Anyone who takes the time of an hour to get to know me or to interact with me in any activity can be immediately certain that I really like coffee. My passion for savoring a good cup of coffee is only comparable to the passion I feel when I talk about neuroscience or leadership. When I am asked about addiction to good coffee, I answer, coffee is life.

For me, every sip of morning coffee turns me, without knowing anything about quantum physics or wormholes, into a time traveler. A cup of freshly brewed coffee at 6 am takes me back to my childhood when I spent the months of July and August in Ipare, Altagracia De Orituco in the heart of Guárico, where my grandmother Petra was. There at that same hour and before going to feed the chickens, the pigs and/or water the plants, my grandmother would serve us a cup of coffee with bread to start the day; or it takes me to remember my other paternal grandmother Carmen, who used to prepare my coffee before leaving very early for school, how can I forget to mention my dear mother's coffee with milk. In short, each sip of coffee has a very interesting characteristic from a philosophical point of view, since on the one hand, it is unique, unrepeatable and serves to treasure great moments of our lives and at the same time it has that magical duality of making us feel anew each memory associated with this magical flavor. Remember that just with the aroma we already know that a good cup is coming.

Recently and due to my great reputation of tasting several cups of coffee a day, I received an unexpected, pleasant and wonderful gift. A package of coffee. Without being a professional barista or a taster with a silver spoon, I can say that, by the force of daily praxis, I can give good opinions about a certain type of coffee. On this occasion a good friend told me: Here, I want you to taste the effort of my work, the dedication that we have put into rescuing one of the oldest varieties of the Turimiquire mountain range. In this package you get not only a selected bean, but one that has been cultivated with agricultural practices that protect the environment, I want you to taste it: CAFÉ DE VIDA.

CAFÉ DE VIDA is a product originating in the lee of the turimiquire, in the region of Santa María de Cariaco, in the state of Sucre, very close to the municipality of Carípe in our beautiful state of Monagas. The location of the crop in this zone has an extremely strategic agro-ecological importance to give this coffee its special flavor. The Santa Maria area is rich in tributaries of pure and crystalline water that fill the beautiful waters of the Clavellinas reservoir, and at the same time the plants receive a soft and dry wind that is born in the horizon of the Venezuelan Caribbean, which balances the humidity that the fruits and the beans have once harvested. As you know, the way the beans are harvested has a great influence on the organoleptic characteristics of the final product.

Granos de cafe

Well, when the time came, I assembled my special coffee pot, the one that cannot be missing in every house, the one that has resisted all the battles of the sink, that has fallen millions of times and that has been rescued from the doors of the garbage can hahahah, there is no possible substitute, there is no substitute like my coffee pot. With the water at its peak I uncorked my container of Vida coffee, I tell you that the aroma invaded the kitchen and like a radioactive cloud little by little was advancing throughout my house until several people said how good the coffee smells, that gave me clear signs that I was in the presence of a quality product. When the bubbles of the water called me indicating that they were ready to receive in their bosom the so longed for coffee powder, in a proportion more secret than the recipe of the coca cola, I added the coffee and the sugar. From there to the strainer, the coffee sleeve after the wheel, the internet is the best invention of Humanity.

The moment of truth has arrived, having in my little cup that magical liquid, giving off a soft smoke, smelling of success, ready to be taken to its final destination, the coffee knows that its time has come to fulfill the work entrusted by God himself, to serve as an elixir of life itself. Thus I took my first sip of De Vida coffee.

The experience of drinking this artisan coffee, grown in our region and with the hands of my good friend, has been extraordinary. It is a rich experience that only you can live, so I can only invite you to enjoy it in person. When you see Vida coffee in the supermarket or in the Chinese market, remember that you are going to find a good taste.

ESPAÑOL

Toda aquella persona que se toma el largo tiempo de una hora en conocerme o de interactuar conmigo en alguna actividad puede tener la certeza inmediata de que me gusta mucho el café. Mi pasión por saborear una buena taza de café solo es comparable con la pasión que siento cuando hablo de neurociencias o sobre liderazgo. Ante alguna pregunta sobre adicción al buen café, les respondo, es que el café es vida.

