Antes que nada cordiales saludos, a la comunidad de Holos&Lotus, al igual que a toda la comunidad de #Hive. Nuevamente, @emiliorios, nos trae una iniciativa bien interesante, donde nos plantea una preocupación y una visión bien amplia sobre el aislamiento social y la soledad y finalmente nos invita a participar en un test, que realiza la universidad de la UCLA.

Pero si me gustaría, hacer una breve introducción, sobre mi visión de la soledad y del aislamiento social, antes de responder el cuestionario, presentado, por el creador de la iniciativa.

Este tema, realmente es muy interesante, ya que cuando se habla de la soledad, nos encontramos con diferentes visiones sobre este tema. Ya que si es cierto somos seres gregarios y necesitamos el contacto con los demás, también es cierto, que como individuos, muchos de nosotros, necesitamos espacios de soledad y disfrutamos de ella, ya que en esa condición, realizamos actividades creativas, de formación intelectual y espiritual, entre otras.

Ahora bien, también hay otras personas que tienen una realidad diferente, y esas personas no pueden estar solas ni por un minuto, se les hace imposible estar en soledad, de hecho muchas veces utilizan la expresión ‘‘No puedo soportar la soledad’’ o frases por el estilo. Y de hecho, estas personas, únicamente pueden estar solas, siempre y cuando estén escuchando música, viendo televisión, leyendo, o haciendo una actividad con el celular, pero nunca están cómodas en una soledad absoluta.

En realidad, creo que esas situaciones, comentadas arriba, sobre la aceptación y disfrute, o sobre la negación y malestar, que pueda generar la soledad, se generan por aspectos psicológicos y por las experiencias y vivencias de cada individuo.

En mí caso particular, yo disfruto mucho de la soledad, pero no siempre fue así, pero eso se debe a experiencias de vida y a las necesidades espirituales y creativas. Para explicar esto mejor pondré un ejemplo de una experiencia personal vinculada a la soledad, y es la siguiente, siendo bastante joven, ingrese como Misionero Seglar Capuchino y recuerdo que cuando llegué a la Misión, me sentí muy solo y perdido, los primeros días.

Después de un tiempo, cuando me adapté a la comunidad, comencé a hacer oración y meditación, comencé a disfrutar y a necesitar la soledad. De hecho en dos ocasiones, pasé tiempos relativamente largos de soledad en una misión y los disfruté bastante. A eso me refiero cuando hablo de las experiencias de vida, que nos ayudan a vivir, conocer y disfrutar de la soledad. Por esta razón creo que la aceptación o el rechazo de la soledad, se deben a razones, vivencias y experiencias, muy personales.

En cuanto al aislamiento social, es un tema totalmente diferente y ampliamente estudiado, de hecho, hablar seriamente del tema del aislamiento social y de la soledad generada o sentida por el individuo, en ocasión a esta da para un libro, sin embargo; trataré de expresar las ideas generales, de lo que quiero plantear, sin hacer una epístola de ellas.

Cuando se habla del aislamiento social, debemos entender que en este tema, intervienen varios factores, entre ellos los religiosos, políticos, culturales, económicos, sociales y finalmente, los procesos de dominación de la sociedad a través de diferentes factores de poder. Estos temas han sido muy estudiados por sociólogos, filósofos, comunicadores sociales, entre otros profesionales, quienes han escrito sendas obras, hablando sobre este tema y los enormes riesgos que implican para la sociedad.

De hecho, después de haber leído a varios de estos autores, puedo decir, que esta sociedad tecnológica, es una de las sociedades más excluyentes, más controladoras y más aisladoras de los individuos en la sociedad. De hecho, lo hacen de manera muy sutil, hasta el punto, de que el individuo, se cree y se siente conectado con el mundo entero, cuando en realidad está aislado total y absolutamente, aun sin darse cuenta de ello, ya que mantienen su vinculación con el mundo de manera virtual, pero estando alejado, de la verdadera relación humana, y siendo controlados, por los creadores de agendas y generadores de contenido.

