De viaje por el rancho
El día de ayer estuve de viaje por el rancho, siempre que voy a visitar a la familia aprovecho para hacer muchas fotografías del paisaje, también voy de cacería y a disfrutar de la naturaleza, sé que puede sonar contradictorio el decir que amo la naturaleza y que voy de cacería, pero lo cierto es que es nuestra naturaleza, somos depredadores y jamás mato algo que no voy a comer, en ocasiones cazamos conejos, tortugas, palomas o huilotas, vamos de pesca, hay muchas cosas por hacer en el lugar, así que les mostraré algunas fotografías y espero no herir la sensibilidad de nadie, así que comencemos.
Tengo un rifle de aire, es un nitro pistón calibre 5.5 que viene a ser el equivalente al calibre .22, tiene muy buena potencia y con su mira telescópica puedo hacer disparos a distancias de hasta 50 metros aunque a esa distancia no siempre doy en el blanco, sobre todo cuando se trata de animales pequeños como las palomas, en el caso de los conejos es más sencillo porque son un poco más grandes.
Como les digo anduvimos recorriendo el monte, siempre que voy me acompaña uno de mis sobrinos, les gusta porque podemos comer lo que cazamos y al ser un rancho alejado de las ciudades es común que casi toda la gente salga de cacería, a veces los vez con rifles similares al mío, y otras veces con armás de fuego de calibres grandes, todo depende de qué es lo que están buscando cazar.
Como fui por poco tiempo no hubo mucha suerte, solo conseguí 5 palomas aunque cuando hice la fotografía solo llevaba tres jaja, al amanecer emprendí el viaje que me toma mas o menos 1 hora y media o incluso dos dependiendo del tráfico en la carretera, y regresé al anochecer, hay otras veces que voy y me quedo a dormir o incluso me quedo dos o tres días pero esta vez no me quise quedar porque había mucho zancudo, mucho jején y también ha comenzado la temporada de unas moscas llamadas tábanos, es una mosca a la que le tengo miedo por que cuando pica deja huevecillos y después estas dando a luz literalmente a sus larvas en tu piel, jamás me ha sucedido pero me enterado de alguno que otro caso, así que es mejor no arriesgar, y por eso decidí regresar el mismo día.
Como sea el paisaje me gusta mucho y ya estoy trabajando en las fotografías e incluso el video que hice al sembrar cactus, llevé unos cuantos para ver qué tal crecen en el sitio pero eso es algo que les contaré en los próximos meses, por el momento me parece bien mostrar el paisaje que como podrán darse cuenta parece estar casi virgen, y digo casi porque por desgracia en el rancho no hay mucha educación cuando de se trata de desperdicios o basura, la gente simplemente los tira y ya así que a veces se puede ver mucha suciedad, por mi parte siempre trato de llevar una bolsa conmigo y recojo la mayor cantidad de basura que puedo mientras ando de caería o haciendo fotografías.
La gente aún vive con costumbres de hace años, en nuestras sociedades modernas hay algunas personas que se esfuerzan por ver el mal en todo, como en la cacería y el consumo de los recursos naturales, pero así ha sido siempre desde el principio del tiempo y es lo que nos convirtió en la sociedad que somos ahora, hubo una época en la que los roles eran marcados como el del cazador y las recolectoras, en el rancho aún se vive un poco así, el hombre sale de cacería y al trabajo y la mujer se encarga de la casa y preparación de alimentos, sé que hay quienes lo van a criticar pero el que critica debe estar dispuesto a ser criticado ¿Verdad? Por mi parte siempre he tratado de respetar a todo mundo y hay costumbres o formas de ser en las que no conviene ni tenemos derecho a decir que están mal, porque a sus ojos nosotros somos quienes estamos mal, pero de lo que sí puedo dar testimonio es que jamás veo a la gente del rancho de mal humor, sean hombres o mujeres cada uno hace su parte y puedo decir que son más felices que nosotros.
Me encanta ir ahí porque mientras andas en el monte te puedes topar con muchas aventuras, árboles frutales de todo tipo como este Tamarindo que encontré ayer, me ha tocado comer jitomates directamente de las huertas que aunque son huertas privadas no te dicen nada si de paso te comes uno o dos jitomates, he comido sandía recién cortada que aunque la encuentres directo en el sol su sabor y frescura te harán sentir mucho mejor después de caminar por un largo rato, amo la ciudad no lo voy a negar pero también amo salir al bosque, a la playa, o a cualquier lugar que se encuentre alejado de la civilización, de ese modo puedo conectar con el mundo y conmigo mismo, es más fácil escuchar mi voz cuando el maldito sonido de alarma del celular es irrelevante, inténtalo un día, desconectate del mundo y verás un nuevo mundo por descubrir, aunque ese mundo siempre ha existido pero la tecnología no te deja ver.