Tres seres peligrosos y el peor de todos / Three dangerous beings and the worst of all

Mi hijo y yo estuvimos conversando sobre el daño espiritual y físico que ocasionan los pecados capitales al ser humano: Soberbia, Avaricia, Lujuria, Ira, Gula, Envidia y Pereza; pasiones negativas que mucha gente posee. Un alma atrapada por uno o varios de estos excesos representa un peligro para ella misma y para los demás.

También conversamos un tema que va intrínseco con este y al que yo he llamado: los tres tipos peligrosos:
1.- Los que les encanta el poder.
2.- Los que se desviven por la fama.
3.- Los que aman exageradamente el dinero. Ah, pero mi hijo y yo coincidimos que el más peligroso de todos es el que se obsesiona por las tres cosas: PODER, FAMA y FORTUNA. La soberbia y la codicia matan el espíritu.

Esas personas suelen hacer hasta lo inesperado por lograr el estatus que los obsesiona, no les importa llevarse por delante a quien sea para ostentar lo que les apasiona.

Definitivamente están enfermos; dirían los religiosos, están poseídos. En ellos la moral y la dignidad no cuentan, no existe; muchas veces actúan por instintos, acéfalos de todo razonamiento ético, sin respeto a la condición humana y contrarios a las buenas costumbres.

Ante esa nefasta situación las personas que actúan de manera distinta no pueden ser indiferentes. Los buenos somos más; por esa razón, no podemos sucumbir ante esa caterva enferma de excesos. Los cuerdos estamos llamados a promover virtudes y valores que enaltezcan a la humanidad y promuevan el respeto, la humildad, la solidaridad, la caridad; entre otros valores.

La prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza deben ser nuestro estandarte; la libertad, el amor y la paz nuestra consigna y la fe, la esperanza y la caridad nuestro fundamento más sólido.

My son and I were talking about the spiritual and physical damage that the capital sins cause to human beings: Pride, Greed, Lust, Anger, Gluttony, Envy and Sloth; negative passions that many people have. A soul trapped by one or more of these excesses represents a danger to itself and to others.

We also talked about a topic that is intrinsic to this and that I have called: the three dangerous types:
1.- Those who love power.
2.- Those who are desperate for fame.
3.- Those who love money excessively. Ah, but my son and I agree that the most dangerous of all is the one who is obsessed with the three things: POWER, FAME and FORTUNE. Pride and greed kill the spirit.

These people often do the unexpected to achieve the status that obsesses them; they do not care about taking down whoever it takes to flaunt what they are passionate about.

They are definitely sick; the religious would say, they are possessed. Morality and dignity do not count for them, they do not exist; many times they act on instincts, without any ethical reasoning, without respect for the human condition and contrary to good customs.

Faced with this dire situation, people who act differently cannot be indifferent. There are more of us good people; for this reason, we cannot succumb to this sick crowd of excesses. We sane people are called to promote virtues and values ​​that exalt humanity and promote respect, humility, solidarity, charity; among other values.

Prudence, justice, fortitude and temperance must be our banner; freedom, love and peace our watchword and faith, hope and charity our most solid foundation.