Día del niño: recuerdos de ayer y de hoy (Esp/Eng)

Taylor Heery - Unsplash

Durante mi niñez (hace ya unas cuantas lunas atrás) el día del niño no tenía una fecha en particular, o por lo menos yo no recuerdo que fuera como ahora, cuando no solo los pequeños saben qué día corresponde, sino también, que la publicidad excesiva al respecto nos bombardea buscando el consumismo de cualquier cosa.

Sin embargo, he de decir, que de niña mi vida casi siempre era una celebración: quizás no tenía lo que quería pero siempre lo que necesitaba, y con eso bastaba para sentirme satisfecha.

Recuerdo jugar por horas con las muñecas de papel que venían con sus ropitas del mismo material, y que había que recortar meticulosamente para no arruinar el diseño.

Darkmoon_Art - Pixabay

Solo con esas me permitía jugar mamá, ya que las que parecían bebés estaban guindadas en la pared. Ahora que lo recuerdo, parecía un museo de muñecas llenas de polvo, a las que solo podía ver de lejos, hasta que a los 8 años y ayudada por una silla, rescaté para jugar con ellas cuando quisiera, ya que mamá solo me las prestaba (siendo mías!) un par de horas al día para usarlas.

Pero en esos tiempos, creo que estábamos más allá del consumismo, y el poder ser niños sin el stress de llevar rutinas forzadas, actividades extracurriculares excesivas o el ajetreo de ambos padres trabajando horarios interminables, nos hacía ver la infancia como lo que es: un tiempo para aprender jugando y no aprender a la fuerza, buscando crecer más rápido de lo normal.

Ya cuando era adulta fue que se empezó a escuchar sobre un día en particular para celebrar la niñez, que en Venezuela es el tercer domingo de Julio, casi siempre coincidiendo con la quincena, por lo que no hay manera de decir que no hay dinero para celebrarlo.

Newarta - Pixabay

Así que mis hijos si han disfrutado de este día particular, con salidas a comer fuera algo que les guste, o una tarde de maratón de películas junto a una bolsa de snacks. Realmente he logrado que la publicidad y el consumismo no penetren sus mentes creando necesidades frívolas de objetos costosos que usarán solo un par de semanas y luego olvidan en un rincón.

Desde que estamos en Argentina, lo celebramos en agosto, siempre un día antes, para evitar las aglomeraciones en los sitios de comida o en algún centro comercial al que vayamos de paseo, por lo que realmente para nosotros no existe solo un día de celebración, pues lo hacemos cuando y como se pueda.

Creo que es una lección de vida que va más allá de una fecha en el calendario, sobre todo porque la niñez es una etapa tan corta, que no debemos esperar por un día para celebrarla.

During my childhood (many moons ago) Children's Day didn't have a specific date, or at least I don't remember it being like it is now, when not only kids know which day it is, but also the excessive advertising bombards us in search of consumerism of anything.

However, I must say, that as a child my life was almost always a celebration: maybe I didn't have what I wanted but always what I needed, and that was enough to feel satisfied.

I remember playing for hours with the paper dolls that came with their clothes made of the same material, and that had to be meticulously cut to not ruin the design.

Darkmoon_Art - Pixabay

Mom only allowed me to play with those, as the ones that looked like babies were hanging on the wall. Now that I remember, it looked like a museum of dusty dolls, which I could only see from afar, until at 8 years old and helped by a chair, I rescued them to play with whenever I wanted, since mom only let me borrow them (being mine!) for a couple of hours a day to use them.

But in those times, I believe we were beyond consumerism, and being able to be children without the stress of forced routines, excessive extracurricular activities, or the hustle of both parents working endless hours, made us see childhood for what it is: a time to learn by playing and not learning by force, trying to grow up faster than normal.

It wasn't until I was an adult that I started to hear about a particular day to celebrate childhood, which in Venezuela is the third Sunday of July, often coinciding with payday, so there's no way to say there's no money to celebrate it.

Newarta - Pixabay

So, my children have enjoyed this particular day, with outings to eat something they like, or an afternoon marathon of movies with a bag of snacks. I have truly managed to keep advertising and consumerism from penetrating their minds, creating frivolous needs for expensive items that they will only use for a couple of weeks and then forget in a corner.

Since we have been in Argentina, we celebrate it in August, always a day earlier, to avoid crowds at the dining places or at any shopping center we may visit, so for us there isn't just one day of celebration, as we do it when and how we can.

I believe it's a life lesson that goes beyond a date on the calendar, especially because childhood is such a short stage, that we shouldn't wait for a specific day to celebrate it.

I invite @go-kyo and @belug to participate.

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Foto/Photo by: Newarta, Darkmoon_Art (Pixabay) and Taylor Heery (Unsplash)
Edición/Edited by @mamaemigrante using canva
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Translated and formatted with Hive Translator by @noakmilo.

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