Reflexiones filosóficas de un pensador nocturno: 23/01/2024

En ocasiones los seres humanos nos negamos a ver la realidad que nos rodea. Y ante tal nivel de testatudez, la realidad nos golpea una y otra vez en la cara para ver si, finalmente, entendemos lo que debemos entender.

Lo que me pasó recientemente

Recientemente me he encontrado en tal situación, verán, desde hace años que me encuentro siendo descuidado con mi salud personal. No voy al médico, como a deshoras, soy sedentario, me trasnocho por el trabajo, y llevo una vida personal que en el mejor de los caso podría calificarse como desordenada.

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¿La razón? Me gustaría decir que tengo al menos una para ello, pero no es así. De hecho, la realidad es que cualquier "justificación" que pudiese dar al respecto no sería más que una burda excusa, un intento de justificar lo injustificable. La verdad en todo esto es que he estado siendo irresponsable en muchos aspectos de mi propia vida, y no me apena admitirlo.

Pero cada malestar, cada dolor de cabeza que he tenido, es un llamado de atención, un golpe de la realidad, para que yo atienda a lo que tengo que atender en este caso: A mi salud. Y esto es muy importante decirlo.

Lo que nos deja entrever que lo cumbre en todo esto, es que no vine a caer en cuenta de la espiral destructiva en la que me encontraba de una manera espontánea o porque yo haya decidido hacer análisis de consciencia a tiempo. La verdad es que todo este autoanálisis personal ha venido de la mano de un evento.

En realidad, el choque con la realidad vino cuando fuí al médico internista recientemente y me vió que estoy sufriendo de picos de tensión que no son normales para mi edad. Nada demasiado alarmante ni que no pueda tratarse con medicación, y con un cambio de estilo de vida, pero lo suficiente para alarmarme a nivel de mi propia consciencia.

Ello me ha hecho darme cuenta de que si no cambio mi estilo de vida, estaré reduciendo mi expectativa y calidad de vida de forma muy abrupta. Es por ello que he decidido cambiar el enfoque de mi vida y empezar a cuidarme mucho más; así que ahora intento hacer ejercicio, comer más sano y a las horas adecuadas, dormir el número de horas recomendado para mi edad y llevar una vida saludable en cada aspecto posible.

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La realidad es la maestra a la que nadie quiere hacer caso, pero que termina por imponerse siempre

Todo lo que les he contado me hizo darme cuenta de que la mayoría de la gente actúa de esta manera en sus vidas y no solo en lo concerniente a la salud personal, sino también en cada faceta de sus vidas personales. O sea, ellos hacen cosas que solo las hacen, no porque estén conscientes de que las están haciendo, sino por inercia. Y debido a dicha inercia son irresponsables para consigo mismos y/o para con los demás.

Si tienen un golpe que les haga ver la realidad y poseen capacidad reflexiva, podrán ajustar el timón del barco y cambiar de manera más sabia su enfoque, lo que les permitirá actuar de manera más sabia y mejor. Pero si son personas irreflexivas, el enfoque que mantendrán será negar todo el problema, lo que les hará imposible cambiar su accionar, y ello al final les conducirá al desastre personal.

En todo caso, concentrémonos aquí en la gente que sí tiene capacidad reflexiva. Esa gente que comienza a filosofar sobre lo que les pasa, a analizar la realidad que les acontece y a tomar posturas para intentar mejorar su accionar. Porque es esa gente es la que tiene esperanzas de mejorar.

Y es cuando recaemos en el punto de que la mayoría de los que mejoran su accionar es porque tuvieron algún golpe que les hizo ver la realidad que no querían ver. Pero es algo válido, y por ello siempre digo que la realidad es la mejor maestra, una, a la que nadie quiere hacer caso, pero que termina siempre imponiéndose, porque siempre tiene la razón.

