Pudiera comenzar a escribir sin saludarles y pasar de largo como si nada, pero esa no soy yo. Así que:

Buen día, amigos y amigas de Holos & Lotus, espero que estén muy bien.

Vengo a participar en una nueva iniciativa que nos propone mi madre @charjaim, en la iniciativa número 23 de la columna, "Esa vida nuestra", donde nos invita a compartir esas características o peculiaridades que tenemos quizá por creencias, crianza, traumas, miedos, vergüenza, prevención, desconfianza, protección, etc. Son aspectos de nuestra forma de ser, que quizás nos hagan sentir raros, o fuera de lo común, y que estoy segura al compartirlas por acá, descubriremos que no somos los únicos que hacemos lo que hacemos, o mejor dicho no hacemos "eso" que hacen los demás.

¡Hola!:

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Al principio de la publicación, les comenté que soy de las que saluda. Resulta que me parece primero, agradable, segundo, respetuoso y tercero, importante para saber cómo está el otro, ya sea un ser querido o cualquier persona de nuestro entorno. Si viven en la misma casa y comparten a diario, me parece muy triste que las personas no se saluden al verse, por ejemplo, en las primeras horas de la mañana, o al llegar de la calle. Esa no soy yo. Siempre saludo, doy los buenos días, buenas tardes o noche, dependiendo de la hora, claro.

Aventuras:

Sorpresas las justas. Si me dan un regalo sorpresa, lo disfruto. Si me sorprenden con una noticia también, pero, la sorpresa de adivinar qué me depara el futuro en un paseo o viaje no me gusta. Mi esposo es muy aventurero, él adora irse de pesca en la madrugada, dormir en la arena a la orilla del río, mientras espera el amanecer y el momento perfecto para pescar. Muchas veces intentó que me gustara, pero aunque lo intenté (de verdad, lo intenté) no me gustó dormir al aire libre, ni caminar entre hierbas, ramas e insectos, corriendo el riesgo de que me atacara cualquier animal raro. Y no es paranoia, en serio había animales como, caimanes o babos, culebras y otros.

Así que, esa no soy yo. No me gusta el senderismo, las caminatas por lugares salvajes y recónditos y mucho menos dormir sin un techo que me cobije y una cama calientita que me resguarde.

Tampoco motos:

Ahora estamos viviendo la era de las motos. Todo el mundo se está comprando motos, o por lo menos en la ciudad en la que vivo. Hay ofertas de motos por todos lados. Las hay de distintos colores y modelos. La gente se ve guapa en ellas de verdad que sí, pero yo, con mi cuerpecito de yuca, soy incapaz de montarme en una moto. Mi esposo y mis amigos se ríen de mi cobardía, pero es algo que me domina en serio. Mis hijos ya se han montado en moto. Mi hermano tuvo una. El año pasado casi nos ganábamos una en una rifa. Cuando una amiga cercana a la familia se compró una moto hace unos 4 meses atrás, casi lo pensé. Casi.

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Mi amiga tuvo un accidente dos meses después de comprar su moto. Se cayó de la moto y se fracturó la tibia. Ya tiene casi dos meses en silla de ruedas y recuperándose de la intervención que le realizaron para solucionar su fractura. Fue una situación muy fuerte para ella, para sus familiares y para quienes la conocemos y contamos con su amistad. Actualmente, están vendiendo la moto. Ella dice, "Mis días de motorizada se terminaron" y yo me digo a mí misma: "Mi misma, estamos claras, no nos montaremos en moto".

Ventilar los trapitos:

Son muchas las cosas que no soy, pero para este post nombraré algunas pocas. O mejor dicho, las que más veo repetirse.

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Quizás ustedes tengan también algún que otro conocido o conocida que ventile sus trapitos sucios sin vergüenza ni pudor alguno. Esa no soy, ni seré yo. Los trapitos sucios se lavan en casa.

Pasa sobre todo con el uso de las redes sociales como el Facebook o el Whatsapp. Algunas personas publican abiertamente sus peleas de pareja, de familia o con cualquier conocido, y nosotros, los espectadores, nos vemos casi obligados a comprar las cotufas (palomitas de maíz) para hacer más entretenida la disputa. Ahí se entera una, de a quién le están siendo infiel, quien le debe dinero a quién, quien está metido en la política y se está "robando" la plata, quien habló mal de fulano y así sucesivamente.

Acá en la plataforma de Hive son muchas las experiencias personales que contamos, y sin embargos somos cuidadosos de qué escribir y qué publicar de nuestra vida privada. Es el deber ser, y me gusta de esa forma.

