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Es difícil no pensar en los problemas, pero es fácil controlarlos. Siento que a veces estoy congelado, sentando en algún rincón, con mis dos manos sobre mi mandíbula, suspirando mientras contemplo como el resto del mundo se clava las garras. Me digo a mi mismo: se trata de una temporada y nada más. Todos dibujamos nuestros propios hilos de vida, pincelando sobre un lienzo que, aunque lo pintemos de miles de colores, siempre permanecerá en blanco. Entonteces no se trata del color, sino de lo que tú, en esencia, deseas dibujar.

Las estaciones van y vienen, se repiten en ciclos interminables, pero cada llegada de invierno o primavera nos deja un mundo distinto. Yo mismo he repasado mi vida en estos últimos días, ya en víspera de mis 25 años, y entonces reflexiono sobre lo complejo y tan bien ordenado que puede ser el universo, y sobre todo, sus criaturas. Tiempos pasajeros… tempestades que llagan y parecen no irse, veranos largos que relucen en la cúspide de un sol majestuoso donde habita la armonía, la paz… donde los problemas no existen. ¿Somos más que un puñado de polvo condenado a las cenizas? Yo, al menos, creo que sí…

Los tiempos pasajeros van y vienen, algunos son amargos y otros dulces, pero todos con algo en común: una lección de vida.

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Nunca fui muy hablador, siempre fui (y soy) un hombre callado, tímido, tal vez, de esos a los que les gusta la compañía de sí mismo y le da un verdadero aprecio al amor propio. Por supuesto que tengo amigos, algunos muy lejos, bueno… realmente casi todos están lejos. Me digo: ya será el día en que te encuentres con ellos. Mis compañeros de estudios en su mayoría decidieron emprender su viaje de oportunidades fuera del país, y, aunque una parte de mi quiere hacer lo mismo, la otra me retiene. ¿Será esta sensación pasajera? Me lo he preguntado por más de un año.

Pienso con calma antes de una decisión compleja. No todo se puede tomar a la ligera, sobre todo si tu bienestar está involucrado en ello. Antes de tomar cualquier elección analizo lo bueno y lo malo, pues como todos sabemos, algunos caminos no son del todo igual de bonitos como el olor de las rosas. Algunas ideas no son pasajeras, no como el tiempo. Las circunstancias obligan a elegir con cordura, pero en algunas circunstancias es difícil mantener la paciencia. Mi propia experiencia me ha enseñado a usar la paciencia como mi principal arsenal de batalla.

Ahora mismo, lo más probable es que tú también anheles algo con el corazón: un reencuentro, una meta, o algo tan simple (pero no tan simple) como un abrazo, y para ello debas tomar una decisión. Quizás no sean los mejores momentos, incluso, estemos pasando por muchos problemas. Es entendible abrazar la nostalgia cuando las cosas no van bien, pero no es bueno llevarla para siempre con nosotros.

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_{Fuente: Pexels}

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Hay cosas de valor verdadero, eso quiero decir: deseos que, en todo sentido, valen la pena reflexionar. A veces nos preocupamos por cosas tontas sin echar un vistazo más allá de nuestros hombros, justo en ese lugar donde otros sufren o padecen. No agradecemos, ni valoramos, ni mucho menos entendemos que, aun cuando todo parece ir gris para nosotros, en alguna otra parte a alguien le va peor.

La aflicción no es pasajera como el tiempo, y creo que a diferencia de éste último, es una pesada piedra que se carga en la espalda y que permanece ahí por decisión propia. La rabia o la ira, por otro lado, son cadenas que se arrastran con los pies. No creo que hagamos nada bueno con el odio. Apartarse, en todo aspecto, puede hacer la diferencia. Lo mejor es transitar por un camino de paz y armonía, lejos de lo negativo, lo conflictivo o lo destructivo.

¡Es aquí cuando los días son realmente fructíferos! ¡Es aquí cuando el tiempo permanece eterno!

