"Mery must have been a brave, passionate woman, full of rebellious ideals" - Malena affirmed, taking for granted that that diary belonged to the owner of the house- "If only my mother had half the courage and passion of her friend, she could understand me". -Malena thought and deflated like a helium balloon.

In the middle of the night, Malena couldn't stop a heart-rending scream from coming from her throat as she read in the diary:

"Today they killed Marlon, but a seed of him is inside me..."

Mery, who had heard the scream, came into the room:

"What's the matter with you? Why did you scream?"

"Excuse me, Mery, but I read your diary! I'm sorry, Mery, but I've read your diary," said Malena, very embarrassed.

"It's not my diary. It's your mother's diary. What you've read is the story of your mother and father. Your mother lived here for a time many years ago".

In disbelief, Malena's eyes widened like a cat's in front of a car:

"But it says ‘M's Diary’ here!" -the girl expressed incredulously.

"Ana said that if her child was a boy, his name would be Marlon, if it was a girl, her name would be Malena. That diary is for you," said Mery and Malena looked at the diary in her hands as if it were a lighthouse and began to illuminate everything.

All images are free of charge and the text is my own, translated in Deepl

Thank you for reading and commenting. Until a future reading, friends

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Algunas páginas sin autor
Después que los agentes del gobierno amenazaran con encarcelar a los estudiantes universitarios que habían participado en las últimas protestas, Ana había decidido enviar a su hija Malena por unos cuantos meses a casa de su gran amiga Mery, quien vivía a las afueras de la ciudad, apartada del bullicio y la vida citadina. Malena se había negado y le había echado en cara a su madre su poca comprensión y la manera tan ortodoxa de ver el mundo.
_No me interesa lo que pienses ahora, Malena. En un futuro me lo agradecerás. Ahora te vas una temporada con Mery y espero que cuando regreses, hayas madurado un poco –agregó estirando la mano y le dio a su hija un pasaje y una tarjeta de crédito; luego la abrazó – Mery te está esperando. Pórtate bien y me llamas todos los días –agregó y vio cómo su hija se montaba en el vehículo.
Ese día por la mañana, Malena salió de su casa y a las 5 de la tarde llegó a la casa de Mery. Efectivamente, la mujer la estaba esperando:
_Tenía muchas ganas de conocerte en persona. Solo había visto algunas fotos tuyas. Eres bellísima. Te pareces mucho a tu padre –asomó y ante la mirada de sorpresa de Malena, entendió que había sido indiscreta- Ven entremos a casa. Debes estar cansada y debemos llamar a tu madre para que sepa que has llegado sana y salva.
Malena se dejó guiar por la otra mujer, aunque las palabras anteriores la dejaron muda: habían sido como un navajazo en el aire.
La casa era pequeña, pero bonita. Había un olor agradable entre flores y comida recién hecha. Mery le enseñó la habitación, la cual sería su refugio en las próximas semanas:
_Este es tu cuarto. Espero que te guste. Este es el baño y aquí hay una pequeña biblioteca para que leas –señaló unos libros en unos estantes de madera.
_Hace rato hablaste de mi padre. ¿Lo conociste? – preguntó Malena torpe dejando ver en su rostro la geografía de una incógnita, la imagen de tres puntos suspensivos.
_¿Tu madre no te ha hablado de él? –Malena negó con la cabeza- Entonces no creo que sea yo la persona que deba contar su historia. Bueno, si quieres báñate y después baja a comer. Te estaré esperando –dijo Mery cálidamente cambiando el tema.
Luego de cenar, Malena volvió a su habitación a desempacar sus cosas y aprovechó para revisar los libros. Muchos de los títulos los había leído. Entre los libros encontró un pequeño cuaderno forrado en terciopelo rojo. En la primera página, con letra cursiva y fina, decía “El diario para M”. Impulsada por una gran curiosidad, comenzó a leer:
“El sol estaba en mitad del cielo cuando Marlon se detuvo cerca de mí. Salíamos de la reunión en casa de los hermanos López. Sin mucho rodeo me pidió que fuera su novia y yo le dije que sí. Luego me tomó de las manos y me dio un beso en la boca. Algo dentro de mi cuerpo se movió y me hizo temblar. Cuando llegué a casa no se lo dije a nadie. La semana que viene será la fecha para el viaje y tengo miedo que tomen como excusa mi noviazgo con Marlon y no me dejen salir”.
Esa noche, aunque los ojos se le cerraban, Malena logró leer unas cuantas páginas de aquel diario rojo. El amor clandestino entre Marlon y aquella chica sin nombre, hizo que Malena pasara la noche despierta leyendo y cuando despertó, luego de saludar a Mery y desayunar con ella, subió nuevamente al cuarto para seguir con la lectura:
“Lo que hay entre Marlon y yo es amor. Compartimos luchas y pensamientos. Es mi amigo, ante todo. Hoy supe que es el hombre más valiente del mundo. Mientras que los otros se negaron a asumir la responsabilidad de llevar el estandarte de la protesta, él se ofreció, como un héroe. Si no fuera por mis padres, me gustaría ir con él.”
Malena pasó la tarde leyendo aquel diario lleno de pasajes amorosos y eventos políticos:
_Mery debió ser una mujer valiente, apasionada, llena de ideales rebeldes – afirmaba Malena dando por sentado que aquel diario era de la dueña de la casa- Si por lo menos mi madre tuviera la mitad de arrojo y la pasión de su amiga, podría entenderme. –pensó Malena y se desinfló como un globo de helio.
En la noche, en plena madrugada, Malena no pudo evitar que un grito desgarrador saliera de su garganta mientras leía en el diario:
“Hoy han matado a Marlon, pero una semilla de él está dentro de mí.”.
Mery, quien había escuchado el grito, llegó a la habitación:
_¿Qué te pasa? ¿Por qué has gritado?
_¡Disculpa, Mery, pero he leído tu diario! –dijo Malena muy apenada.
_No es mi diario. Es el diario de tu madre. Lo que has leído es la historia de tu madre y tu padre. Tu madre vivió una temporada aquí hace muchos años.
Sin poder creerlo, Malena abrió los ojos como un gato frente a un carro:
_¡Pero aquí dice “Diario de M”! –expresó incrédula la chica.
_Ana dijo que si su hijo era varón, se llamaría Marlon, si era hembra, se llamaría Malena. Ese diario es para ti –dijo Mery y Malena miró aquel diario que tenía en las manos como si fuera un faro y empezara a iluminarlo todo.