Este es un tema muy largo y complicado, donde inclusive mucha gente, se negara a decir que esto es una realidad, pero para no hacer esto muy largo y pasar al cuestionario, los invitaría a leer los estudios realizados por Habermas, Bauman, Ritzer, Zizek, Ardent, Pascuali, Bourdieu, entre otros, quienes tocan este tema de manera directa e indirecta, pero nos dan una visión muy amplia de una problemática social y comunicacional, que muchas veces no vemos o conocemos.

1.- Generalmente no tengo con quién hablar.

Gracias a Dios y a la vida, este no es un problema para mí, debido a que siempre estoy en contacto con alguna persona, ya sean amigos, vecinos, conocidos, o compañeros de trabajo.

2.- Paso mucho tiempo esperando que la gente me llame o me escriba.
Normalmente, tengo llamadas diarias, ya sea con familiares o amigos. Sin embargo, el contacto escrito, es mucho mayor que el contacto oral.

3.- Siento que nadie me conoce bien.
Este punto es muy particular, debido a que uno tiene personas con las que está realmente vinculado en relaciones personales y/o laborales, que son personas de confianza con las que uno se abre y mantiene una relación abierta. Con esas personas se puede decir que hay conocimiento, confianza y aceptación.

Hay otro grupo de personas, con la que uno tiene contactos de manera continúa, pero que no entran dentro del grupo de confianza, llámense, vecinos, compañeros de trabajo, conocidos, con los que no hay relaciones profundas de amistad.

Así que en mi caso, diré que las personas que me conocen bien, y a las que conozco bien, son lo que llamaría muy grupo de amigos y familiares más cercanos.

4.- Últimamente he sentido que los demás me ignoran.

En lo personal, no me importa mucho lo que los demás piensen o dejen de pensar de mí, ya que trato de ser auténtico conmigo mismo y con los demás todo el tiempo. Por eso acepto y respeto a los demás como son y espero que ellos hagan lo mismo conmigo.

Y realmente, no me siento ni ignorado, ni atacado por nadie, ya que trato de que todas mis relaciones sociales sean auténticas y cordiales, tanto en el ámbito familiar, comunitario y laboral.

Cuando las relaciones no son así, simplemente las desecho, a menos que haya algún interés o fin en mantenerla. Ejemplo: Relación de interés con una persona que maneje un servicio comunitario.

5.- Me siento solo aun cuando estoy reunido con mucha gente.

Yo, realmente nunca me siento solo, ni en lo que la gente llama la soledad absoluta, ya que ahí hay un mundo maravilloso que poca gente conoce.

6.- Siento que nadie me entiende.

En realidad, no tengo problemas de comunicación, ni de aceptación.
Aunque una vez me sentí incomprendido y rechazado, pero eso fue cuando era adolescente y me creía dueño del mundo y de la verdad, pero después de madurar, no he tenido esos problemas de comunicación y entendimiento.

7.- Como profesional, me hacen mucha falta mis compañeros de estudio.

Si me hacen falta mis compañeros de estudio, y algunos amigos profesionales, pero por una razón muy particular, y es que hay ciertos temas de discusión que no se pueden tratar con todo el mundo. Así que nos reunimos por lo menos una vez al mes, para poder hacer discusiones sobre temas de espiritualidad, sociología, libros leídos, y temas por el estilo.

Es decir, hay momentos y temas de discusión que se pueden tratar con todas las personas, mientras que hay temas que para poder profundizarlos, necesitas hacerlo con cierto tipo de personas, por eso, uno como individuo comparte, convive y se relaciona con todo el mundo, conocidos, comerciantes, vecinos y más.

Pero como profesional e investigador, uno comparte un grupo muy particular, con el cual, uno establece las discusiones, sobre los temas específicos que le interesan, que tal vez no sean del interés del resto del mundo.

Muchas gracias por leerme.