugio de la iglesia católica, aprovechando la oportunidad para hallar calma en la confesión que le hizo a un sacerdote sobre lo ocurrido, quien no le creyó ni una sola palabra, estando ya acostumbrado a las alucinaciones de los borrachos que constantemente le llagan, pero al menos, le regaló agua bendita y un pasquín de rezos para que se sintiera más tranquilo.

  Nuevamente, regresó al cine para mantener su puesto a pesar del miedo, que se manifiesta internamente en todo su cuerpo como un sudor frío lleno de espasmos involuntarios en sus extremidades. Todo parecía estar normal nuevamente. Anthony pudo hacer su trabajo sin problemas esa noche, confiando en que las oraciones del pequeño libro le habían servido, pero cuando ya estaba por salir del local, escuchó la máquina de palomitas de maíz sonar explotando granos, cosa que lo hizo dudar antes de regresar a desconectarla, pensando en que tal vez solo dejó la hora en el reloj mal programada y se activó por error.

  Pero cuando llegó al puesto de golosinas se dio cuenta de que todo estaba apagado, entonces se colocó la mano sobre la boca por la impresión, percibiendo un pavor espeluznante que brotaba desde los descoordinados latidos de su corazón en tanto se giraba para regresar a la salida, solo para descubrir como un espectro con la forma de una alta sombra negra, vestida con una larga túnica y capucha se materializaba ante sus ojos, definiéndose en una horripilante cara de Esqueleto que solo extendió una mano huesuda resplandeciente de luz amarillenta, para sujetarlo y llevárselo arrastrando hacia la oscuridad, mientras gritaba y pataleaba, intentando en vano escapar de las garras de la muerte que vino a reclamar su alma.

Esta historia es ficticia y no representa a nadie en particular.

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  At the time of the Great Depression in the United States, this worker walked the lonely streets of the city in search of food, or at least the possibility of finding a job that ensures a low income to support him amid the crisis, as a European immigrant, his work is much more arduous, since large companies prefer to give jobs to American workers and especially to those who have families. However, there are always places that require the cheap labor of a loner who is willing to take on the responsibilities that no one else wants. The frigid winter air slowly creeps into Anthony's lungs, diminished by so many years of cigarette smoking, turning his skin blue from the lack of oxygen, which has earned him the nickname Blue. His condition prevents him from performing forced labor in the few construction spaces dominated by the Mafia syndicates, with which he has an affinity because of where he comes from.

  The Scenic Theater of North Dakota was in its time one of the most outstanding movie theaters reflecting the arrival of modernity, but the strong economic crisis also affects its stages leaving it without public, practically abandoned, and on the verge of bankruptcy, in this terrible year of 1933, where the intensity of hunger in the streets left out of the productive apparatus all the places destined to entertainment, the screening room decided to eliminate almost all its staff, being forced to hire someone to work for a percentage of the entrance fee replacing a salary, since they could not ensure enough public to cover it. This was a job that fell like a glove to Anthony, who from that moment on would be in charge of the afternoon and evening shows, forcing him to completely clean the theater before closing it, after the last screening.

  The cinema, as they had been warned, was a desolate place, in the afternoon the box office was about 15 people; in the evening movies it became much worse, less than 10 usually attended; almost all depressed drunks who could not find a better place to vent their anguish, perverted men to masturbate on the seats, trying to spy on the couples who hid in the dark areas of the cinema to make love, in the absence of cheap hotels available, definitely this space gathered all kinds of reprehensible behaviors of human fauna, exposed to the most severe lack of money of which there are records in the history of the country. Finally, the last show is over, and the clerk prepares to clean up the mess on the carpets once again, to leave everything in tune for the next day, but tonight seems radically different, the atmosphere suddenly takes on a sinister air that causes a strange feeling of anguish to Blue, during the sweeping of the garbage on the carpet under the gloom.

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  In his case, it is normal to have sporadic dizziness due to the absence of oxygen in his brain as a consequence of the pulmonary emphysema that is slowly killing him, but what happened to him today was a whirlwind that knocked him down in a chair while everything around him was spinning like a carousel, in the event, a whispering voice spoke very close to his ear, speaking to him very softly when he is motionless, slumped in the seat trying to breathe in a forced way, a few seconds later, he feels how an icy hand with sharp nails moves across his neck from one side to the other, crunching the bones like a rattle, as if it wanted to paint a smile on his face while superficially wounding him, the thing behind his back moved much closer to his ear as Anthony shuddered helplessly in the face of such a heinous event, that's when a thin, dry, raspy tongue moving along the contour of his pinna as if tasting him, introducing such a dreadful feeling inside his being that he inevitably peed his pants, waiting for the whole event to end when a frightening guffaw broke out.

  As soon as he was able to regain control of his body, the cinema manager stood up screaming in despair, as he watched his skin bristle and his hands tremble, searching for the right key to open the door managing to get out of there as soon as he could, vowing never to return. However, as he found himself in the loneliness of the dark streets, he remembered how terrible it would be to return to destitution again, definitely a fact that he could not afford, he was already aware that his time of life was shortening, and he did not want to die next to a dumpster in the middle of nowhere, watching as his corpse would be devoured by hungry dogs, as the newspaper has reported was the way beggars die. With no other alternatives, that night he stayed at a Catholic Church shelter, taking the opportunity to find calm in the confession he made to a priest about what had happened, who did not believe a single word of it, already accustomed to the hallucinations of drunks that constantly afflict him, but at least he gave him holy water and a prayer booklet to make him feel calmer.

  Again, he returned to the cinema to keep his seat despite the fear, which manifested itself internally throughout his body as a cold sweat filled with involuntary spasms in his limbs. Everything seemed to be normal again. Anthony was able to do his job without any problems that night, confident that the prayers in the little book had helped him, but as he was about to leave the premises, he heard the popcorn machine beep popping kernels, something that made him hesitate before going back to unplug it, thinking that maybe he just left the time on the clock wrongly programmed, and it was activated by mistake.

  But when he reached the candy stand he realized that everything was off, so he put his hand over his mouth in shock, sensing an eerie dread welling up from the uncoordinated beating of his heart as he turned to return to the exit, only to discover as a specter in the shape of a tall black shadow, dressed in a long robe and hood materialized before his eyes, defining itself in a horrifying Skeleton face that only extended a bony hand glowing with a yellowish light, to grab him and drag him away into the darkness, as he screamed and kicked, trying in vain to escape the clutches of death that came to claim his soul.

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This story is fictional and does not represent anyone in particular.

This is an Original Story written by @susurrodelmisterio for Hive

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