I'm Susato (Only for +18)

No se si me había recuperado lo suficiente desde que Erick me dio la espalda esa tarde. Tener una relación de tantos años me ha llevado a crear una dependencia lo bastante irónica como para sentirme una total mierda en este mundo. Le di todo, mientras él sólo veía en mí las imperfecciones de mi vida, o más bien a lo que no estaba acostumbrado a hacer.

Al inicio fue comprensible tener que dar más de lo que antes hacía, sabía que ya no solo se trataba de cuidar de mí mismo, tenía nuevos deberes en una relación que con el pasar del tiempo se volvió monótona.

Algo en mí no estaba bien, nunca lo estuvo. Tenía un sentimiento de estar aprisionado por un sentimiento que si bien era puro y hermoso, no me era suficiente. Había una sed oculta en mi interior que yo desconocía, pero que podía sentir como hacía presencia cada vez más en mi ser.

Nuestro sexo era de lo mejor por no decir perfecto. Amaba la forma en que me embestía produciendo en mí un ahogo entre gritos de placer y gemidos. Todo un deleite tener su cuerpo sobre el mío, algo húmedos como los tantos besos que me daba en el recorrido de mi cuerpo.

Me masturbaba de tan solo recordar esos tiempos. Con sus manos tomaba mis glúteos para separarlos y darle camino sin prisa a su virilidad. A veces deseaba que no tuviera contemplación hacia mi, y chocara como cual tren al pasar por un túnel oscuro y angosto.

Ese gemido de hombre tocando al cielo, entre salvajismo, pudor y gritos, esos que podían escuchar los vecinos de al lado. De una u otra forma nuestros actos carnales tenían siempre testigos no oculares, todo era cuestión de escuchar y sacar conclusiones.

Pero aún cuando desbordaba mi placer en su pecho luego de algunas sentadillas, nada de ello podía calmar esa sed o curiosidad en mi interior que me decía "ve por más".

Luego que Erick se iba al trabajo, aprovechaba de ver algo de porno en mi celular, para ver si es que faltaba explorar algo más de mi íntimo que me estuviese llamando a gritos. Sin embargo, ni siquiera mi dildo atascado allí por varios minutos hizo que ese sentimiento frívolo de sexo se sintiera desposado, todo lo contrario, cada vez más abría sus puertas y con ello mi tormento.

Podía olerlo a pesar de que estaba soñando. Era inconfundible ese pasto mojado porque estaba cubierto en mi cuerpo y a mi lado alguien a quien no podía divisar rostro alguno, pero que me tenía derretido en la palma de su mano.

Aquel hombre de tez morena, cuyo cuerpo escultural de un hombre deseoso de placer y solo eso, me tenía poseído con sus labios en mi boca, con sus manos en mis glúteos y algún dedo escapado en mi punto g.

En absoluto fue desagradable estar allí mojado y cubierto de hierba recién cortada, porque lo tenía a él aventurándose en ese ser interior que en la realidad me carcomía enteramente.

Lo vi como una oportunidad para por fin descubrir quien era yo en este lado del sexo, sabia que solo era un sueño, pues Erick no tenia este cuerpo que estaba frente mío, y recuerdo haberme acostado mientras veía algo de porno interracial.

No hubo palabra alguna, nuestros cuerpos y gemidos era el lenguaje perfecto y entendido entre ambos. Solo era cuestión de que algo sonara y me despertara, pero a toda costa no quería dejar de soñar, pues aquella virilidad estaba fuera de mi imaginación.

Por un instante sentí miedo del dolor que podía producirme, pero me dejé llevar tanto que sin percatarme ya se habría paso entre mi. Ambos sentados en pose de propios amantes, que no se aman, solo desean usar sus cuerpos dejándose llevar por lo que esa parte oscura de su ser les indica.

Algo en mi interior se sintió libre, pero no completo. No quería despertar sin la respuesta a ello. Por lo que me deje fluir como las aguas en un riachuelo, o más bien como una cascada pues lo que empezaba a sentir era tan fuerte que sabía que estaba cerca de la verdad.

En ello otros cuerpos esculturales de diferentes tez de piel hacen presencia en el acto.

Muchos labios en el dorso de mi muslo, espalda y cuello. Mordidas en mis glúteos y miradas que hablaban por sí solo. Era yo quien les poseía y mandaba. Cada uno de ellos eran mi propio deseo materializado en ese sueño, a lo que entendí que no era cuestión de amor, sino de un camino que no había terminado de transitar para empezar a poner varias veces en pausa mi vida.

Desperté, sabiendo lo que tenía que hacer pero con un miedo en la garganta que se había vuelto un nudo en todo mi cuello, del mismo modo en que ellos me ataron para castigarme ante mis deseos más fervientes.

No sabía de qué forma decirle que lo amaba con todo, que no quería una vida sin él, pero que sentía infinitas ganas de hacer algo que me llevaría a ser el malo de nuestra historia.

