_{Escrito escuchando el tema musical: Inside a dream interpretado por dianakyv. La soledad es como un predominio donde el viento congela lo que siente un alma errante por dentro. La muerte es el comienzo de nuestra humanidad.}

La angustia se muestra, se esparció mientras que mi corazón sangraba. No es una perforación, no es una puñalada normal, y tampoco un atisbo del tiempo. Es la propia melancolía de un alma errante.

Todo ha sido decidido, yo fui alguien más. Un hombre vaciado por la propia sinergia malévola de la realidad. Parece, parece que estoy ahogado en mi propia época y en la carencia que despoja mi alma de los deseos más simples que hay.

      Gritan en las calles:

      —Vive sin igual.

      Se escuchan los susurros de la gente:

     —Debes volverlo a intentar.

      “¿Qué voy a intentar?”

Mi alma lloraba a tal punto de hacer derramar cada lágrima con una pesadez inmensa que desplomaba mi moralidad. La verdad es que soy débil, tan débil que parezco una hoja de papel que se puede quemar.

      Imagínalo en tu mente.

      Mírame en tus manos.

      Siente como me quemo.

Sólo quedan las cenizas de algo que sé borró, que no existe, que ha desaparecido y se ha vuelto etéreo. ¿Puede alguien ayudarme a escapar? No entiendo cuál es la jaula, parece que la única verdad es que las gotas de sangre siguen cayendo después de este desahogo voraz.

Camino en medio de la oscuridad, las luces de los carros parpadean en la inmensa avenida, y los imponentes edificios perfilan el ahogo en medio de una ciudad que grita, pero también es silente. Lo vuelvo a reiterar:

      —¡Quiero escapar!

      —No me pueden ver llorar.

Oculté la verdad, me coloqué la capucha de mi suéter y bajé la cabeza para volver a caminar y esconderme en medio de la nocturnidad. Nadie me preguntó cómo estás o te puedo ayudar. Duele, ya no sé por dónde debo andar.

Aquí, miré allá, que lejano y cercano está. Hubo un instante en donde sentí un amor con sinceridad. Se desploma, se partió y se disolvió mi forma de vivir cuando empecé a entender que no existe nada más que este escozor vertiginoso que me asfixia sin piedad.

      ¿A dónde voy?

      Se siente la soledad.

      La noche se volvió más oscura de lo normal.

La ciudad ríe y calla. Me devoraba, me mancillaba y encadenaba al saber que no podía objetar la sentencia que se erigió a mi vida. Quiero vomitar, quiero que alguien entienda mi dolor, y también este vacío inmenso que ha allanado mi paz. La sangre que salía de mi pecho se volvió más espesa. Lo entendí todo, comprendí que nada se puede cambiar y que eso era lo que debía enfrentar.

¿Me podrán recordar? ¿Me entenderán? ¿Comprenderán si me atrevo a gritar? ¿Dirán que soy Joel a pesar de no estar?

La vista se diluyó, se sintió algo filoso en mi cuello, y algo dantesco estaba por pasar. La rosa, el jardín, la primavera y el inmenso océano hoy es solamente un desierto que nadie quiere recordar.

      Escribe, sueña y ríe. Una afirmación que no puedo tocar.

Estoy tan cerca, tan cerca de ver mi final. La vida tiene un inicio, posee un comienzo, una forma que es nuestra y se separa cuando debemos afrontar el dolor de perder el motivo que nos hace querer luchar.

      “¿Ahora me podrán ver a pesar de callar?”

Un odio abismal que separó el contexto de mi vida donde me ignoraron, me desecharon, me olvidaron y aislaron en un lugar en donde las penas son lo único que se puede perfilar. El frío de la omisión, del perecimiento y la forma en que me apuñalaron para hacerme borrar.

El semáforo estaba en color rojo, podía pasar, pero quería esperar. Volvió a parpadear, y el naranja se impuso mientras mis pies me decían que aún no era el momento de cruzar. Ya comprendieron, lo decidí desde el inicio, no existen motivos, no tenía razones, todo había sucumbido, y lo que imperaba era un extremo vacío que lo carcomía todo.

Decidí dar el primer paso cuando el color en el semáforo cambió. No sé, no lo entendía y menos como estaba tan rápido en el medio de la gran avenida. La luz en mis ojos en ese instante de tiempo se había disuelto y el fuego me había consumido por completo.

Me detuve, giré mi cabeza y veía como un carro se acercaba a toda velocidad, se escuchaban las cornetas, y el frío se erigía sin piedad. La muerte se hizo llegar, no tenía miedo, no sentía ningún arrepentimiento y menos ganas de volver a despertar.

