Fiction: A series of surprising events/Una serie de acontecimientos sorprendentes (ENG/ ESP)
A series of surprising events
"There are many bad people who take an object and put bad things on it so that whoever finds it will pass on the badness",_ my grandmother sometimes told me.
"But what could be so bad about such a beautiful coin?" I thought to myself and quickly took the coin, put it in my pocket and ran away happy, feeling that I had found a treasure.
"How was school, Alejo?" -asked Grandma Pierina as always.
"Fine, Grandma. They sent me a lot of homework, so I'm going to do it,” I said without stopping and walked to my room. There I took the coin out of my pocket and saw it: it was a big, golden coin with silver edges. I squeezed it tightly in my fist and felt a great joy because I had never had a coin in my hands before and with it I could buy many things:
"Maybe I can buy a bicycle",_ I thought remembering that Armando, my little friend from school, had a blue bicycle that he sometimes lent me.
"Or maybe I could buy my grandmother a new stove, like Armando's mother's, which has some little holes where the fire comes out and you don't have to put wood in it and you don't have to blow anything.
"Call Eulogio who is cutting wood"_ I ran away, but I did not realize that there were some stones in the path and I tripped over them and fell on the ground. My knees were scraped and although I felt like crying because of the blood and because it hurt so much, I got up and kept running to look for my uncle Eulogio. As soon as I told my uncle what happened, he ran away.
When we arrived at the house, grandma and the snake were still in the same place. Tio looked for a machete and approached slowly, but when he tried to cut the snake, it jumped up and bit Tio. Grandma and I screamed at the same time, but uncle, thus with the bite on his leg, ran and cut the snake in two.
After that, grandma tried to cure uncle, but the leg was already swelling and turning purple, so they had to take uncle to the hospital urgently. Grandmother turned to see me and, very worried, said to me in a low voice:
"Stay here, Alejo. Don't move from your room. I'm going to take your uncle to the hospital" -and they went out to the road to see if they could get a car.
About the time I was in my room doing my homework, I heard Grandma and Uncle Eulogio returning from the hospital. They were both happy and laughing: Uncle Eulogio was out of danger. Seeing them happy, I was happy too and I didn't want to tell grandma about the coin because she was going to tell me what she always tells me, that it's bad to pick up things that are lying in the street because bad things can start to happen like what happened to me.
All images are free of charge and the text is my own, translated in Deepl
Thank you for reading and commenting. Until a future reading, friends
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Una serie de acontecimientos sorprendentes
Todo comenzó cuando al salir de la escuela, caminaba por el cruce del río cuando encontré una moneda grande y reluciente. La moneda más grande que yo había visto. Abuela Pierina siempre me había dicho que no agarrara nada de la calle porque no sabía qué podía tener:
_Hay mucha gente mala que toma un objeto y le echa cosas malas para que al que se lo encuentre le traspase la maldad –contaba mi abuela algunas veces.
¿Pero qué de malo podía tener una moneda tan bonita? Pensé yo y tomé la moneda rapidito, la metí en el bolsillo y salí corriendo feliz, sintiendo que me había encontrado un tesoro.
Cuando llegué a la casa y vi que la abuela Pierina estaba en el fogón haciendo el almuerzo, tuve ganas de contarle que me había encontrado una moneda al salir de la escuela, pero como sabía lo que me diría, preferí guardar el secreto:
_¿Cómo te fue en la escuela, Alejo? –preguntó abuela Pierina como siempre.
_Bien, abuela. Me mandaron mucha tarea, así que voy a hacerla –dije sin detenerme y caminé rumbo al cuarto. Allí saqué del bolsillo la moneda y la vi: era una moneda grande, dorada y con unos bordes plateados. La apreté en mi puño fuertemente y sentí una alegría enorme porque nunca antes había tenido una moneda en mis manos y con ella podía comprar muchas cosas:
_Tal vez pueda comprarme una bicicleta –pensé recordando que Armando, mi amiguito de la escuela, tenía una bicicleta azul que a veces me prestaba.
_O tal vez le compre a la abuela una cocina nueva, como la de la mamá de Armando que tiene unos huequitos por donde sale el fuego y no hay que meterle leña ni hay que soplar nada.
