LECCION PARA EL PATRIARCA (Poema) by @palabreador
La vil mirada, esquiva y dura,
es el flagelo cruel y ominoso
de un hombre vago y lastimoso,
de una triste y tétrica figura.
Ella, como ave esbelta y muy segura,
pasea sus eternos ojos por la noche
tratando de encontrar algún reproche
en quien no más ayer le abrió una herida.
“Nunca volverá a estar en mi vida”,
dijo la dama, mientras subía al coche.
“Ni un solo grito soporto ya, lo juro!
Tengo derecho a que se me respete,
a que se aparte de mi piel el fuete
que lacera mi espíritu leal y puro.
Y ahora, si, si, usaré un conjuro
para dar al patriarca su lección
a tal punto que, ni una oración
será suficiente requisito
para limpiar su expediente del delito
secular de mi crucifixión”.
Diseño de banner creado por mí con la aplicación Canva.
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