Estoy tan cerca, tan cerca de ver mi final. La vida tiene un inicio, posee un comienzo, una forma que es nuestra y se separa cuando debemos afrontar el dolor de perder el motivo que nos hace querer luchar.

Las lágrimas volvieron a salir cuando el carro chocó con mi cuerpo. Me pregunté a mí mismo:

      —¿Acaso me recordarán?

La sangre rodeaba el suelo, la respiración se achicaba, los gritos de la gente se profundizaban al ver la obra mortal al acercarse, los minutos se convirtieron en siglos y así fue que los párpados de mis ojos se cerraron por completo.

      Ya era demasiado tarde. Mi muerte era un sueño eterno de tormentos.

_{Written listening to the musical theme: Inside a dream interpreted by dianakyv. Loneliness is like a predominance where the wind freezes what a wandering soul feels inside. Death is the beginning of our humanity.}

Anguish shows, it spread as my heart bled. It's not a puncture, not a normal stab wound, and not a glimpse of time either. It is the very melancholy of a wandering soul.

Everything has been decided, I was someone else. A man emptied by reality's own malevolent synergy. It seems, it seems I am drowned in my own time and in the lack that strips my soul of the simplest desires there are.

      They shout in the streets:

      "Live without equal".

      The whispers of the people are heard:

      "You must try again".

      "What am I going to try?"

My soul wept to the point of making each tear shed with an immense heaviness that collapsed my morality. The truth is that I am weak, so weak that I look like a sheet of paper that can burn.

      Picture it in your mind.

      See me in your hands.

      Feel how I burn.

Only the ashes remain of something that I know is erased, that doesn't exist, that has disappeared and has become ethereal. Can someone help me escape? I don't understand what the cage is, it seems that the only truth is that the drops of blood keep falling after this voracious outpouring.

I walk in the middle of the darkness, the lights of the cars flicker in the immense avenue, and the imposing buildings outline the drowning in the middle of a city that screams, but is also silent. I say it again:

      "I want to escape!"

      "They can't see me cry".

I hid the truth, put on the hood of my sweater and lowered my head to walk back and hide in the middle of the night. No one asked me how you are or can I help you. It hurts, I don't know where I should walk anymore.

Here, I looked there, how far and near it is. There was an instant where I felt a love with sincerity. It collapses, it broke and dissolved my way of living when I began to understand that nothing else exists but this vertiginous stinging that suffocates me mercilessly.

      Where am I going?

      I feel the loneliness.

      The night became darker than usual.

The city laughs and is silent. It devoured me, it sullied and chained me knowing that I could not object to the sentence that was erected to my life. I want to vomit, I want someone to understand my pain, and also this immense emptiness that has raided my peace. The blood coming out of my chest became thicker. I understood everything, I understood that nothing can be changed and that was what I had to face.

Will they remember me, will they understand me, will they understand if I dare to scream, will they say that I am Joel even though I am not there?

The view faded, something sharp felt on my neck, and something Dantesque was about to happen. The rose, the garden, the spring and the immense ocean today is only a desert that no one wants to remember.

      Write, dream and laugh. An affirmation that I cannot touch.

I'm so close, so close to see my end. Life has a beginning, possesses a beginning, a form that is ours and separates when we must face the pain of losing the reason that makes us want to fight.

      "Now will they be able to see me in spite of keeping silent?"

An abysmal hatred that separated the context of my life where I was ignored, discarded, forgotten and isolated in a place where sorrows are the only thing that can be outlined. The cold of omission, of perishing and the way they stabbed me to make me erased.

The traffic light was red, I could pass, but I wanted to wait. It blinked again, and orange took over as my feet told me it was not yet time to cross. They already understood, I decided from the beginning, there are no reasons, I had no reasons, everything had succumbed, and what prevailed was an extreme emptiness that ate everything.

I decided to take the first step when the color of the traffic light changed. I don't know, I didn't understand it and even less how I was so fast in the middle of the great avenue. The light in my eyes in that instant of time had dissolved and the fire had completely consumed me.

I stopped, turned my head and watched as a car approached at full speed, the bugles could be heard, and the cold stood mercilessly. Death was made to come, I was not afraid, I felt no regret and even less desire to wake up again.

I am so close, so close to see my end. Life has a beginning, possesses a beginning, a form that is ours and separates when we must face the pain of losing the reason that makes us want to fight.

The tears came again when the car had collided with my body. I asked myself:

      "Will they remember me?"

The blood surrounded the ground, the breathing shrank, the screams of the people deepened as they saw the deadly work approaching, the minutes turned into centuries and so it was that the lids of my eyes closed completely.

      It was already too late. My death was an eternal dream of torment.

Fuentes |Sources: Iluha Zavaley | Unsplash | Iluha Zavaley | Unsplash | Patrick Tomasso| Unsplash .

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