Hay una voz que reside en nuestro interior que nos hace participes de algo más allá del cuerpo, pueda que sea algo que se percibe, es definitivamente sentido, su presencia es de certeza de mucha certidumbre, de confianza en nosotros mismos de asertividad. Esa voz incluso nos motiva, nos vuelve más activos y accionamos en alguna idea, abandonamos que sea, solo eso una idea, creada y procuramos esté al servicio de su creación y su creador.

ENCUENTRA LA QUIETUD

Hacer contacto con esa voz es posible durante todo el momento que estemos dispuestos a escucharla, aunque me parece que también estará siempre allí aun cuando no estés atento, la certeza, pues resulta de una comunicación constante y verdadera, con el verdadero ser que somos todos, sin distinción en la esencia de nuestra propia formación desde el cosmos, el átomo, las células y los tejidos el cual es común y estamos formados pues obedecen a una misma formación que compartimos como humanos.

Entonces no puede haber duda de esa comunicación permanente. La presencia de esa voz, no es hablada es una sensación de serenidad, de reposo y absoluta seguridad, ante cualquier circunstancia y en cualquier momento. El reto aquí y lo que te ofrezco es buscar la quietud, en los momentos más exigentes, en las situaciones más sutiles donde las conversaciones son de miedo o mejor dicho de juicio, de crítica, busca la quietud, evita entrar en esos mundos severos de la mirada hacia afuera y descalificativa hacia otra persona o situación.

CAMINO AL PROCESO DE DESPERTAR

Cuando la voz del amor no está, en esa ausencia lo que aparece es la intranquilidad, el estrés, el miedo y el ego. Les apuesto que la voz del ego si es más posible encontrar. Por ejemplo: Busca en tu alrededor y observa cuando tienes un pensamiento de escases, el ego se victimiza, se queja, el ego tiene un vocabulario: “yo debo” “yo tengo que hacer”, el “que dirán” es su prioridad y siempre cree que el responsable de todo es otro nunca es uno mismo. Esa voz es frenética

La voz del amor es la de la intuición y el sentimiento de ser diferente es notorio, porque la mayoría “vivimos muriendo” culturalmente el ego ha hecho mucho espacio en nuestras mentes y en nuestras relaciones. El tema aquí es entrar en esa serenidad, donde reina la paz y por ende la libertad, muchas veces el espacio aquí es en el silencio, en mucha conexión consigo mismo, en ese vínculo con algo más allá del cuerpo, como dije al principio.

EN MI EXPERIENCIA

Conecta entonces con el silencio y en esas profundidades cierra los ojos, en esa quietud cierra los ojos, sostén la quietud y si te es posible invita a la voz de tu deidad que te hable. Es profunda la conexión y los pensamientos que aparecen en esa quietud han de ser la voz que nos habla, si en algún momento sientes distracción, vuelve a invitar a la voz ella siempre estará allí con tu disposición.

Prepararme para esto, en mi caso no ha sido inmediato, pero si luego en el transcurso de los días, he escuchado a otros hacerme invitaciones a meditar, a leer el tarot, me han regalado cartas, me han invitado hacer retos de gratitud, también a hacer prácticas cuánticas y se que todo lo que he encontrado allí es la voz que invité y me habla siempre. Lo último que he llegado a hacer es a invitarla a salir conmigo, a comer conmigo a ir a esos encuentros de trabajo, de retos, de desafíos y he salido muy airosa en situaciones difíciles.

Cuéntame como se ha manifestado la voz en ti?.