I do not have enough information to give my opinion/ Me falta información para opinar [Eng-Esp]
Fuente
It should be a right to be able to say “I have no information to give my opinion.
The complex world in which we live nowadays increases every day a degree of difficulty in interpersonal communications. Social networks are saturating the minds of their users with information overload. Not only do we have to deal with Fake News but the accelerated development and use of Artificial Intelligence (AI) adds an aggravating factor making it difficult to discern between reality and artificial creation. The paradox of this situation is that the person is overloaded with information and makes him believe that he is an eminence and a great connoisseur of all the topics that are currently debated, when in reality and in search of the most objective truth possible, the best thing that someone can say in a given conversation is “I lack information to give an opinion”.
In times of information over-saturation, good judgment management is fundamental in modern communication. Issuing opinions loaded with one's own judgments is a high-risk activity in any conversation we have today. Today, the desire to win, to show that you are in everything, that their social networks are more up-to-date than yours, is more prevalent, and that leads me to another powerful axiom that sustains the right not to give an opinion: It is useless to explain when the other person is determined not to understand. Another characteristic of these times of information indigestion is that people who ask for an opinion but only with the intention of validating their own opinion, if what you tell them is contrary to what they already think then you receive a barrage of words and epithets that in some cases can reach offensive levels.
Having the right not to have an opinion should be as valid and respected as the right to free speech. It cannot be considered disrespectful to the other parties involved in a conversation if a participant expresses in a loud voice that he/she does not wish to make a judgment on a certain topic. In many cases, this is seen as arrogance or as considering oneself superior to others, when in fact the opposite is true.
Recognizing that one does not know enough about a subject not to risk participating in a dissertation should be considered something normal, it is not necessary to show that you know everything and that you are super informed of the latest events of everyday life. In addition, it should also be recognized as commendable if someone aware that his opinion or vision of things can hurt someone who for whatever reason does not see clearly the picture and the words different from his thought sound like a badly tuned tune or broken record, so instead of making a loved one feel bad, it is better to say “I lack information to give an opinion”.
El complejo mundo en el que nos desenvolvemos en la actualidad aumenta cada día un grado de dificultad en las comunicaciones inter personales. Las redes sociales están saturando con exceso de información a las mentes de sus usuarios. No solamente tenemos que lidiar con los Fake News si no que el acelerado desarrollo y uso de la Inteligencia artificial (IA) añade un agravante dificultando discernir entre la realidad y la creación artificial. La paradoja de esta situación es que la persona se sobre carga de información y lo hace creer que es una eminencia y un gran conocedor de todos los temas que debaten en la actualidad, Cuando en realidad y en búsqueda de la verdad más objetiva posible lo mejor que puede decir alguien ante una determinada conversación es “Me falta información para opinar”.
En épocas de sobre saturación de información el buen manejo de los juicios es fundamental en la comunicación moderna. El emitir opiniones cargadas de juicios propios es una actividad de alto riesgo en cualquier conversación que sostengamos en la actualidad. Hoy priva más el deseo de ganar, de demostrar que estas en todo, que sus redes sociales están más dateadas que las tuyas, y eso me lleva a otro poderoso axioma que sustenta el derecho a no opinar: No sirve de nada explicar, cuando el otro está decidido a no entender. Otra característica de estos tiempos de indigestión informativa es que las personas que piden una opinión pero solo con la intención de convalidar su propia opinión, si lo que les dices es contrario a lo que ya ellos piensan entonces recibes una andanada de palabras y epítetos que algunos casos pueden llegar hasta niveles ofensivos.
EL tener el derecho a no opinar debe ser tan valedero y respetado como el derecho a la libre expresión. No puede ser considerado irrespetuoso para con las otras partes involucradas en una conversación si algún participante expresa de viva voz que no desea emitir un juicio sobre un determinado tema. En muchos casos lo llegan a considerar como arrogancia o que se considera superior al resto, cuando en realidad es todo lo contrario.
Fuente En una conversación actual puede ser muy riesgoso emitir una opinión
El reconocer que no se sabe lo suficiente de un tema como para no arriesgarse a participar en una disertación debe ser considerado algo normal, no es necesario demostrar que sabe de todo y que esta súper informado de los últimos acontecimientos de la vida cotidiana. Además también debe ser reconocido como loable si alguien consciente que su opinión o visión de las cosas puede lastimar a alguien que por las razonas que sean no ve claramente el panorama y las palabras distintas a su pensamiento suenan como una melodía mal afinada o disco rayado, Por eso en vez de hacer sentir mal a un ser querido en mejor decir “Me falta información para opinar”.