¡La Navidad ha llegado! Es una de las fechas que considero más importantes para compartir y reflexionar: Amar a nuestros seres queridos, semejantes y a nosotros mismos. Es un período para compartir. Leí la columna de @damarysvibra y me sentí atraído por escribir y dejar mis pensamientos aquí en @holos-lotus. La iniciativa parte de reflexionar sobre nuestro “Yo Navideño…”

Decidí titular éste post de la siguiente forma: Redescubriendo mi esencia: El yo que despierta en Navidad. La razón es que en estas fechas siempre hay algo que me hace sentir emocionado. Cuando era un niño, solía decorar la casa, animaba a mi abuela y a mi mamá para que decoráramos todos juntos. Era el típico niño que armaba el pesebre navideño y se quemaba las manos con la pistola de silicona al pegar el papel que se usaba en el proceso. A medida que iba creciendo, eso cambió, pero siempre me ha gustado decorar, montar el arbolito navideño y cenar en familia.

Cuando mi mamá se fue de Venezuela en 2018 y luego mis hermanos y mi sobrina, se produjo una variación. A pesar de no decorar mi casa, debido a que nos mudamos varias veces entre 2018 y 2024, siempre lo hacíamos en casa de mi tía o mi abuela. Allí nos encontrábamos todos. Navidad es una fecha para compartir, comer muchas hallacas y pan de jamón venezolano.

Mi yo navideño siempre busca que toda mi familia materna se reúna en casa, reír, hacer hallacas y sentir que podemos compartir. Es cierto que muchas sillas se encuentran vacías debido a que varios de mis familiares están lejos. Sin embargo, Navidad es una fecha para refrescar el alma y celebrar. Entre la dificultad, encontramos cada uno de nosotros nuestra propia luz.

Algo que asumí fueron las labores que hacía mi mamá en estas fechas. Ella era la que indicaba a mi familia dónde debían comprar los ingredientes de la cena navideña. Desde los 15 años, empecé a hacer guisos y creé mi propia receta para hacer hallacas venezolanas. Es algo que me gusta, pero que lleva mucho trabajo.

Los venezolanos tienen una tabla de edades para hacer hallacas. Los niños de 7 a 10 años ayudan a limpiar las hojas, los de 10 a 15 años las amarran, los de 15 a 20 años las arman, los de 20 a 30 años amasan la masa, los de 30 a 40 años cocinan las hallacas y los de 40 años en adelante hacen los guisos. No sé de dónde sacaron eso, pero no se aplica para mí. Comencé a cocinar desde muy joven y tuve un local de comida a los 16 mientras estudiaba bachillerato.

Cada año he hecho hallacas, incluso estando mi mamá acá, pero la diferencia es que ella era la que más me apoyaba. Éste año puede ser muy difícil porque notifiqué a mi familia que posiblemente no podría ayudarlos a cocinar debido a mis compromisos. La idea, incluso, de escribirlo se me hace extraña porque no es algo típico o que no haga.

Éste año, la Navidad para mí es diferente. Hay un proceso de transformación, de nuevas energías y construcción de proyectos. Quiero cantar, tomar vino y comer muchas hallacas con mi familia. Ver a mi abuela reír y reencontrarme conmigo. No sé si podré ayudar a cocinar, pero sí haré el pernil, que es tradición, y ayudaré a armar la mesa en la que todos solemos comer en familia.

Algo que me emociona de las fechas es ver a los niños abrir sus regalos a las 12:00 p.m. del día 24 de diciembre. Todos esperan esa hora para abrir sus regalos; es algo realmente emotivo. Mi familia siempre busca que prevalezca la inocencia; algunos ya están grandes y saben quién está detrás de todo. A los más jóvenes se les protegen sus ilusiones; eso me hace feliz como adulto.

En Navidad me gusta tomar, pero no embriagarme. Tomar lo necesario, manteniéndome sobrio. Me gustaría cerrar el año en un lugar distinto, con energías diferentes y con la posibilidad de repensarme. Cuando hablo de repensarme, pienso en un espacio donde pueda ver a toda mi familia riendo, pero recibiendo el 2025 con prosperidad. Todos nos lo merecemos. ¡Tú también lo mereces!

Quiero aprovechar la oportunidad para desearles una feliz Navidad a toda la comunidad en Hive, a mis amigos y a las personas que me leen. Navidad es un período especial, lleno de magia y felicidad. Aprovecha los momentos más importantes, construye recuerdos y sonríe. ¡Sé feliz! Enciende esa llama interior.