Por más que le explique solo entendió el rechazo que no había en mi, lo deseaba, pero a esos tantos hombres de allí afuera también. No buscaba amor en ellos porque ya lo tenía, solo quería tenerlo en mis manos, agitarlo, sentirlo en mi interior, escuchar nuevos gemidos una y otra vez hasta que ese sentimiento desapareciera y pudiera seguir con mi vida a su lado.

Pero aun cuando intentamos de tres varias veces, ese lobo feroz en mi interior se había vuelto aún más cazador, tenía hambre y mucha. Un lobo que quería carne sin repetir sino ir por cada una distinta.

"Soy Susato" me repetía mientras varios de ellos gemían mientras marcaban mi piel con su néctar para marcar su territorio.

I don't know if I had recovered enough since Erick turned his back on me that afternoon. Having a relationship of so many years had led me to create a dependency ironic enough to make me feel like a total shit in this world. I gave him everything, while he only saw in me the imperfections of my life, or rather what I wasn't used to doing.

At the beginning it was understandable to have to give more than before, I knew that it was no longer just about taking care of myself, I had new duties in a relationship that as time went by became monotonous.

Something in me was not right, it never was. I had a feeling of being imprisoned by a feeling that although it was pure and beautiful, it was not enough for me. There was a hidden thirst inside me that I didn't know about, but I could feel it becoming more and more present in my being.

Our sex was the best, if not perfect. I loved the way he rammed into me producing in me a choking between screams of pleasure and moans. It was a delight to have his body on mine, a little wet as the many kisses he gave me along my body.

I masturbated just remembering those times. With his hands he took my buttocks to spread them apart and give way to his manhood without haste. Sometimes I wished he had no contemplation for me, and crashed like a train passing through a dark and narrow tunnel.

That moan of a man touching the sky, between savagery, modesty and screams, those that the next door neighbors could hear. One way or another our carnal acts always had non-eyewitnesses, it was all a matter of listening and drawing conclusions.

But even when I overflowed my pleasure in his chest after a few squats, none of it could quench that thirst or curiosity inside me that told me "go for more".

After Erick left for work, I took the opportunity to watch some porn on my cell phone, to see if there was anything else left to explore that was calling out to me. However, not even my dildo stuck there for several minutes made that frivolous feeling of sex feel unwedded, on the contrary, it increasingly opened its doors and with it my torment.

I could smell it even though I was dreaming. It was unmistakable that wet grass because it was covered on my body and next to me was someone whose face I could not make out, but who had me melted in the palm of his hand.

That man of dark complexion, whose sculptural body of a man desirous of pleasure and only that, had me possessed with his lips in my mouth, with his hands on my buttocks and some escaped finger in my g-spot.

It was not at all unpleasant to be there wet and covered with freshly cut grass, because I had him venturing into that inner being that in reality was eating me up entirely.

I saw it as an opportunity to finally discover who I was on this side of sex, I knew it was just a dream, because Erick didn't have this body that was in front of me, and I remember lying down while watching some interracial porn.

There were no words, our bodies and moans were the perfect and understood language between us. It was just a matter of something ringing and waking me up, but at all costs I didn't want to stop dreaming, because that virility was out of my imagination.

For an instant I was afraid of the pain it could cause me, but I let myself go so much that without realizing it, it would have already passed between me. Both seated in the pose of lovers, who do not love each other, they only want to use their bodies, letting themselves be carried away by what that dark part of their being tells them.

Something inside me felt free, but not complete. I didn't want to wake up without the answer to it. So I let myself flow like the waters in a stream, or rather like a waterfall because what I was beginning to feel was so strong that I knew I was close to the truth.

At that other sculptural bodies of different skin complexions got in on the act.

Many lips on the back of my thigh, back and neck. Bites on my buttocks and looks that spoke for themselves. It was I who owned and commanded them. Each one of them was my own desire materialized in that dream, to which I understood that it was not a matter of love, but of a path that I had not finished walking to start putting my life on pause several times.

I woke up, knowing what I had to do but with a fear in my throat that had become a knot around my neck, the same way they tied me to punish me before my most fervent desires.

I didn't know how to tell him that I loved him with everything, that I didn't want a life without him, but that I felt infinite desire to do something that would lead me to be the bad guy in our story.

As much as I explained to him he only understood the rejection that was not in me, I wanted him, but those many men out there too. I wasn't looking for love in them because I already had it, I just wanted to hold it in my hands, shake it, feel it inside me, listen to new moans over and over again until that feeling disappeared and I could go on with my life by his side.

But even when we tried three times, that fierce wolf inside me had become even more of a hunter, it was hungry and very hungry. A wolf that wanted meat without repeating but going for each different one.

"I am Susato" I repeated to myself while several of them moaned as they marked my skin with their nectar to mark their territory.