Eso fue lo que me dijo Juanito que supuestamente le había dicho su abuela:

_No podemos hacer nada malo porque Dios mira todo lo que hacemos, me dijo en el recreo cuando le dije para tumbar unos mangos verdes que estaban en una casa abandonada. Aunque no le creí y le dije que era embuste, cuando salí de la escuela me fui corriendo para preguntarle a mi abuela si era cierto lo que decía Juanito.

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_¡Abuela, Juanito dice que Dios está todo el día viendo lo que hacemos! Que el único trabajo que hace es observarnos -le dije a la abuela cuando llegué a la casa.

_¡Eso es cierto! -dijo la abuela inmediatamente- Nadie puede hacer cosas malas porque Dios lo sabe. El ojo de Dios está por todas partes. Cuando te levantas, está ahí. También cuando vas a la escuela, a la playa, siempre está observando -y luego remató. ¡Aunque tú quieras hacer algo escondido, no puedes porque los ojos de Dios están por todas partes!

_¿Pero dónde están que no los veo? -pregunté mirando de un lado a otro.

_Tú no los puedes ver porque son invisibles -afirmó la abuela muy segura. Y aunque yo quise preguntarle cómo hacían esos ojos para estar en todas partes al mismo tiempo, preferí quedarme quieto porque a lo mejor los ojos, justamente, me estaban viendo.

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A partir de ese momento no hubo un instante que no me sintiera observado. Aquella sensación a veces me causaba miedo no solo porque no sabía qué tan mal o bien estaba haciendo sino porque me daba terror que aquellos ojos se aparecieran en cualquier momento. También, extrañamente, me hacían sentir seguro, porque justamente imaginaba que Dios no permitiría que me pasara algo malo.

Tal vez fue por eso que jamás entendí por qué la abuela murió. Si los ojos de Dios estaban en todas partes, por qué no la salvó. Yo no le quise decir nada a Juanito, pero yo creo que a veces Dios se queda dormido y se le cierran los ojos, igualito como se le cerraron a la abuela.

HASTA UNA PRÓXIMA HISTORIA, AMIGOS

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Someone is watching us
That was what Juanito told me that his grandmother had supposedly told him:

We can't do anything bad because God watches everything we do, he told me at recess when I told him to knock down some green mangoes that were in an abandoned house. Although I didn't believe him and told him it was a lie, when I left school I ran to ask my grandmother if what Juanito said was true.

Grandma, Juanito says that God is watching what we do all day long! That the only job he does is to watch us," I told grandma when I got home.

That's true! -No one can do bad things because God knows. The eye of God is everywhere. When you wake up, it is there. Even when you go to school, to the beach, it's always watching," and then she finished. Even if you want to do something hidden, you can't because God's eyes are everywhere!

But where are they that I don't see them? -I asked, looking from one side to the other.

You can't see them because they are invisible," said Grandma, very sure. And although I wanted to ask her how those eyes could be everywhere at the same time, I preferred to stay still because maybe those eyes were seeing me.

From that moment on, there wasn't a moment that went by that I didn't feel I wasn't being watched. That sensation sometimes caused me fear not only because I didn't know how bad or good I was doing, but also because I was terrified that those eyes would appear at any moment. Strangely enough, they also made me feel safe, because I just imagined that God would not allow anything bad to happen to me.

Maybe that's why I never understood why Grandma died. If God's eyes were everywhere, why didn't he save her. I didn't want to say anything to Juanito, but I believe that sometimes God falls asleep and his eyes close, just like they closed on grandma.