El confort es una palabra que va ligada innegablemente a la tecnología. Los avances que en el mundo se van dando en cuanto a los electrodomésticos y equipos que hacen de nuestro día a día, un ambiente más confortable y llevadero en cuanto a muchas actividades de la vida diaria.

Tomar café, y sin discusión alguna, es el comienzo de las mañanas de casi todas las personas en este mundo. La vida sin café, sería un disparate y muy triste en lo que a mí respecta. Nada que te anime más, que una buena taza de café humeante al comienzo de cada amanecer.

Hasta hace poco, hacía el café en mi casa, de forma manual, o sea, vertiendo agua caliente a través de una manga de tela para colar con el café en polvo. Ese método, para muchos, es el mejor, sin embargo, es limitado a la hora de hacer grandes o moderadas cantidades de café y te conlleva más atención y tiempo.

Fue allí donde mi hijo Gabriel, me sugirió que compráramos una cafetera eléctrica para hacer más cómodo el proceso y lograr más tazas en cada momento que decidíamos hacer café. Se nos presentó la oportunidad, en una tienda muy conocida en nuestra localidad, de comprar una de marca Oster (una marca excelente y muy reconocida de electrodomésticos) que estaba a un buen precio.

Fui a la tienda DAKA y la adquirí por el precio de 30 $. Tiene para una capacidad máxima de 12 tazas, graduable, por supuesto, a la cantidad que uno requiera. Mantiene el café caliente y sin quemarlo y tiene una función de apagado automático a las dos horas de encendida, lo cual me pareció muy adecuado para garantizar que no se dañe el equipo en caso de dejarlo encendido y olvidarse.

Me gustó que a diferencia de las cafeteras de antes, las cuales usaban filtros de papel desechables en cada vez que se hacía café, esta trae un filtro de malla permanente y lavable. O sea, no tienes que usar filtros desechables, los cuales son costosos y difíciles de conseguir. Consta de una pieza donde va el filtro y deja pasar el café colado a la jarra de vidrio, la cual es una belleza también.

Tiene un reloj digital para colocarle la hora y también la función de temporizador programable para dejar lista la cafetera y se encienda a una hora determinada por el usuario. Me encanta que me ha ayudado a optimizar el tiempo. La dejo lista la noche anterior y en la mañana solo pulso el botón de encendido y hago otras cosas mientras se cuela el café. A diferencia de antes que todo era de forma manual y me consumía más tiempo y atención.

Estoy fascinada con mi nueva adquisición, tanto, que ya no quiero hacer café de otra forma que no sea en ella. Abrazarse a la tecnología para lograr el confort, es algo que siempre debemos tener presente. Una mejor vida en cuanto a optimizar el tiempo y hacerla más agradable y feliz de disfrutar. Gracias por acompañarme hasta aquí. Nos leemos en la próxima.