Y así pasé un rato pensando en las cosas que podía comprar con aquella moneda. Estaba en mis pensamientos, cuando escuché que la abuela gritaba desde la cocina. Guardé la moneda nuevamente en mi bolsillo y salí corriendo para ver qué sucedía. Al llegar, vi que mi abuela estaba paralizada mirando hacia un rincón: en el rincón había una culebra muy grande, enrollada, como si fuera una manguera recogida. Yo también me quedé paralizado del miedo, pero la abuela me dijo:
_Llama a Eulogio que está cortando madera –yo salí corriendo, pero no me di cuenta que había unas piedras en el camino y tropecé con ellas y me caí en la tierra. Mis rodillas se rasparon y aunque me dieron ganas de llorar por la sangre y porque me dolía mucho, me levanté y seguí corriendo para buscar a mi tío Eulogio. Apenas le dije a mi tío lo que pasaba, salió corriendo.
Cuando llegamos a la casa, abuela y la culebra seguían en el mismo lugar. Tío buscó un machete y se acercó lentamente, pero cuando intentó cortar la culebra, ésta saltó y mordió al tío. Abuela y yo gritamos al mismo tiempo, pero el tío, así con la mordedura en la pierna, corrió y cortó la culebra en dos.
Después de eso, abuela intentó curar al tío, pero ya la pierna se estaba hinchando y se estaba poniendo morada, por lo que debían llevar al tío al hospital urgentemente. Abuela, volteó a verme y muy preocupada, me dijo bajito:
_Quédate aquí, Alejo. No te muevas de tu cuarto. Yo voy a llevar a tu tío al hospital –y salieron a la carretera a ver si conseguían un carro.
Yo tenía mucho miedo porque pensé que podía haber otra culebra por ahí y nadie podría salvarme. Sin poder aguantar, se me salieron las lágrimas porque quería que mi abuela Pierina y mi tío Eulogio estuvieran conmigo. Entonces fue que recordé la moneda en mi bolsillo y me pregunté si aquella moneda no tendría que ver con todo lo que había sucedido aquel día. Metí la mano en el bolsillo y saqué la moneda: ahora no me parecía tan dorada, ni tan grande como al principio. Cerré el puño y con la moneda en mi mano, comencé a correr hacia el cruce del río. Allí, donde la había conseguido, tiré la moneda y volví corriendo a casa.
Como a la hora, yo estaba en mi cuarto haciendo la tarea, escuché que abuela y tío Eulogio regresaban del hospital. Los dos venían contentos y riendo: tío Elogio estaba fuera de peligro. Al verlos felices, yo también me puse feliz y no le quise decir a la abuela lo de la moneda porque me iba a decir lo que siempre me dice, que es malo agarrar cosas que estén tiradas en la calle porque pueden comenzar a suceder cosas malas como las que me sucedieron a mí.
Your story is very entertaining. Apparently bad luck had fallen as a result of an object with a curse. Very well narrated and makes wr stay tuned to the story until the end.
Thanks for sharing your story.
Happy day.
Thanks to you for your comment and support, my friend. Regards
Yuuupi. Happy and grateful for your support and consideration, thank you.
I love this. The power of belief. Maybe it's true :))
A wonderful story, @nancybriti1
Faith moves everything! It is enough to believe. Greetings and thank you
My mom also told me that superstition. She said that coins that were on the road are said to be coins of the dead, and picking them up would mean that you were robbing them, and that would cause you terrible luck. I somehow anticipated that bad luck would come to Alejo, but the way you narrated it made me hooked on its plot. Thanks for sharing such an entertaining story, @nancybriti1!
Good day!
Good thing you remembered your own story when you read mine. That's what it's all about: making readers feel identified. Greetings and thanks for your comment
You're welcome @nancybriti1 and greetings also!
It's a great story, it's very good. Poor kid, so scared thinking it was his fault for picking up the coin and keeping it.
There are many superstitious beliefs that revolve around coins and one of them has to do with skin diseases. Well that was something I heard a long time ago. Someone said that they supposedly rubbed the coin around the diseased part and tossed it backwards without looking where it landed, until someone picked it up and magic, bye bye the ailment, I guess the ailment was then for the person who will take it.
It was a pleasure to read.
I've heard about that too! In fact, they talk about it being the most effective way to remove warts. I really appreciate your comment. Thank you