Es que para mí, cada sorbo de café matutino me convierte, sin conocer nada de física cuántica ni de agujeros de gusano, en un viajero en el tiempo. Una taza de café recién colado a las 6 am me lleva a mi niñez cuando pasaba los meses de julio y agosto en Ipare, Altagracia De Orituco en el corazón del Guárico, donde mi abuela Petra. Allí a esa misma hora y antes de ir a darle alimentos a las gallinas, a los cerdos y/o regar las matas, mi abuela nos servía una taza de café con pan para iniciar el día; o me lleva a recordar a mí otra abuela paterna Carmen, quien me preparaba mi café antes de irme muy temprano al liceo, como dejar de mencionar el café con leche de mi querida madre. En fin, cada sorbo de café tiene una característica muy interesante desde el punto de vista filosófico, ya que un, por un lado, es único, irrepetible y sirve para atesorar grandes momentos de nuestras vidas y al mismo tiempo tiene esa mágica dualidad de hacernos sentir nuevamente cada recuerdo asociado con este mágico sabor. Recuerden que tan solo con el aroma ya sabemos que se viene una buena taza.

Recientemente y debido a mí gran reputación de degustar varias tazas de café al día, recibí un inesperado, agradable y maravilloso obsequio. Un paquete de café. Sin ser un barista profesional o un catador con cucharilla de plata, puedo decir que, por la fuerza de la praxis diaria, puedo dar buenas opiniones sobre un determinado tipo de café. En esta oportunidad una buena amiga me dijo: Ten, quiero que pruebes el esfuerzo de mi trabajo, la dedicación que hemos puesto para rescatar una de las variedades más antiguas de la serranía del Turimiquire. En este envase te llevas no solo un grano seleccionado, sino que ha sido cultivado con las prácticas agrícolas cónsonas para la protección del medio ambiente, quiero que pruebes: CAFÉ DE VIDA.

CAFÉ DE VIDA es un producto originario del sotavento del turimiquire, en la región de Santa María de Cariaco, en el Estado Sucre muy cercano al Municipio Carípe de nuestro bello estado Monagas. La ubicación del cultivo en esta zona, tiene una importancia agroecológica sumamente estratégica para darle a este café su sabor especial. La zona de santa María es rica en afluentes de agua pura y cristalina, que llenan las hermosas aguas del embalse de la clavellinas, y al mismo tiempo las plantas reciben un suave y seco viento que nace en el horizonte del caribe venezolano lo cual equilibra la humedad que tienen los frutos y los granos una vez cosechados, para que sepan ustedes, la forma como se cosecha del grano influye mucho en las características organolépticas del producto final.

Granos de cafe

Bueno llagada la hora, monte mi olla especial de hacer café, esa que no puede faltar en cada casa, esa que ha resistido todas las batallas del fregadero, que se ha caído millones de veces y que ha sido rescatada de las puertas de la basurero jajaj, no hay sustituto posible, no hay como mi ollita del café. Con el agua en su punto he destapado mi envase de café de Vida, les cuento que el aroma invadió la cocina y como una nube radiactiva poco a poco fue avanzando por toda mi casa hasta lograr que varios dijeran que buen olor tiene ese café, eso me dio claras señales que estaba en presencia de un producto de calidad. Cuando las burbujas del agua me llamaron indicándome que estaban listas para recibir en su seno al tan anhelado polvo de café, en una proporción más secreta que la receta de la coca cola, agregue el café y la azúcar. De allí al colador, la manga de café después de la rueda, el internet es el mejor invento de la Humanidad.

El momento de la verdad ha llegado, al tener en mi pequeño pocillo aquel mágico líquido, desprendiendo un suave humo, con olor a éxito, listo para ser llevado a su destino final, el café sabe que ha llegado su hora de cumplir el trabajo encomendó por el mismo Dios, servir como elixir de la vida misma. Así le di mi primer sorbo al café De vida.

La experiencia de beber este café artesanal, cultivado en nuestra región y con las manos de mi buena amiga, ha sido extraordinaria. Es una rica experiencia que solo ustedes pueden vivir, así solamente me queda invitarlos a disfrutarla en persona. Cuando vea café de Vida en el supermercado o los chinos, recuerden que van al encuentro de un buen sabor.