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El balance entre la Disciplina y el Desapego

Ahora con el cierre de un año 2024 y la proximidad de uno nuevo, comienzan a relucir las proyecciones, propósitos y nuevos objetivos para el 2025.

Ya sea mejorar nuestra salud, avanzar en nuestra carrera o simplemente vivir con más plenitud, y en ese proceso siempre solemos enfrentarnos a dos fuerzas aparentemente opuestas: la necesidad de perseverar, generando una disciplina y la necesidad de desapegarnos a los avances que vayamos alcanzando, para no obsesionarnos ni frustrarnos si no son cumplidos en los tiempos que deseamos.

En el Yoga, específicamente en los Yoga Sutras de Patanjali, estas dos fuerzas o mejor dicho, principios esenciales son definidos como: Abhyasa (la práctica constante) y Vairagya (el desapego), y pueden fácilmente extrapolarse a cualquier área de la vida.

Aunque provienen de una tradición antigua, su mensaje es increíblemente práctico para quienes buscan resultados sin perderse en la ansiedad o el agotamiento.

Abhyasa que se refiere a la práctica correcta o constante, nos habla sobre la importancia de la disciplina, de la importancia de mantenernos enfocados en nuestras acciones diarias. En ningún momento se refiere a hacerlo todo perfecto, sino de regresar una y otra vez a aquello que nos acerca a nuestras metas: levantarte temprano para entrenar, dar lo mejor en tu trabajo o dedicar tiempo a un proyecto personal, incluso cuando no ves resultados inmediatos. Seguir, perseverar, continuar el camino.

Vairagya, en cambio, nos enseña que no podemos controlar el resultado. Sí, es fundamental esforzarnos, pero también es esencial aceptar lo que venga, sin obsesionarnos ni frustrarnos por lo que no está en nuestras manos. Una actitud desapegada a los resultados o el soltar los mismos no significa rendirse, sino confiar en que el proceso tiene valor en sí mismo. Y que por esta razón, también nos acercará a nuestras metas, sin tener que repasarlas cada 2 segundos.

Por ejemplo, imagina que quieres adoptar un nuevo hábito, uno saludable, como correr cada día.

Abhyasa es ponerte las zapatillas y salir, aunque llueva, te hayas acostado tarde o sientas flojera. Vairagya es entender que no todas las veces que salgas a correr te sentirás perfecto. A veces ni siquiera podrás correr la misma cantidad de kilómetros, pero deberás resaltar y celebrar que emprendiste la tarea y que los resultados visibles llegarán con el tiempo, sin que te obsesiones con el número de los kilómetros recorridos ni el tiempo en el cronómetro.

Este equilibrio entre la acción constante y el desapego puede ayudarte a vivir con más calma y confianza, mientras avanzamos hacia nuestros objetivos.

Y bueno, ¿Cómo podemos aplicar esta filosofía hoy mismo?

1- Da pasos cortos pero constantes. No subestimes el poder de los pasos diarios. La suma de pequeños esfuerzos crea grandes transformaciones.

2- Deja de controlar lo incontrolable. Haz tu parte, pero no permitas que la ansiedad por el futuro te robe la paz del presente.

3- Si la actividad que estas realizando te genera una sensación de bienestar, salud, o alegría luego de realizarla, independientemente del resultado final, usa esa sensación como objeto de inspiración para volverlo hacer la siguiente vez.

Por ejemplo: a mi me da una sensación de bienestar y paz cada vez que termino de hacer mi práctica de Yoga, y esa sensación es lo que más me motiva a abrir el Mat y empezar a hacer mi práctica los días que más difícil se me hace. Todos tenemos esos días, la diferencia está en que algunos logramos trascenderlos y otros no.

El éxito, más que un destino, es un camino. ¿Qué paso darás hoy?

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