Nota literaria: La nieve cae, los automóviles pasan. Sólo queda mirar; deja que tu cuerpo sienta cómo la nieve que se derrite mientras frotas tus manos y sonríes porque todo pasó tan rápido que caíste en sus brazos.

Contenido original de @neruel. Todos los derechos reservados ©, 2024. Imágenes: Samsung Galaxy A50 - Nikon D60. Traducción al inglés y corrección gramatical: Chatgpt - DeepL - Languagetool.

ENGLISH VERSION (click here!)

Christmas Has Arrived! It’s one of the dates I consider most important for sharing and reflecting: Loving our loved ones, our fellow beings, and ourselves. It’s a time for giving. I read @damarysvibra's column and felt compelled to write and share my thoughts here on @holos-lotus. The initiative comes from reflecting on our "Christmas Self."

I decided to title this post as follows: Rediscovering My Essence: The Self That Awakens at Christmas. The reason is that, during this season, there’s always something that makes me feel excited. When I was a child, I used to decorate the house, and I’d encourage my grandmother and mom to decorate together. I was the typical child who set up the Christmas nativity scene and would burn my hands with the glue gun while sticking the paper during the process. As I grew older, that changed, but I’ve always enjoyed decorating, setting up the Christmas tree, and having dinner with the family.

When my mom left Venezuela in 2018, and later my siblings and my niece, a shift happened. Although I stopped decorating my home due to moving several times between 2018 and 2024, we always decorated at my aunt’s or grandmother’s house. That’s where we would all gather. Christmas is a time to share and eat lots of Venezuelan hallacas and ham bread.

My Christmas Self always aims for my entire maternal family to gather at home, laugh, make hallacas, and feel that we can share. It’s true that many seats are empty because several of my relatives are far away. However, Christmas is a time to refresh the soul and celebrate. In the midst of difficulty, each of us finds our own light.

One thing I took on were the tasks my mom used to handle during this time. She was the one who told my family where to buy the ingredients for the Christmas dinner. Since I was 15, I started making stews and created my own recipe for Venezuelan hallacas. It’s something I enjoy, but it’s a lot of work.

Venezuelans have an age chart for making hallacas. Children between 7 and 10 years old help clean the leaves; those from 10 to 15 tie them; those from 15 to 20 assemble them, those from 20 to 30 make the dough; those from 30 to 40 cook the hallacas, and those 40 and above make the stews. I don’t know where they got that from, but it doesn’t apply to me. I started cooking at a very young age and had a food business at 16 while I was still in high school.

Every year, I’ve made hallacas, even when my mom was here, but the difference was that she was the one who supported me the most. This year might be very difficult because I told my family that I might not be able to help cook due to my commitments. The idea of even writing it feels strange because it’s not something unusual for me.

This year, Christmas is different for me. There’s a process of transformation, new energies, and building of projects. I want to sing, drink wine, and eat lots of hallacas with my family. I want to see my grandmother laugh and reconnect with myself. Furthermore, I don’t know if I’ll be able to help cook, but I will make the pork leg, which is a tradition, and I’ll help set the table where we all usually eat together.

One thing that excites me about these dates is seeing the kids open their presents at midnight on December 24th. Everyone waits for that hour to open their gifts; it’s really emotional. My family always tries to maintain the innocence of the younger ones; some are older and know who is behind everything. The younger ones’ illusions are protected; that makes me happy as an adult.

At Christmas, I like to drink, but not to get drunk. Just enough to stay sober. I’d like to end the year in a different place, with new energies, and with the possibility of rethinking myself. When I talk about rethinking, I think of a space where I can see all my family laughing while we receive 2025 with prosperity. We all deserve it. You deserve it too!

I want to take this opportunity to wish a Merry Christmas to the entire Hive community, my friends, and everyone who reads me. Christmas is a special time, full of magic and happiness. Cherish the most important moments, build memories, and smile. Be happy! Ignite that inner flame.

Literary Note: Snow falls, cars pass. All that’s left is to watch; let your body feel the snow melting as you rub your hands together and smile because everything passed so quickly that you fell into its arms.

Original content by @neruel. All rights reserved ©, 2024. Images: Samsung Galaxy A50 - Nikon D60. English translation and grammar correction: Chatgpt - DeepL - Languagetool.

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