Pront: "Pérdida de audición"

Cuando uno es joven, abusa de la salud, no hace caso a los consejos y siempre se cree una especie de superhéroe, con capacidad de hacer todo y de superar todo. Recuerdo que cuando era adolescente, me decían que no escuchara la música a todo volumen, siempre me decían que eso me haría daño y que además molestaba a los vecinos con el exceso de ruido.

Sin embargo, nunca le hice caso a los consejos, y cuando los reclamos de los vecinos se hicieron realmente grandes, comencé a usar el Walkman, y recuerdo que siempre andaba con una bolsa de cuero, con los antiguos casetes, y casi todos eran los (C-90). Es decir, duraban 90 minutos.

Y así pasaba buena parte del día, escuchando a todo volumen la música que me gustaba, la cual era muy variada. Pasaba por el rock, el jazz, la salsa, la bossa nova, el reeguae, la clásica y, otros géneros musicales. Y de verdad, disfrutaba mucho la música, y la ponía en todo momento y casi siempre a alto volumen.

Además, tenía la costumbre de ir a conciertos, y casi siempre me metía como visitante en la Sala José Félix Rivas, del Teatro Teresa Carreño, a escuchar los ensayos de la Orquesta Simón Bolívar. Y por último, terminando la adolescencia, trabajé en una empresa que le hacía la seguridad, de los conciertos y los eventos, en Mata de Coco.

Ahora, ese exceso de volumen, y ese maltrato constante a mis tímpanos con los altos decibeles, resultó en una pérdida leve de la audición y en una enfermedad muy fastidiosa llamada el tinnitus, que me genera un ruido permanente en los oídos, como si tuviese unos grillos dentro de ellos.

En fin, ahora me doy cuenta de que si hubiese tomado los consejos que me brindaban con tanto cariño, mis familiares y amigos, cuando era joven, no estaría pasando por esta situación de mala salud auditiva, al tener lo que llaman la mediana edad.

Muchas gracias por leerme.

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