¿Saben qué? No me niego rotundamente a ser de otra forma en algún momento, por eso de la frase que reza: "Nunca digas nunca" no vaya a ser que un día pase de largo y a propósito no salude, o me haga la distraída. O de repente me dé por irme a dormir a la luz de la luna, sobre el cómodo suelo y rodeada de tiernas ranitas. Quién sabe si me vean por ahí dando una vuelta en moto o terminen leyendo mis cuitas personales en mis estados de Whatsapp.

Por ahora, me quedo contenta por sus visitas y agradables comentarios.

Nos leemos.

I could start writing without greeting you and just walk on by, but that's not me. So:

Good afternoon, friends of Holos & Lotus, I hope you are very well.

I come to participate in a new initiative proposed by my mother @charjaim, where she invites us to share those characteristics or peculiarities that we have maybe because of beliefs, upbringing, traumas, fears, shame, prevention, distrust, protection, etc. They are aspects of our way of being, that perhaps make us feel strange, or out of the ordinary, and that I am sure by sharing them here, we will discover that we are not the only ones who do what we do, or rather we do not do “that” that others do.

Hello!

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At the beginning of this post, I told you that I am a greeter. I happen to find it first, pleasant, second, respectful and third, important to know how the other is doing, whether it is a loved one or any person around us. If you live in the same house and share on a daily basis, I find it very sad that people don't greet each other when they see each other, for example, in the early hours of the morning, or when they come in from the street. That's not me. I always greet, say good morning, good afternoon or evening, depending on the time, of course.

Adventures:

Just enough surprises. If I get a surprise gift, I enjoy it. If they surprise me with news, I enjoy it too, but I don't like the surprise of guessing what the future holds for me on a trip or an outing. My husband is very adventurous, he loves to go fishing in the early morning, sleeping on the sand on the river bank, while waiting for the sunrise and the perfect time to fish. Many times he tried to get me to like it, but even though I tried (really, I tried) I didn't like sleeping outdoors, or walking among weeds, branches and insects, running the risk of being attacked by any strange animal. And it's not paranoia, seriously there were animals like, caimans or slugs, snakes and others.

So, that's not me. I don't like hiking, trekking in wild and remote places and much less sleeping without a roof over my head and a warm bed to shelter me.

Neither motorcycles:

We are now living in the age of motorcycles. Everybody is buying motorcycles, or at least in the city where I live. There are offers of motorcycles everywhere. They come in different colors and models. People look beautiful on them, they really do, but I, with my little yucca body, am incapable of riding a motorcycle. My husband and my friends laugh at my cowardice, but it's something that really gets the better of me. My children have already ridden motorcycles. My brother had one. Last year we almost won one in a raffle. When a close family friend bought a bike about 4 months ago, I almost thought about it. Almost.

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My friend had an accident two months after she bought her bike. She fell off the bike and fractured her tibia. She has been in a wheelchair for almost two months now and is recovering from the surgery she had to fix her fracture. It was a very hard situation for her, for her family and for those of us who know her and are friends with her. Currently, they are selling the bike. She says, “My motorcycling days are over” and I say to myself, “My self, we are clear, we will not be riding motorcycles.”

Ventilate the trappings:

There are many things I am not, but for this post I will name a few. Or rather, the ones I see most often repeated.

Perhaps you also have some other acquaintance or acquaintance who shamelessly and shamelessly airs his or her dirty laundry. That is not me, nor will it be me. Dirty laundry should be washed at home.

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It happens especially with the use of social networks like Facebook or Whatsapp. Some people openly publish their fights as a couple, family or with any acquaintance, and we, the spectators, are almost forced to buy the popcorn to make the dispute more entertaining. There you find out who they are being unfaithful to, who owes money to whom, who is involved in politics and is “stealing” the money, who spoke ill of so-and-so and so on.

Here on the Hive platform there are many personal experiences that we tell, and yet we are careful about what to write and what to publish of our private life. It's the way it should be, and I like it that way.

You know what? I do not flatly refuse to be otherwise at some point, because of the phrase that says: “Never say never”, lest one day I pass by and purposely do not say hello, or I pretend to be distracted. Or suddenly I may decide to go to sleep in the moonlight, on the comfortable floor and surrounded by tender little frogs. Who knows if they might see me riding around on a motorcycle or end up reading my personal stories in my Whatsapp statuses.

For now, I remain happy for your visits and nice comments.

See you soon.

Invito a participar a @aplausos y @zorajaime.