Fiction: The footprint of what was said/ La huella de lo que se dijo (ENG/ ESP)


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The footprint of what was said

The young man arrived in town and looked for a place where he could sit and ask questions. He was tired, dirty, from the long trip he had made. In a sort of bar, he sat down at one of the many empty tables. A man, who was arranging the bottles of liquor, looked at him with reluctance and from where he was, asked:

"What would you like?" -asked the man at the bar.

"Give me something to quench my thirst,” said the young man, and the barman took a beer out of the fridge and brought it to the table:

"I'm looking for someone",_ expressed the boy and then he took a big sip of the beer: the liquor was cold and he was very thirsty.
Who? -asked the man at the bar suspiciously.

"To Justino Cordero,” answered the boy, then he finished the beer and asked for another. The man at the bar went to get it and when he returned, as if he had thought about the question, he found out:

"And who are you and what do you want with Justino?" -he put the beer on the table and the young man took it, took another long drink, then announced:

"I am his son, Buenaventura Lopez, and for years I have been looking for him".


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Since Buenaventura was a child, although he never saw his father, his mother made sure he knew about him:

"Justino Cordero was a scoundrel, a bad man!" -Daría López would exclaim whenever she could, to her son and to anyone else. Buenaventura never asked about his father because he knew perfectly well what his mother would say: a story Buenaventura had heard ad nauseam.

"Justino had women everywhere and he didn't want to marry any of them. That scoundrel. I believed in his promises and went with him to his house, I thought it was different with me, but then he made my life impossible and I had to go back to my parents' ranch, but I was already pregnant with you. When I wanted him to answer, he laughed at me and left town,” said Daría, her lips trembling with rage as if it had just happened.

When Bonaventure began to have forebodings, Daría looked at him with contempt and told him:

"That's how Justin was: he had these hunches that came true. That will be my punishment: to have a son just like him,” said Daría without understanding that he was talking to a child.

Buenaventura knew the contempt his mother held for the one who had impregnated her, so when Daría was on her deathbed and kept shouting:

“Justino, where are you, where are you?"

Buenaventura knew that her mother had never gotten over that man's contempt and that perhaps her illness, the one that had eaten her to death, had its roots in that hatred that she carried like a sack of a thousand kilos on her body.


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So, after the death of his mother, Buenaventura set out to find Justino to tell him to his face all the wrong he had done to him and his mother. It was not difficult to locate him, he only had to ask and they told him, that's why he was in that remote village, asking for Justino:

"He lives on a ranch near the church. You'll find him quickly because it's the only ranch nearby,” said the man at the bar and Buenaventura finished his second beer, paid, thanked the other man and left for the church.

When he arrived at the ranch, a smell of urine, old man and earth flooded his face. There was no need to knock on the door: it was open. So he entered and shouted loudly:

"Justino Cordero, here is your son, Buenaventura López, son of Daría López" -then he heard someone calling him from another room. Buenaventura approached and saw in the darkness, the body of an old man lying on a cot. He went closer to see him and had the feeling that the man would die at any moment.

"Come, come closer, I want to meet you, son,” said the old man in a barely audible voice. Everything Buenaventura wanted to say to the man got stuck in his throat and he barely uttered it when he was close:

"Father!" -Justino was a bag of bones and looked helpless on the cot. He smiled when he asked:

"How is your mother?"

"She is dead,” Buenaventura answered and a long silence ensued. Then, as if it was hard for him to speak, Justino announced:

"I'm glad you came to see me. I'm going to die any minute,” he said, and Buenaventura knew I would.

"You didn't notice, but Daría came after you,” said Justino, ”and she came looking for me". Buenaventura turned his eyes at that instant because he sensed his mother's shadow coming behind him, and at the same instant he saw how a pair of dark shadows crossed the door. When he turned his eyes back to the cot, he knew that Justino had already died.


All images are free of charge and the text is my own, translated in Deepl

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Thank you for reading and commenting. Until a future reading, friends