Lo malo pasa, lo bueno queda… ¿no es así? pero, cuánto tiempo dedicas a una y a otra cosa, ¿lo has pensado? Hablo de la duración de tu felicidad… estamos cargados de sentimientos y obviamente, no siempre podremos sonreír, y con esto me refiero a la duración de lo malo, lo que nos llena de tristeza o aflige. Si solo eres feliz un día de los trescientos sesenta y cinco días del año, ¿crees que puedes hallar esa armonía interior?

La tarea primordial es, en cualquier circunstancia, mantener la convicción. Dejar a un lado, al menos por un periodo de tiempo, lo que no nos permite encontrar un equilibrio. El tiempo es pasajero, pero los malestares son como esa goma de mascar que se pega a nuestro zapato cuando caminamos por una calle. ¿Qué has hecho por ti? ¿Qué has hecho para alejar la tormenta? No está nada mal un cariñito para nosotros mismos, unas vacaciones de lo rutinario y lo agotador.

¡No está nada mal que pienses en ti!

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_{Fuente: Pexels}

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Todos deseamos que las tempestades sean pasajeras, pero si somos los que la creamos, ¿cómo podemos esperar que pasen? Hablo del pensamiento gris, ese que no nos permite ver nada más que lo malo y no lo bueno. Ese pensamiento que nos pone de rodillas y nos arrebata las ganas de o seguir luchando, o seguir sonriendo… en otras ocasiones nos desvelamos por planteamientos absurdos, cosas tan simples que convertimos en un verdadero laberinto. Como dice mi mamá: es como hacer una tormenta con un vaso de agua. Y por último, están los conflictos que aun siendo ajenos a nosotros, nos nublan por completo…

El tiempo es pasajero: como un río que discurre entre piedras hasta que forma parte del océano. Debajo de la corriente, allí en la tranquilidad de las aguas, los peces anidan. ¿Tiene la vida un sentido para un pez? Millones de años han vivido bajo los arroyos del planeta, y ahí siguen, pacíficos, armoniosos, en un constante equilibrio. ¿Tú has logrado un equilibrio? Es imposible, en ocasiones, no conocer el caos, pero el caos se va cuando alzamos la señal de: ¡alto ahí!

El amor, a diferencia del tiempo, dura para siempre. No es pasajero, permanece constante en nuestras venas. Quizás esto suene repetitivo u absurdo, pero no hay nada mejor que vivir por amor, tanto en las buenas como en las malas. Ser como pequeños peces: armoniosos aun cuando la corriente del río parece indomable. Esto no lo digo por simple pérdida de tiempo, sino porque en lo he vivido. He aprendido lecciones tanto en la tormenta como en los días soleados, y aquí sigo, intentando ser el pez que, siendo muy pequeño, logra abrazar el equilibrio aun nadando en contra de la corriente…

_{Fuente: Pexels}

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English

It's hard not to think about problems, but it's easy to control them. I feel like sometimes I'm frozen, sitting in a corner with both hands on my jaw, sighing as I watch the rest of the world claw at each other. I tell myself: this is a season and nothing more. We all draw our own threads of life, brushing on a canvas that, even if we paint it in thousands of colors, will always remain blank. So it's not about the color, but about what you, in essence, want to draw.

The seasons come and go, they repeat themselves in endless cycles, but each arrival of winter or spring leaves us with a different world. I myself have reviewed my life in recent days, already on the eve of my 25th birthday, and then I reflect on how complex and well-ordered the universe can be, and above all, its creatures. Passing times... storms that hit and seem not to go away, long summers that shine on the cusp of a majestic sun where harmony and peace dwell... where problems do not exist. Are we more than a handful of dust doomed to ashes? At least I think so...

Passing times come and go, some are bitter and others are sweet, but all with something in common: a life lesson.

