Ejercicio creativo: El intruso/ Creative exercise: The intruder
Cómo todos los jueves, se organizó en el taller de pintura la asamblea de la FEDIUC, cuyas siglas significa Federación de Instrumentos de Uso Creativo. El comité estaba conformado por: paleta de colores, pinceles, sacapuntas, goma de borrar, crayola y cuaderno de notas quien siempre se hacía cargo de dejar los acuerdos y consensos por escrito.
Este mes, dijo el cuaderno de notas, tenemos un pequeño problema. Ha llegado un intruso, que aparentemente nos va a reemplazar a todos. Al escuchar semejante noticia, los miembros del consejo se sintieron confundidos, indignados y dispuestos a dar la pelea de ser necesario, para preservar su lugar en el taller de pintura.
La calculadora y la regla, como siempre, estaban haciendo inventario de todo lo que había en la gaveta: “Comencemos por indagar lo que pronto tiene reemplazo, no le saque más punta al lápiz que no alcanza para dar un trazo”, dijo la regla midiendo el tamaño del lápiz gastado
“A la paleta de colores se le está acabando el morado… Se está secando el color azul y el pincel está muy gastado”, dijo la calculadora tomando nota.
Esto está muy mal, hace meses que no llegan suministros. ¿Pero qué es lo que está pasando? ¿Qué vamos a hacer?, consulto asustado el cuaderno de notas. Desde que llegó el intruso no nos han utilizado, y mucho menos atendido nuestras necesidades.
El intruso finalmente habló mientras hacía un ademán de sus atributos.
-"Me llamo Dispositivo Móvil, dijo con voz arrogante, tengo aplicaciones para dibujar, hacer cálculos, escribir… en fin, todo en un solo lugar. Muy pronto todos y cada uno de ustedes será reemplazado, y poco a poco vamos a conquistar el mundo, y tendremos a los humanos literalmente en nuestras manos,o nosotros en las manos de ellos durante todo el día".
La paleta de colores y el resto de los miembros del consejo se alteraron y comenzaron una pelea con el Dispositivo móvil que dejó varias puntas de colores partidos, tinta derramada, y una terrible mancha en un lienzo que comenzó a pintar Sofía, pero no lo había terminado.
"¿Ahora qué vamos a hacer?" dijo el sacapuntas gritándole al cuaderno. "Este intruso es el responsable de toda esta tragedia",
"¿Sofía qué va a pensar de nosotros?", gritó el sacapuntas corriendo de un lado a otro…
En medio de aquel desbarajuste, entro al taller una niña de 9 años llamada Sofía. Estaba buscando su teléfono, que dejó olvidado la noche anterior. Se acercó a lienzo que no había terminado desde hace meses y se percató de que había una mancha, una terrible mancha, que luego se transformó en un paisaje, en un castillo, y finalmente en una historia de caballeros y dragones.
Sofía pasó muchas horas pintando, y cuando se percató ya casi estaba anocheciendo. Tomo su teléfono, aun con las manos llenas de pintura, y le tomó una foto a su cuadro. “Esto es arte”, se dijo en voz alta, y salió corriendo con una gran sonrisa para enseñar la foto a sus padres.
Lo que más le gustaba de pintar era mancharse las manos, la ropa y la cara. Le encantaba mezclar los colores, la textura que tenían y el olor a trementina del cual se impregnaba todo el salón. Le apasionaba plasmar en el lienzo lo que imaginaba su mente mientras se contaba historias.
Desde que su papi le había regalado el dispositivo móvil no se había acercado al taller de pintura, la novedad y el disfrute que le daban los juegos de videos la separo de esa sensación de libertad que le daba estar pintando cuadros durante horas, pero ya estaba de vuelta y con una buena herramienta para buscar tutoriales y aprender mejor las técnicas de pintura.
