Ficción: Domesticar a la fiera (Relato original de @nancybriti1)
Domesticar a la fiera
El matrimonio de Sara tomó a todos por sorpresa, incluso hasta a ella misma. Había planeado que luego de alcanzar su título de ingeniera, haría un viaje por Europa para perfeccionar sus estudios. Su sueño desde niña había sido conocer todos los países del mundo y ahora que tenía la oportunidad, no la desaprovecharía. Pero no había contado con que su novio, con el que había mantenido dos años de relación, le haría aquella escena de celo:
_¿Y qué esperas que yo haga mientras tanto? ¿Esperarte? ¡O nos casamos ahora, o no nos casamos nunca! -le había puesto aquel ultimátum.
Le habría gustado negarse por completo, escoger sus sueños por encima de todas las cosas, pero las palabras de sus padres habían cerrado la discusión:
_¡Por supuesto que van a casarse! -había dicho la madre de Sara como si temiera lo peor. Entonces comenzaron los preparativos y no se habló más nunca de viajar.
Después de la boda, Sara pensó que comenzaría a ejercer y a trabajar con una empresa de la región, pero su esposo le pidió que se encargara, "Por lo menos, los primeros meses", así le había dicho, de la casa. Aunque era poco lo que sabía, Sara tuvo que ponerse al frente de los quehaceres y tomar las riendas como toda una ama de casa. Fue en esas idas al mercado que Sara volvió a toparse con aquel gato montés. Su compartimiento esquivo permanecía, pero había algo en el animal que había cambiado. Sara lo miró con atención y no pudo dejar de sorprenderse. El gato montés era hembra y estaba preñada.
Con los meses, cuando pensaba que ya podía asumir un trabajo fuera de la casa, los retrasos en su periodo fueron noticia para ella y la familia: la llegada de su primogénito sería la alegría de todos. Los pensamientos de trabajo y futuros viajes fueron sustituidos por mantas, cunas y biberones. Así como se iba abultando su vientre, así iba creciendo en Sara el deseo de ser madre.
Cierto día, mientras Sara hacía las compras de la semana, observó que la gata estaba acostada en una de las aceras del mercado, a su alrededor, animales de otras especies se peleaban por lo poco que tiraban los carniceros. La gata la miró y ya no había ferocidad en sus ojos felinos. Parecía cansada, famélica, vieja. Sara pensó en ella misma. Después se alejó rápidamente, en casa la esperaban su marido y su pequeña hija para que hiciera el almuerzo.
Esta publicación ha recibido el voto de Literatos, la comunidad de literatura en español en Hive y ha sido compartido en el blog de nuestra cuenta.
¿Quieres contribuir a engrandecer este proyecto? ¡Haz clic aquí y entérate cómo!
Gracias por el apoyo, amigos
¡Felicitaciones!
Estás participando para optar a la mención especial que se efectuará el domingo 26 de mayo del 2024 a las 8:00 pm (hora de Venezuela), gracias a la cual el autor del artículo seleccionado recibirá la cantidad de 1 HIVE transferida a su cuenta.
¡También has recibido 1 ENTROKEN! El token del PROYECTO ENTROPÍA impulsado por la plataforma Steem-Engine.
1. Invierte en el PROYECTO ENTROPÍA y recibe ganancias semanalmente. Entra aquí para más información.
2. Contáctanos en Discord: https://discord.gg/hkCjFeb
3. Suscríbete a nuestra COMUNIDAD y apoya al trail de @Entropia y así podrás ganar recompensas de curación de forma automática. Entra aquí para más información sobre nuestro trail.
4. Visita nuestro canal de Youtube.
Atentamente
El equipo de curación del PROYECTO ENTROPÍA