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I was never very talkative, I always was (and am) a quiet man, shy, perhaps, one of those who likes the company of himself and gives a true appreciation to self-love. Of course I have friends, some of them very far away, well… really almost all of them are far away. I tell myself: it will be the day you meet them. Most of my fellow students decided to embark on their journey of opportunities outside the country, and although a part of me wants to do the same, the other holds me back. Could this feeling be temporary? I've wondered for over a year.

I think calmly before a complex decision. Not everything can be taken lightly, especially if your well-being is involved in it. Before making any choice, I analyze the good and the bad, because as we all know, some paths are not quite as beautiful as the smell of roses. Some ideas are not fleeting, not like time. Circumstances force you to choose wisely, but in some circumstances it is difficult to maintain patience. My own experience has taught me to use patience as my main battle arsenal.

Right now, it is most likely that you also long for something with your heart: a reunion, a goal, or something as simple (but not as simple) as a hug, and for that you must make a decision. Perhaps they are not the best moments, even, we are going through many problems. It is understandable to embrace nostalgia when things are not going well, but it is not good to carry it with us forever.

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_{Source: Pexels}

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There are things of true value, that is what I mean: desires that, in every way, are worth reflecting on. Sometimes we worry about silly things without taking a look beyond our shoulders, right in that place where others suffer or suffer. We do not appreciate, nor do we value, much less do we understand that, even when everything seems to be going gray for us, somewhere else someone is doing worse.

Affliction is not temporary like time, and I believe that unlike the latter, it is a heavy stone that is carried on the back and remains there by choice. Rage or wrath, on the other hand, are chains that drag on the feet. I don't think we do anything good with hate. Stepping back, in every aspect, can make a difference. The best thing is to walk a path of peace and harmony, away from the negative, the conflictive or the destructive.

This is when the days are really fruitful! It is here when time remains eternal!

The bad happens, the good stays… right? but, how much time do you dedicate to one thing and another, have you thought about it? I speak of the duration of your happiness… we are loaded with feelings and obviously, we will not always be able to smile, and by this I mean the duration of the bad, what fills us with sadness or afflicts us. If you are only happy one day out of the three hundred and sixty-five days of the year, do you think you can find that inner harmony?

The primary task is, in any circumstance, to maintain conviction. Put aside, at least for a period of time, what does not allow us to find a balance. Time is fleeting, but discomfort is like that chewing gum that sticks to our shoe when we walk down the street. What have you done for yourself? What have you done to drive away the storm? Not bad at all a little love for ourselves, a vacation from the routine and the exhausting.

It's not bad that you think of yourself!

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_{Source: Pexels}

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We all want storms to be temporary, but if we are the ones who create them, how can we expect them to pass? I am talking about gray thinking, that which does not allow us to see anything but the bad and not the good. That thought that brings us to our knees and snatches away the desire to either keep fighting, or keep smiling... on other occasions we stay awake due to absurd approaches, things so simple that we turn into a real labyrinth. As my mom says: it's like making a storm with a glass of water. And lastly, there are the conflicts that even being alien to us, cloud us completely...

Time is fleeting: like a river that flows between stones until it forms part of the ocean. Beneath the current, there in the calm of the waters, the fish nest. Does life have a meaning for a fish? Millions of years they have lived under the streams of the planet, and there they continue, peaceful, harmonious, in constant balance. Have you achieved a balance? It is impossible, sometimes, not to know the chaos, but the chaos goes away when we raise the signal: stop there!

Love, unlike time, lasts forever. It is not temporary, it remains constant in our veins. Perhaps this sounds repetitive or absurd, but there is nothing better than living for love, both in good times and bad. To be like small fish: harmonious even when the current of the river seems indomitable. I am not saying this out of simple waste of time, but because I have lived it. I have learned lessons both in the storm and on sunny days, and here I am, trying to be the fish that, being very small, manages to embrace balance even swimming against the current...

_{Source: Pexels}