JUNIO MES DEL AMBIENTE Y LA CONSERVACIÓN
Nuestro árbol Araguaney, suele florecer durante el mes de Mayo, es justo en este mes que sus flores empiezan a galardonar a este árbol con un color amarillo, su nombre científico es (Handroanthus chrysanthus ), este árbol en su madurez llega alcanzar unos 12 metros de altura. En Venezuela no se dan las cuatro estaciones del clima, solo tenemos dos estaciones, las cuales son lluvia y sequía. A partir del mes de junio se vive el invierno, esta época dura aproximadamente unos 4 meses y medio, quizás algunos años suele alargarse y durar unos 5 meses.
Para la empresa en la que laboró es de gran importancia incentivar a sus trabajadores a sembrar un árbol, la necesidad que cada trabajador entienda que cada planta que siembran ayuda a purificar el aire. Por ser una empresa de explotación de hidrocarburos, como trabajador debemos enfocarnos en nuestro entorno, nuestras manos deben garantizar un mejor suelo, generando más nutrientes gracias a sus raíces, y el proceso que se cumple debido a los microorganismos que se dan en en entorno de los árboles.
Hoy nuestras semillas tuvieron que hacer un largo viaje, ya que fueron trasladadas desde la ciudad de Caracas, un viaje aproximadamente de 5 horas, es quizás esta la razón por la cual podemos ver sus hojas marchitadas. Una de las jóvenes de ambiente, nos mencionó lo delicada que suelen ser estas semillas. Su traslado debe hacerse con mucho cuidado, para lograr que ellas no sufran de estrés. Me impresiono saber que durante el traslado estas semillas sintieron estrés, reflejándolo en sus hojas, por suerte hoy se encuentran ya en contacto con la tierra madre, esperamos con ansias, que se adapte a nuestro ambiente, ya que las circunstancias pueden ocasionar mucho estrés. Espero dentro de algunos años, poder mostrarle esta hoy semilla, un árbol adulto con sus peculiares flores amarillas.
Antes de realizar la siembra de esta semilla, cavamos un hoyo de unos 30 centímetros aproximadamente, suficiente para sembrar nuestra semilla, seguidamente agradecimos a la naturaleza por permitirnos realizar esta maravillosa actividad, le hablamos a la semilla, le dimos la bienvenida, y le hicimos saber que no la abandonaríamos, estaríamos muy pendiente de ella, hasta lograr que sea un árbol adulto.
La tierra húmeda te da una gran sensación, más cuando sabes que estas dejando en ella una semilla, que con tu cuidado y atención crecerá, una planta es igual a un hijo, debes darle mucho cuidado, es necesario estar pendiente de esos animales, que suelen comerse sus hojas, abonarla con los nutrientes necesarios, la cual la ayudara a crecer más rápido. Sin duda alguna sembrar un árbol te llena de una gran sensación, la cual debes compartir con muchas personas, es necesario transmitir al resto esa sensación. Hoy antes de despedirme quisiera pedirte que no pierdas esa gran oportunidad de sembrar un árbol, junto a tus vecinos, compañeros de trabajo, hijos, amigos, en fin, sin importar con quien lo hagas, no dejes de vivir este momento tan reconfortante, te aseguro que querrás, sembrar más de un árbol.
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