Había sido después de la muerte de Cuquita, nuestra tía solterona y que había cuidado de nosostros por mucho tiempo, que mamá había dejado que sacáramos de su habitación un viejo baúl que permanecía cerrado desde la muerte de la abuela:

_Si van a quedarse con algo, es porque van a apreciarlo y no porque lo van a tirar por ahí -dijo mamá conociendo no solo nuestra conducta desordenada, también el valor sentimental que guardaba cada cosa que había en el baúl.

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Lo primero que vimos fueron unos sombreros de tía Cuquita, los cuales por lo visto eran muy viejos. Tía Cuquita era hermana de nuestra abuela y siempre se había caracterizado por vestir muy bien. Era muy bonita y aunque había tenido muchos pretendientes, jamás se había casado con nadie. Abuela y tía Cuquita habían sido muy unidas y hasta nuestra madre decía que fue tía Cuquita la que cuidaba de ella cuando la abuela debía ir a trabajar.

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Pero entre las tantas cosas que encontramos, había una vieja fotografía a la que le faltaba un pedazo. Cuando le preguntamos a nuestra madre, ella no reconoció aquella imagen. Por el aspecto, parecía la tía Cuquita, la abuela y mamá cuando era niña. Pero ¿quién era la persona que faltaba? ¿Quién aparecía en aquella imagen recortada y vieja, y luego fue removida? ¿Y por qué?

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Aparecería rápidamente la posible respuesta. Entre las cosas viejas había un papel amarillento que decía: "Nunca podré hacerle esto a mi hermana. El amor de una hermana es lo primero. No me interesa el amor de él, aunque yo misma muera de amor por dentro". Mamá y nosotros nos quedamos sorprendidas. ¿De quién era aquella nota, de quién era aquella letra? ¿De la tía Cuquita o de la abuela? ¿Quién había renunciado a su amor? Evidentemente se trataba de un hombre. ¿Era el caballero de la fotografía?

_¿Alguna vez conociste a tu padre, madre? -le preguntamos con curiosidad, aunque ya sabíamos la respuesta.

_¡Jamás. Jamás supe quién era! -dijo mamá mirando la imagen incompleta. Y no sé por qué el rostro de mamá comenzó a faltarle un pedazo, como si fuera un rompecabeza, como si aquella foto vieja y rota fuera el resumen de su vida.

HASTA UNA PRÓXIMA HISTORIA, AMIGOS