Remembering my architecture and remodeling moments! - Recordando mis momentos de arquitectura y remodelaciones!//ENG/ESP

ENG
Today was a special day in Olmué. I helped the old man whose house I am staying at to build a melamine countertop, an extension of the existing countertop he had wanted to make for some time. We started the day with a visit to the local hardware store to buy all the necessary materials. We carefully selected the melamine pieces, edgebanding, glue and the right tools for the job.

Back at home, we got down to work. First, we measured and marked the melamine pieces according to the required dimensions. Then, with great precision, we cut them using a circular saw. It was a painstaking process, making sure that each piece fit perfectly.

Once we had all the pieces cut, we proceeded to glue the edgebanding to the exposed edges of the melamine. We used an iron to adhere them, applying the necessary heat so that the glue would activate and the edgebanding would be well fixed. This step was crucial to give the countertop a professional finish and protect the edges from damage.

With all the pieces ready, we start assembling the countertop extension. We fitted the pieces together and used screws to secure them firmly. We worked as a team, one holding the pieces while the other screwed them together, and little by little the countertop took shape. Finally, we made the final adjustments to make sure everything was aligned and stable.

The result was spectacular. The new countertop looked great, perfectly complementing the existing space and providing much needed additional surface area. Seeing the satisfaction on the old man's face was the biggest reward. Not only did we get to create something useful and aesthetically pleasing, but we also enjoyed a day of shared work and camaraderie. This project is a memory I will definitely carry with me!

ESP
Hoy fue un día especial en Olmué. Ayudé al viejito en cuya casa me estoy quedando a construir un mesón de melamina, una extensión del mesón existente que él había querido hacer desde hace tiempo. Empezamos la jornada con una visita a la ferretería local para comprar todos los materiales necesarios. Seleccionamos cuidadosamente las piezas de melamina, los tapacantos, el pegamento y las herramientas adecuadas para el trabajo.

De vuelta en casa, nos pusimos manos a la obra. Primero, medimos y marcamos las piezas de melamina según las dimensiones necesarias. Luego, con mucha precisión, las cortamos utilizando una sierra circular. Fue un proceso minucioso, asegurándonos de que cada pieza encajara perfectamente.

Una vez que tuvimos todas las piezas cortadas, procedimos a pegar los tapacantos en los bordes expuestos de la melamina. Utilizamos una plancha para adherirlos, aplicando el calor necesario para que el pegamento se activara y los tapacantos quedaran bien fijados. Este paso fue crucial para darle un acabado profesional al mesón y proteger los bordes de posibles daños.

Con todas las piezas listas, comenzamos a armar la extensión del mesón. Encajamos las piezas y utilizamos tornillos para asegurarlas firmemente. Trabajamos en equipo, uno sosteniendo las piezas mientras el otro las atornillaba, y poco a poco el mesón fue tomando forma. Finalmente, hicimos los ajustes finales para asegurar que todo estuviera alineado y estable.

El resultado fue espectacular. El nuevo mesón quedó genial, complementando perfectamente el espacio existente y proporcionando una superficie adicional muy necesaria. Ver la satisfacción en el rostro del viejito fue la mayor recompensa. No solo logramos crear algo útil y estético, sino que también disfrutamos de una jornada de trabajo compartido y camaradería. Este proyecto es un recuerdo que llevaré conmigo sin duda!

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