Sí, como dice el dicho "errar es de humanos", pero como también dice otro dicho "corregir es de sabios". Y solo corrigiendo los errores podemos solventarlos. Pero es aquí cuando vienen muchos a acotar que no existe una sola realidad posible para los eventos, y tienen total y absoluta razón. De hecho, esa es la base de la filosofía en sí misma, y es que no existe una sola realidad, porque lo que para mí es una realidad, para alguien más puede no serlo.

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Diferenciar es la clave

El asunto es que eso de que la realidad no es una sola, está muy bien y es correcto a nivel subjetivo, y en todos los asuntos que puedan implicar algo susceptible de ser subjetivo. Pero existen asuntos en los que la realidad es una y no puede ser negada. Por lo que saber diferenciar las cosas que pertenecen a la realidad objetiva y diferenciarlas de la subjetiva, es lo que la mayoría de la gente no sabe hacer. Diferenciar es la clave.

Quizás no entiendes de lo que estoy hablando aquí, así que pondré varios ejemplos de realidad objetiva: Primer ejemplo: No puedes intentar llevar una vida social siendo una persona que no sale a la calle y que no le gusta interactuar con los demás... Segundo ejemplo: No puedes simplemente tratar de tener trabajo si no quieres trabajar para alguien más ni tener responsabilidades. Tercer ejemplo: No puedes intentar ahogar todas tus penas amorosas y frustraciones laborales y de vida a través del alcohol, las drogas ni ninguna otra cosa.

Cuarto ejemplo: No puedes sacar tiempo para dedicar a tu familia si te dejas absorber al 100% por tu trabajo. Quinto ejemplo: No puedes tener una buena condición física si no haces ejercicio. Creo que ha quedado claro de lo que estoy hablando aquí. Y ello nos lleva a una simple, pero abrumadora, verdad. Y es que los problemas se enfrentan reconociéndolos, y asumiendo la responsabilidad por ellos.

Porque no puedes simplemente esquivar la realidad negándola de raíz, como hace la mayoría de la gente, sino asumir que dicha realidad existe, y que hay una acción concreta que puedes tomar para cambiarla para mejor.

Porque si no asumes responsabilidad por tus problemas, entonces niegas la realidad, y te niegas a buscar alguna posible solución a tu predicamento. Lo que no te permitirá avanzar y el problema se volverá crónico. Y entonces terminarás dándote a ti mismo y a los demás un montón de excusas baratas que nada de valor tendrán. Excusas que serán un pobre intento de justificación para tratar de hacerte pensar a ti mismo que has hecho lo mejor que podías hacer en todo sentido y que solo has tenido "mala suerte".

Esto acarreará más problemas y frustraciones para ti, por lo que terminarás siendo un inconsciente que no entiende porqué le va tan mal en la vida. O en el peor de los casos, tal vez te lleve a un desastre total del que no puedas salir, o sea, a un punto en el que no puedas realmente solventar nada y ya no te quede otra más que lamentarte.

Es por ello que es crucial que entendamos la realidad que nos acontece de la mejor manera posible. No se trata de un asunto de demostrar a los demás nuestra valía ni de demostrar que acertamos y somos autosuficientes en cada aspecto de nuestras vidas. Porque de lo que se trata aquí es de que seamos sinceros con nosotros mismos y con lo que queremos en la vida y asumir responsabilidad por ello. Esto requiere, sin ninguna duda, un enorme nivel de autoconocimiento personal, pero es de capital importancia.

Recordemos que nuestro mundo cambiará y mejorará, en función de nuestra capacidad para cambiar y mejorar. Porque todo esto me lleva a pensar en la gente que quiere cambiar el mundo, pero no son capaces de cambiar ni mejorar ellos mismos.

Es entonces cuando digo, en cuanto a todos aquellos que luchan por cambiar el mundo, que no hay mejor forma de hacerlo que empezar por uno mismo. Recuerden el viejo dicho que dice que "Si quieres intentar cambiar el mundo, empieza por cambiar tú mismo".

¿Qué opinas sobre el tema tratado? Por favor comenta.

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