Saludos amigos de hive,Hoy fue uno de esos días en los que te levantas con energía y motivación para conquistar el mundo, o al menos, el gimnasio. Mi amiga Zoli y yo decidimos que era el día perfecto para un entrenamiento de hombros. Nos encontramos temprano en el gym, justo cuando el sol empezaba a asomarse.

Comenzamos con un calentamiento ligero, haciendo círculos con los brazos y estiramientos para preparar nuestros músculos. La música en el gimnasio estaba a tope, y eso siempre nos da un extra de energía.

Primero, hicimos press militar con mancuernas. Zoli siempre me motiva a dar lo mejor de mí, y hoy no fue la excepción. Nos retamos mutuamente a aumentar el peso en cada serie. Después de unas cuantas repeticiones, ya sentíamos el ardor en los hombros, pero eso solo nos impulsaba a seguir.

Luego, pasamos a las elevaciones laterales. Este ejercicio siempre es un reto, pero con Zoli a mi lado, todo parece más fácil. Nos turnamos para asegurarnos de mantener la forma correcta y evitar lesiones. Entre serie y serie, aprovechamos para ponernos al día y reírnos un poco, porque el gym también es un lugar para disfrutar.

Finalizamos con unas elevaciones frontales y posteriores, asegurándonos de trabajar todos los ángulos de los hombros. Al terminar, nos sentimos agotadas pero satisfechas. No hay nada como esa sensación de haber dado todo en el entrenamiento.

Entrenar con Zoli siempre es una experiencia increíble. No solo porque es una gran amiga, sino porque juntas nos empujamos a ser mejores cada día. ¡Hasta la próxima sesión de gym!

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