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La huella de lo que se dijo
El joven llegó al pueblo y buscó un lugar donde pudiera sentarse y preguntar. Estaba cansado, sucio, por el largo viaje que había hecho. En una especie de bar, se sentó en una de las tantas mesas que estaban vacías. Un hombre, que acomodaba las botellas de licor, lo miró con desgano y desde donde estaba, preguntó:
_¿Qué desea? –preguntó el hombre del bar.
_Deme algo para pasar la sed –dijo el joven y el hombre del bar, sacó una cerveza de la nevera y se la llevó hasta la mesa:
_Busco a alguien –expresó el muchacho y luego le dio un gran sorbo a la cerveza: el licor estaba frío y él tenía mucha sed.
_¿A quién? –preguntó el hombre del bar con suspicacia.
_A Justino Cordero –respondió el muchacho, después se terminó la cerveza y pidió otra. El hombre del bar fue a buscarla y cuando regresó, como si hubiese pensado la pregunta, averiguó:
_¿Y quién eres tú y qué quieres con Justino? –le puso la cerveza en la mesa y el joven la tomó, bebió nuevamente un largo trago, luego anunció:
_Soy su hijo, Buenaventura López, y desde hace años lo estoy buscando.
Desde que Buenaventura era niño, aunque nunca vio a su padre, su madre se encargó de que supiera de él:
_¡Justino Cordero era una sinvergüenza, un mal hombre! –exclamaba Daría López cada vez que podía, a su hijo y a cualquiera. Buenaventura jamás preguntaba por su padre porque sabía perfectamente lo que diría su madre: un cuento que Buenaventura había escuchado hasta el cansancio.
_Justino tenía mujeres en todas partes y con ninguna quería casarse. El sinvergüenza ese. Yo creí en sus promesas y me fui con él a su casa, creí que conmigo era diferente, pero después me hizo la vida imposible y yo tuve que volver al rancho de mis padres, pero ya estaba embarazada de ti. Cuando quise que respondiera, se rió de mí y se largó del pueblo –relataba Daría y los labios le temblaban de la rabia como si aquello hubiese ocurrido recién.
Cuando Buenaventura comenzó a tener presentimientos, Daría lo miró con desprecio y le dijo:
_Así era Justino: tenía esos pálpitos que se hacían realidad. Ese será mi castigo: tener un hijo igual a él –expresaba Daría sin entender que hablaba con un niño. Buenaventura sabía el desprecio que guardaba su madre por aquel que la había embarazado, por eso, cuando Daría estaba en su lecho de muerte y no dejaba de gritar:
_Justino, dónde estás, por qué no vienes a buscarme –Buenaventura supo que su madre jamás había superado el desprecio de aquel hombre y que tal vez, su enfermedad, esa que la había carcomido por dentro hasta matarla, había tenido su raíz en aquel odio que cargaba como un saco de mil kilos sobre su cuerpo.
Por eso, después de la muerte de su madre, Buenaventura se propuso encontrar a Justino para decirle en su cara todo lo mal que le había hecho a él y a su madre. No fue difícil localizarlo, solo tuvo que preguntar y le dijeron, por eso estaba en aquel pueblo, remoto, preguntando por Justino:
_Vive en un rancho cerca de la iglesia. Vas a encontrarlo rápidamente porque es el único rancho que está cerca –dijo el hombre del bar y Buenaventura se terminó la segunda cerveza, pagó, le dio las gracias al otro hombre y salió rumbo a la iglesia.
Cuando llegó al rancho, un olor a orine, a viejo y a tierra inundó su rostro. No fue necesario tocar la puerta: estaba abierta. Así que entró y gritó con fuerza:
_Justino Cordero, aquí está tu hijo, Buenaventura López, hijo de Daría López –después escuchó que alguien lo llamaba de otra habitación. Buenaventura se acercó y vio en la oscuridad, el cuerpo de un anciano tirado en un catre. Se acercó más para verlo y tuvo el presentimiento de que el hombre moriría en cualquier momento.
_Ven, acércate, quiero conocerte, hijo –dijo el anciano con una voz apenas audible. Todo lo que Buenaventura quería decirle a aquel hombre, se le quedó atorado en la garganta y apenas pronunció, cuando estuvo cerca:
_Padre –Justino era un saco de huesos y parecía indefenso en el catre. Sonreía cuando preguntó:
_¿Cómo está tu madre?
_Está muerta –respondió Buenaventura y sobrevino un largo silencio. Luego, como si le costara hablar, Justino anunció:
_Menos mal que viniste a verme. En cualquier momento me muero –apuntó y Buenaventura sabía que sí.
_No te has dado cuenta, pero Daría se vino detrás de ti –dijo Justino- y ha venido a buscarme. Buenaventura volteó la vista en ese instante porque presintió que la sombra de su madre venía detrás de él y en ese mismo instante vio como un par de sombras oscuras cruzaban la puerta. Cuando volvió los ojos al catre, sabía que ya Justino había muerto.





































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What an emotional story and it's dad the young man lost both parents. He eventually met his father but not the way he thought of.

He will cherish the last memories forever.

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I think a lot of people think they know people by what they have heard, only to finally realize that they don't. Thanks for commenting

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Oh, such an emotional story you've written here.

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¡Felicitaciones!



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The story is very touching. I just wished he could get a little closure from his dad before the man died. Can't imagine seeing your dad for the first time and he dies the next seconds.

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Yes. It would be very sad to look for someone, only to see them die. Greetings

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The end of a Casanova who played with many women in the course of his life and finally died in the most sad way. We could say that Daria had her revenge. Very good story.

Thanks for sharing your story.
Good day.

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You got it all, my friend. It's the end of a scoundrel and yes, in the end, Daria manages to take him away. Greetings and thanks for commenting. Have a nice day

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