¡Hay que llamar a María!

De mi época vinculada al sector agropecuario tengo un gran número de anécdotas y de experiencias inolvidable. No solamente de mi formación como técnico medio en la Escuela agropecuaria la pica, sino de mi formación universitaria en la noble universidad de oriente. Quizás los aprendizajes que más valore durante mi vida como político fue el conocer la idiosincrasia del hombre y la mujer del campo monaguense. Las creencias religiosas, sus refranes, sus miedos y su gran capacidad de ayudar al prójimo son las que dejaron huellas en mi carácter como dirigente. La narrativa del hombre del campo está llena de invocaciones marianas, como parte de una profunda fe cristiana que envuelve la vida de todos los venezolanos.

Una vez, durante mi primera experiencia como agricultor, en una siembra de patilla, la cual realizamos en ciclo de invierno lo que implica un alto riesgo por las lluvias y su efecto negativo en las plantas y en el fruto. Cada vez que el cielo de las sabanas del oeste monaguense se pintaban de negro, presagiando un poderoso aguacero el baquiano que nos ayudaba en el cultivo nos decía: ¡Si cae ese palo de agua vamos a tener que llamar a María! por ser un joven universitario y un poco ateo desestimaba la frase.

Con los años, me dedique a la apicultura, en la zona aledaña a la Universidad de Oriente, allá en la población de jusepin, El viejo Pedro Rocca, un apicultor de gran experiencia, formado al lado de grandes maestros, pero con su esencia de hombre de campo, cada vez que las colmenas se agitaban, saliendo como enjambres enardecidos contra nosotros aquellos imberbes muchachos que pretendíamos sustraer su rico tesoro, Pedro decía: si hacen arrechar a las abejas van a tener que llamar a María para que los salven.

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La presencia de la virgen María en la narrativa del venezolano como virgen protectora y salvadora ante momentos de angustias y de desesperación es algo muy común. Hasta el más ateo y profundo comunista que usted pueda conocer cuando está asustado se acuerda de Dios y de su madre la Virgen María.

Sin hacer un profundo análisis situacional creo que la situación de nuestro país es inaguantable. Ya no sólo es la destrucción del aparato productivo, la división de la sociedad sino que la crisis moral y ética está carcomiendo a nuestro país como un cáncer rojo. En momentos como estos es cuando debemos llamar a MARÍA.

Aunque no basta con rezar, y pedirle a la Virgen María que nos siga protegiendo, sino que tenemos que apoyar a María en su peregrinación por la Libertad del País. Esta María, de carne y hueso ha demostrado estoicidad en sus posiciones, su claridad ideológica ha permanecido en el sendero del progreso, de la libertad y de la iniciativa privada. Su lucha durante los últimos años la han llevado a sufrir persecución, atropellos e injurias, pero nada de eso la amilanado. Recorre al país dciendo: VENTE, SUMATE A RECONSTRUIR AL PAÍS.

Si usted quiere un cambio para nuestro país, si ustedes quieren que las familias se reencuentren y si quiere ver a miles de empresas volviéndose prosperas y los trabajadores recibiendo un salario que les dignifique su trabajo entonces: HAY QUE LLAMAR A MARÍA.

Coach Norberto Peña