Cuatrocientos Profetas Contra Uno . ( I Parte ).
Hola amigos, saludos para todos mis amados lectores.
Hoy les comentare' sobre el rey Acab y el respaldo de 400 profetas religiosos a su favor, sin contar con el profeta Micaias .
Lectura bíblica para análisis del tema ( 1ª de Reyes capitulo 22 )
Los hombres de este mundo toman sus decisiones por motivos que nada tienen que ver con la religión, pero no les desagrada poder presentar razones morales y religiosas plausibles que justifiquen su conducta.
Cuenta la historia , que Acab, rey de Israel para ese entonces, probablemente que tomar de nuevo Ramot de Galaad era una obligación debida a sus súbditos y a su propia función de monarca.
Para el, el respaldo religioso de 400 profetas que estaban bajo la dirección de Sedequias, hijo de Chenaana, era completamente satisfactorio.
Sin embargo estos profetas de por si no tendrían ningún interés ni a favor ni en contra de avanzar sobre Ramot de Galaad. Por cierto dirían justamente lo que Acab deseaba. Su facil obsecuencia ponía de relieve la indómita independencia de Micaias, hijo de Imla.
Micaias no es uno de los profetas mas destacados de la historia sagrada . No ha dejado escritos , hasta donde podemos saberlo, y como hombre le hace sombra su gran contemporáneo Eliseo. Pero Micaias pertenecía a esa cohorte de valientes testigos de Dios que sabían como respetar la grandeza humana, pero ni la temían ni veían en ella encanto alguno; hombres que aparecían en las cohortes reales , pero para hablar en el nombre del Rey de reyes.
A esta linea de almas escogidas -santos de hidalguía- pertenecía Micaias . era incapaz de cualquier descortesía a un gobernante terreno , pero mas incapaz todavía de granjearse el favor del rey o aplacar su ira por medio de la mentira. El rey Acab sabia instintivamente lo que diría Micaias sobre el asunto que estaban tratando. En lo intimo de su alma sabia que la oposición de Micaias no era fruto, en sentido alguno, de antagonismo personal o de sus prejuicios . Pero Acab en tal sentido se parecía a Napoleón Bonaparte -trato' de persuadir a los demás y al final convencerse a si mismo que cualquier cosa dicha o hecha en contra de su voluntad lo era por motivos bajos de rencor u odio.