Digan lo que digan, no discuto más.
Buen día, amigos de Holos & Lotus. @emiliorios nos acompaña con temas que, siempre, siempre, nos hacen reflexionar. Eso me gusta. Esa forma de filosofar y de seguir aprendiendo lo que el ser humano es, su influencia en la sociedad, en la vida y más. Esta vez nos invita a reflexionar acerca de, "Lo que otros dicen" y en qué medida dejamos que eso nos afecte, o si, por el contrario, somos nosotros los que emitimos opiniones que nadie ha solicitado y que terminan siendo incómodas o fuera de lugar.
Este tema me hizo clik, pues no hace mucho hablaba con mis hijas al respecto. Ellas están, una en 4to grado de primaria y la otra en 1er año del liceo. Ambas han experimentado comentarios de otras niñas con respecto a sus adornos para el cabello, por ejemplo, o sobre su forma de dibujar, recortar o yo qué sé. Ellas se han sentido incómodas y me cuentan que aquellas niñas tienden a comentar de forma antipática, contra los demás compañeros de clases también.
Para que pudieran entender mi idea a la hora de darles las herramientas para que esos comentarios no les afecten, usé como ejemplo el caso de los tobos o cubetas llenos de diferentes cosas. Les pedí que imaginaran dos tobos, uno donde se echaban malas palabras, malos tratos, frialdad, maltrato, rechazo, y muchas cosas desagradables. Y otro tobo donde se colocaban palabras reconfortantes, gestos de amor, acompañamiento, amistad, solidaridad, comprensión, abrazos, comunicación y muchas, muchas cosas buenas.
Luego les pregunté: "¿Qué sacarían si metieran la mano en el primer tobo?" "Pues muchas cosas feas", respondió la mayor de mis hijas. "Cosas que no quiero sacar de ahí" me dijo la menor. Entonces les pregunté: ¿Y qué sacarían, si metieran la mano en el segundo tobo? "Ah, cosas buenas, cosas lindas" "Cosas que sí quiero sacar de ahí"
Les expliqué que los seres humanos venimos al mundo limpios como una hoja de papel en blanco. Que son las experiencias y el trato que recibimos en nuestra crianza y entorno, lo que de alguna forma se va anotando en esa hoja en blanco. Que somos un tobito que, depende de lo que reciba, se irá llenando de cosas buenas o malas, y por eso, cuando nos expresamos podremos mostrar cosas desagradables o cosas buenas.
Es una forma de ayudarles a entender a mis hijas, que el comportamiento de muchas personas refleja la forma en la que son tratados en sus hogares. Ellas se sintieron agradecidas y afortunadas por la familia en la que están siendo criadas y por el trato que reciben.
Ahora bien, ¿cómo hacer para que los comentarios y opiniones de otros no les afecten o determinen sus vidas?
Hay una frase que me enseñó mi mamá hace mucho tiempo y quedó en mí como una afirmación que me guía. "Que no digan los demás, cómo voy a ser yo" ¿A qué se refiere esa frase? Pues que puedo encontrar en mi camino, personas mezquinas y eso no hará que yo deje de ser generosa. Podré recibir malas respuestas y eso no hará que yo deje de ser cortés. Veré personas violentas y eso no eliminará mi armonía. Entonces, al recibir opiniones desagradables, entiendo que hablan desde sus creencias, miedos, complejos y reflejos de su crianza. No lo tomo personal y reafirmo mi creencia de que puedo seguir siendo yo misma, valorando mi ser único e irrepetible.
También lo veo como un ejemplo de lo que no debo hacer y agradezco. "Gracias por enseñarme a no ser como tú"
Lluvia de opiniones:
Las opiniones siempre van a llegar, sean buenas, sean constructivas o sean definitivamente malas. Lo importante es comprender que la gran mayoría de esas opiniones no son nuestra realidad y que, si vienen con ácido, pues las esquivamos y seguimos adelante. Las buenas opiniones son bien recibidas, sin embargo, es importante mantenerse firme en las convicciones y confiar en nuestra capacidad de discernir si nos serán beneficiosas o no.
En nuestra venta de hamburguesas son muchas las opiniones que hemos recibido, muchas veces con el ánimo de ayudarnos a crecer en el mundo de los negocios, otros queriendo aconsejarnos acerca del sabor o de la cantidad de cosas que debemos colocarle a las hamburguesas. Unos nos dicen, Échenle bastante salsa" otros dicen "No le echen mucha salsa" Algunos comentan "Háganlas más pequeñas para que le ganen más" Otros dicen: "Háganlas grandes, para atraer público" y así sucesivamente vamos recibiendo consejos y opiniones que si las tomáramos todas estaríamos muy confundidos y enredados tratando de complacer todos los gustos. Nos mantenemos firmes en nuestra esencia, en la calidad de nuestros productos y en mantener las recetas originales que son las que realmente han atrapado a nuestra clientela. Es cuestión de mantener un equilibrio en la recepción de opiniones.
Yo opino que:
Sigo repitiendo que nos mantengamos en armonía con nuestro instinto y valoremos las acciones que nos han funcionado para permanecer en esa buena racha. Y para que las opiniones desagradables no afecten nuestro ser, reconozcamos que vienen desde los miedos, creencias y lo acumulado en los demás. Los abrazo. Y les digo que opino que ustedes son muy valiosos.
Muchas gracias, @lilianajimenez por tus reflexiones.
Por este importante aporte al respeto y a la empatía.
Como siempre, un gusto leerte y aprender de tí.
Saludos y bendiciones.
Gracias a ti, por compartir con nosotros estas ideas para reflexionar.
Asì es, siempre las opniones van a estar allì, vengan de quien vengan.
Saludos
Hola @lilianajimenez. Me encantó la dinámica de los tobos, fácil de comprender y con un gran mensaje. Y qué decir de la frase que te enseño tu madre, excelente, llena de seguridad y aumenta la autoestima.
Saludos, bendiciones y que tengan un excelente y bendecido fin de semana. 🙂
Hola! Me alegra que te gusten esas formas de explicar je,je,je. Pero es así, solo sacarás cosas buenas si dentro hay cosas buenas. Gracias por siempre estar presente.
Me encanta que mis nietas reciban esas enseñanzas llenas de sabiduría que harán sacar de ellas lo mejor para su desempeño y formación de su ser. Abrazos.
ahí vamos, aprendiendo y creciendo. Abrazos Má.