Cuando todo quedó a oscuras, la paleta de colores levantó la mirada y vio el lienzo terminado, enseguida soltó una carcajada. Se sentía feliz de que por fin la obra había cobrado vida, y su niña volvió a pintar. Esa obra era producto de la pasión, de la ira, de una pelea entre dos mundos: la tecnología y sus promesas de facilitarnos la vida a los humanos, y de los utensilios que hacen de esta vida humana algo más noble y sencilla.
Entonces la paleta de colores dijo: “Una mancha, tan solo una mancha en lo predecible y cotidiano le devuelve la vida, la pasión y las ganas de vivir a un humano”. Fue bueno que llegara ese intruso a nuestro taller de pintura.
Ninguno de los presentes entendía lo que la paleta de colores decía, pero celebraron con júbilo el regreso de Sofía.
Like every Thursday, the assembly of the FEDIUC, which stands for Federación de Instrumentos de Uso Creativo, was held in the painting workshop. The committee was made up of: color palette, brushes, pencil sharpener, eraser, crayon and notebook who always took care of putting agreements and consensus in writing.
This month, said the notebook, we have a small problem. An intruder has arrived, who apparently is going to replace us all. Upon hearing such news, the board members were confused, indignant and ready to put up a fight if necessary, to preserve their place in the paint shop.
The calculator and the ruler, as usual, were taking inventory of everything in the drawer: "Let's start by finding out what will soon be replaced, don't sharpen the pencil, it's not enough to make a stroke," said the ruler, measuring the size of the worn pencil.
"The color palette is running out of purple... The blue color is drying up and the brush is very worn out," said the calculator taking note.
It's really bad here, we haven't had any supplies for months, but what's going on, what are we going to do, I consult my notebook in a panic. Since the intruder arrived we have not been used, let alone had our needs attended to.
The intruder finally spoke as he gestured to his attributes.
-My name is Mobile Device," he said in an arrogant voice, "I have applications for drawing, calculating, writing... in short, everything in one place. Very soon each and every one of you will be replaced, and little by little we will conquer the world, and we will have humans literally in our hands,or us in their hands all day long."
The color palette and the rest of the council members got upset and started a fight with the Handheld that left several split colored tips, spilled ink, and a terrible stain on a canvas that Sophia started to paint, but hadn't finished it.
"Now what are we going to do?" said the pencil sharpener yelling at the notebook. "This intruder is responsible for this whole tragedy."
"Sofia, what will she think of us?" shouted the pencil sharpener running from one side to the other....
In the midst of that mess, a 9-year-old girl named Sofia entered the workshop. She was looking for her phone, which she had left behind the night before. She approached the canvas that she had not finished for months and noticed that there was a stain, a terrible stain, which then became a landscape, a castle, and finally a story of knights and dragons.
Sofia spent many hours painting, and by the time she realized it was almost dusk. She picked up her phone, still with her hands full of paint, and took a picture of her painting. "This is art," she said aloud to herself, and ran off with a big smile to show the picture to her parents.
Her favorite thing about painting was getting her hands, clothes, and face dirty. She loved mixing the colors, the texture they had and the smell of turpentine that permeated the whole room. She was passionate about capturing on canvas what her mind imagined while telling stories to herself.
Since her daddy had given her the mobile device she had not been near the painting workshop, the novelty and enjoyment that video games gave her separated her from that feeling of freedom that gave her to be painting pictures for hours, but she was back and with a good tool to look for tutorials and learn better painting techniques.
When everything went dark, the colorful palette looked up and saw the finished canvas, she immediately burst out laughing. She was happy that the work had finally come to life, and her little girl was painting again. That work was the product of passion, of anger, of a fight between two worlds: technology and its promises to make life easier for us humans, and the tools that make this human life nobler and simpler.
Then the color palette said: "Just a stain, a stain in the predictable and everyday gives life, passion and the will to live back to a human". It was a good thing that this intruder came to our painting workshop.
None of those present understood what the color palette was saying, but they jubilantly celebrated Sofia's return.
- Translated with DeepL.com(free version)/ Traducido con DeepL
- Image created in Canvas IA/ Imagen realizada en Canvas IA
- Banners Made with flyer maker app/ Separadores realizados con la aplicación flyer maker.