Diario literario: El regreso
Hace unos días, en una mesa redonda de escritoras a la que asistí, le preguntan a una de ellas cómo se enfrenta a la implacable hoja en blanco. Eufemismo para referirse a la aridez creativa. Entonces responde sin pensarlo mucho tiempo: escribo todos los días, aunque sean unas míseras líneas; velo una rutina rigurosa.
En ese instante recuerdo este espacio, y lo poco que he escrito en los últimos meses. Por lo tanto, dejo constancia de mi deuda, de mi abandono.
En mi defensa he de decir que no he dejado de escribir. Incluso mientras leo, repaso mentalmente las frases y analizo el lenguaje, como si estuviera escribiendo. Pero sí es cierto que ya no subo tanto contenido.
Espero en los próximos días ser más constante y llevar una especie de diario de mis impresiones y lecturas.
Les estaré contando en posteriores entradas más sobre todo ello. Por ahora, tomemos esto como mi regreso al blog.