_{Escrito escuchando la canción: Falling de Harry Styles. En mi propia felicidad siempre voy a encontrar un pequeño lugar para ver el mundo, para mirar mis pasos y aquello que he aprendido valorando a la persona más importante para mí.}

Hoy quiero escribir, quiero escribir mi parte humana, y también el significado de como poder enfrentar mi apego, mi cariño, preocupación y amor por mi madre. Afrontar mi realidad por los últimos años han sido muy significativos para mí.

Desde el día que mi madre salió al extranjero y yo me quedé en Venezuela, tuve que aprender de manera drástica, que yo tendría que velar por todo, que la inmadurez no tendría cabida, que las noches de velada con mis amigos se apagarían para darle paso a mis compromisos.

En esta experiencia, que no es solamente mía, aprendí a amar en la distancia, a decir buenos días por teléfono, a anclar las conversaciones con mi madre, a leer sus frases motivacionales en mi viejo teléfono, a guardar de manera emotiva sus fotografías y reír por medio de notas de voz enviadas por nuestro chat de WhatsApp.

¿Estaba preparado para todo esto? No, no estaba preparado para absolutamente nada. Únicamente, aprendí que debía hacer lo que podía, tenía que revisar las actividades académicas de mi hermano, debía sonreír con mi sobrina, tenía que administrar el dinero, y también ir a hacer mercado. Esto es uno de los más grandes aprendizajes que me ha dado la vida, me ha permitido ver las cosas desde otra perspectiva, no hacer las cosas por sólo hacerlas y pensar en el bienestar de todos.

En ese camino, he encontrado muchos obstáculos, pero también personas que me han ayudado y apoyado. Al mismo tiempo, he tenido que enfrentar situaciones que me han volcado y me han puesto a pensar: ¿Cuál es el valor de todo esto? ¿Qué tan impórtate es continuar? Al escribir esto no estoy triste, sino más bien, reflexivo y me estoy permitiendo plasmar lo que pienso. Esto es una parte de mí, y algo personal que deseo trasmitir en este blog.

_{Written listening to the song: Falling by Harry Styles. In my own happiness I will always find a small place to see the world, to watch my steps and what I have learned by valuing the most important person to me.}

Today I want to write, I want to write my human side, and also the meaning of how to face my attachment, my affection, concern and love for my mother. Facing my reality for the last years have been very significant for me.

From the day my mother went abroad and I stayed in Venezuela, I had to learn drastically that I would have to watch over everything, that immaturity would have no place, that the evenings spent with my friends would be extinguished to make way for my commitments.

In this experience, which is not only mine, I learned to love in the distance, to say good morning on the phone, to anchor conversations with my mother, to read her motivational phrases on my old phone, to emotionally save her photographs and laugh through voice notes sent through our WhatsApp chat.

Was I prepared for all this? No, I was not prepared for anything at all. I only learned that I had to do what I could, I had to check my brother's academic activities, I had to smile with my niece, I had to manage money, and also go to the market. This is one of the greatest lessons that life has given me, it has allowed me to see things from another perspective, not to do things just for the sake of doing them and to think about the welfare of everyone.

Along the way, I have encountered many obstacles, but also people who have helped and supported me. At the same time, I have had to face situations that have turned me upside down and made me think: What is the value of all this? How important is it to continue? In writing this I am not sad, but rather, reflective and allowing myself to express my thoughts. This is a part of me, and something personal that I wish to convey in this blog.

Mi madre ha sufrido desde hace unos años un desgaste profundo en el túnel carpiano de las muñecas de ambas manos. Esto ha sido muy difícil de afrontar, el dolor que ella presentaba en ese tiempo no le permitía dormir bien, realizar actividades cotidianas, y aun así, ella debía continuar con sus responsabilidades en un país que le ha dado la acogida, uno que también le ha brindado grandes oportunidades a pesar de miles de desaciertos. Escribo cada palabra en razón de lo que he vivido junto a ella, yo siempre me he evocado a hacer sus trámites y estar pendiente de lo que ha sido posible para mí.

Cuando todo poco a poco comenzaba a agravarse hace dos años, sencillamente mi preocupación había empeorado, a veces mi estrés era demasiado fuerte, y lo más preocupante en todo, era como podía ayudarla desde acá en Venezuela.

Aun así, ella siempre me dijo que siguiera mi camino, que trabajará tranquilo, y además que cumplirá con mis responsabilidades académicas. ¿Cómo podía hacer eso? Mi mente se comenzó a dividir, pero aun así continué. Sé muy bien, lo que esto significa para mi madre. En esa situación llegamos al momento cuando defendí mi trabajo de grado para optar por el título de abogado y luego mi graduación, esto fue complejo para mi madre, y, además, su situación de salud ya estaba en un punto en donde todos sabíamos que debía operarse, no obstante, ella siempre recibía escasas respuestas de los médicos: debe entrar a un proceso de evaluación, luego uno de rehabilitación y así proseguían las respuestas de los médicos.

En un punto todo fue realmente duro, porque tener una condición médica de este tipo requiere que estés con personas que puedan estar contigo y brindarte apoyo. Cuando le dijeron a mi madre luego de meses de espera que por fin podía efectuar su operación, realmente estaba muy contento, por fin teníamos un punto en donde ella podía encontrar la calma y una mejoría, algo que le pudiera causar bienestar. Esto es lo que pensé y pienso.

