THE POWER TO JUDGE, A PERCEPTIBLE IMPACT [ENG - ESP]

It is no secret that we live in a world in constant movement and in the midst of so much hustle and bustle and the need to get ahead, we tend to perform actions that end up affecting the lives of others, personally I consider that, in our daily eagerness, we lose humanity and act as mere robots without conscience, running over anyone who represents an obstacle.

At this point, palpable facts often lag behind and it is the actions of words that end up generating a real negative impact on other people's lives, we feel so powerful that we tend to attack and establish judgments even of the air we breathe, even knowing that creation has been perfect and that it is we as a species who have distorted ourselves.

Constantly, we find ourselves evaluating others, I believe we look for standards that respond to the status that society demands, we judge the appearance, choices, tastes and actions of others. But Who are we to make these value judgments? Or have you stopped to think about the impact these actions have on others?

It strikes me that while I am writing this, the biblical passage contained in John 8:7-8 comes to my mind, "And as they harassed him with questions, Jesus sat up and said to them, "Let him who is without sin among you cast the first stone. And bowing down again, he continued to write on the ground."

The fascinating thing behind this event is that we can notice how Jesus lets us see that we are all sinners and that we do not have the right to judge others, without knowing everything that lies behind each action, at this point, judging is like throwing a stone in a pond, instantly we can see how the waves from the impact begin to cause chaos in the entire system and it is this effect, what we cause in the lives of others when we are able to point to others.

In this sense, I would dare to say that when we judge, it is as if we were reading only the cover of a book, without giving us the opportunity to see the extraordinary world of experiences that the author has captured in it. So we generate a habit that is often harmful and can become a poison that silently corrodes us, as it places us in a position of apparent superiority, robbing us of the opportunity to connect with others.

Now, what would happen in our lives if we replace the impulse to judge with something more intentional, that is, empathy, as well as the curiosity to know the other person's reason, at this point, without a doubt, we would realize that each one of us has a story and that we are the reflection of it, some of us have happy chapters, others have painful experiences and beyond that, we can find the dark chapters in people's lives.

I invite you not to close the door with judgments that do not contribute, on the contrary, leave it open and give way to understanding and acceptance of others, so keep in mind that all in our daily effort, we write our own story where the stumbles are present and instead of pointing out, offers that helping hand that will help the other to move forward, after all our life is borrowed, so let's learn to water the garden and establish effective connections.

Para nadie es un secreto que vivimos en un mundo en constante movimiento y en medio de tanto ajetreo y de la necesidad de salir adelanto, solemos ejecutar acciones que terminan afectado la vida de otros, personalmente considero que, en nuestro afán diario, perdemos la humanidad y actuamos como meros robots sin conciencia, atropellando a todo aquel que represente un obstáculo.

En este punto, los hechos palpables suelen quedar rezagados y son las acciones de palabras las que terminan generando un verdadero impacto negativo en la vida de las otras personas, nos sentimos tan poderosos que solemos atacar y establecer juicios hasta del aire que respiramos, aun sabiendo que la creación ha sido perfecta y que somos nosotros como especie los que nos hemos distorsionado.

Constantemente, nos encontramos evaluando a los demás, creo que buscamos estándares que respondan al estatus que la sociedad demanda, juzgamos la apariencia, las elecciones, los gustos y las acciones de los otros. Pero ¿quiénes somos nosotros, para emitir estos juicios de valor? O ¿te has detenido a pensar en el impacto que estas acciones ocasionan sobre los demás?

Me llama la atención que mientras hago este escrito, se viene a mi mente, el pasaje bíblico contenido en Juan 8:7-8, “Y como ellos lo acosaban a preguntas, Jesús se incorporó y les dijo: —Aquel de ustedes que esté libre de pecado, que tire la primera piedra. E inclinándose de nuevo, siguió escribiendo en el suelo.”

Lo fascinante detrás de este acontecimiento, es que podemos notar como Jesús nos deja ver que todos somos pecadores y que no tenemos el derecho a juzgar a los demás, sin conocer todo lo que se encuentra detrás de cada acción, en este punto, el juzgar es como lanzar una piedra en un estanque, al instante podremos ver como las olas producto del impacto empiezan a ocasionar un caos en todo el sistema y es este efecto, lo que ocasionamos en la vida de otros cuando somos capaces de señalar a los demás.

En este sentido, me atrevería a decir, que cuando juzgamos, es como si estuviéramos leyendo solo la portada de un libro, sin darnos la oportunidad de ver el mundo de vivencias extraordinaria que el autor ha plasmado en el mismo. De modo que generamos un hábito que suele ser perjudicial y que puede convertirse en un veneno que nos corroe silenciosamente, ya que nos coloca en una posición de superioridad aparente, robándonos la oportunidad de conectar con los demás.

Ahora bien, que pasaría en nuestras vidas, si sustituimos el impulso de juzgar por algo más intencional, es decir la empatía, así como la curiosidad de conocer el porqué de la otra persona, en este punto, sin duda, nos daríamos cuenta que cada uno llevamos una historia y que somos el reflejo de la misma, algunos tenemos capítulos felices, otros presentan vivencias dolorosas y más allá, nos podemos encontrar con los capítulos oscuros en la vida de las personas.

De allí que te invito a no cerrar a puerta con juicios que no aportan, por el contrario, déjala abierta y da paso a la compresión y a la aceptación de los demás, así que ten en cuenta que todos en nuestro afán diario, escribimos nuestra propia historia donde los tropiezos están presentes y en vez de señalar, brinda esa mano amiga que ayudara al otro a salir adelante, al final y al cabo nuestra vida es prestada, así que aprendamos a regar el jardín y a establecer conexiones efectivas.