Enfrentar esa operación de mi madre en julio de este año y en la distancia, realmente fue muy duro, anteriormente comenté que hubo implosiones emocionales, es que no podía estar tranquilo, tuve mucha angustia, llegué a sentir una preocupación abundante y en un punto exploté de la impotencia. Exploté sin que nadie pudiera verme, sin que nadie pudiera escuchar y sin causarle intranquilidad a nadie más. Lo he dicho, mi madre es la mujer más importante en mi vida y siempre lo será, siempre lo ha sido y nadie ha podido o podrá cambiar esto.

My mother has suffered for some years a deep wear in the carpal tunnel in the wrists of both hands. This has been very difficult to face, the pain that she presented at that time did not allow her to sleep well, to perform daily activities, and even so, she had to continue with her responsibilities in a country that has welcomed her, one that has also given her great opportunities in spite of thousands of mistakes. I write each word because of what I have lived with her, I have always been evoked to do her paperwork and to be aware of what has been possible for me.

When everything slowly began to worsen two years ago, my worries had simply worsened, sometimes my stress was too strong, and the most worrying thing in all, was how I could help her from here in Venezuela.

Still, she always told me to go on my way, to work quietly, and also to fulfill my academic responsibilities. How could I do that? My mind began to split, but still I continued. I know very well, what this means to my mother. In that situation we arrived at the moment when I defended my degree work to opt for my law degree and then my graduation, this was complex for my mother, and, in addition, her health situation was already at a point where we all knew that she should have surgery, however, she always received few answers from the doctors: she must enter an evaluation process, then a rehabilitation one and so the doctors' answers continued.

At one point it was really hard, because having a medical condition like this requires you to be with people who can be with you and support you. When they told my mother after months of waiting that she could finally have her operation, I was really happy, we finally had a point where she could find calmness and an improvement, something that could bring her wellbeing. This is what I thought and think.

Facing my mother's surgery in July of this year and from a distance, it was really very hard, I previously commented that there were emotional implosions, I could not be calm, I had a lot of anguish, I felt a lot of worry and at one point I exploded from impotence. I exploded without anyone being able to see me, without anyone being able to hear me and without causing uneasiness to anyone else. I have said it, my mother is the most important woman in my life and always will be, always has been and no one could or will ever be able to change that.

Sabía que mi hermano de 23 años sería un gran apoyo para mi madre, pero en este punto simplemente debía mantener la calma, mantenerla de una manera que no me fuera a seguir doliendo y desestabilizándome emocionalmente.

La operación terminó con un éxito rotundo, pero ahora vendría lo más difícil, sí, ese periodo de recuperación en el cual mi madre no podría mover una de sus manos. ¿Fácil? No, absolutamente debía apoyarse a mi hermano, y mantener la calma.

Esa calma también era la que yo debía conservar para poder mandarle un audio todos los días, preguntando de una forma que no le afectara mis pavores: ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes? ¿Cómo va el proceso de recuperación? Las videollamadas eran recurrentes, ya que mi madre no podía escribir debido al reposo, incluso ahora todo es así aún.

Poco a poco pudimos enfrentar esta situación, aún queda mucho por hacer porque mi madre posee desgaste también en el túnel carpiano de la mano izquierda que no le operaron, claro, pero no de manera crónica como en la derecha. Todo ha ido cambiando, y lo he afrontado con unas ganas intensas de estar ahí. ¿Irónico? Siempre me guardo este tipo de cosas para mí, pero sé que también debo expresarme, que debo escribir sobre lo que ha sucedido y como he aprendido a enfrentar mis propios miedos.

Quiero dejar esa parte finita, pero inmensa de emociones por mi madre, y también quiero ser el humano, el humano que dice o plasma lo que ha aprendido a asimilar en este tiempo de lejanía o distancia.

Creo que esta parte, es la que siempre puedo dejar aquí y mantener eternamente por mi mamá.

I knew that my 23-year-old brother would be a great support to my mother, but at this point I simply had to keep my cool, keep it in a way that wasn't going to continue to hurt and destabilize me emotionally.

The operation ended with a resounding success, but now would come the hardest part, yes, that period of recovery in which my mother would not be able to move one of her hands. Easy? No, she absolutely had to lean on my brother, and keep calm.

That calmness was also what I had to keep in order to be able to send her an audio every day, asking her in a way that did not affect my fears: How are you? How are you feeling? How is the recovery process going? The video calls were recurrent, since my mother could not write due to the rest, even now everything is still like that.

Little by little we were able to face this situation, there is still a lot to do because my mother also has wear and tear in the carpal tunnel in her left hand, which was not operated on, of course, but not in a chronic way as in the right hand. Everything has been changing, and I have faced it with an intense desire to be there. Ironic? I always keep this kind of thing to myself, but I know that I must also express myself, that I must write about what has happened and how I have learned to face my own fears.

I want to leave that finite, but immense part of emotions for my mother, and I also want to be the human, the human who says or embodies what he has learned to assimilate in this time of remoteness or distance.

I think this part, is the part I can always leave here and keep forever for my mom.

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